A veces adiós es una forma de decir te quiero. "Tierra de campos" (2017), David Trueba
El día de la operación había llegado, Weiying a simple vista parecía un niño normal, jugaba con todo el personal, las enfermeras le amaban y sobre todo el sobrino menor del gran doctor Qiren quien desde esa mañana no se había separado de su lado. Wangji sostenía una de las manos del niño mientras este alegremente se encargaba de garabatear una de las hojas medicas con la otra.
—Comienzo a arrepentirme de esto...No sé qué hacer —SanRen veía desde la puerta la bella escena de los niños— No me agrade ese Mocoso...
Yu Zishuan alzo la vista encontrando aquella aura amenazante— Son destinados, cierto? —la doctora tan solo asintió con la cabeza. Conocían los riesgos; Extraer la flor era peligroso sobre todo en un cuerpo tan pequeño, existía el riesgo de dañar algún órgano y esto no aseguraba que el Hanahaki desapareciera; tan solo retirarían donde esta se concentraba y esto podía alterar el segundo genero de quien era sometido a quirófano.
—Eres su madre, debes saber cómo actuar... eres joven, y estúpida también. Sé que harás lo correcto.
—¿Se supone que debo sentirme mejor? —intervino SanRen casi en un berrinche contra la enfermera— ESO NO ME AYUDA!!
—No me agradas... Pero prometí a Wei ChangZe que cuidaría de ustedes... —Todo el enojo inicial se extinguió con solo la mención del padre de Weiying... Sabía que aquella enfermera fue casi una hermana para su pareja. Razón por la cual sabía que nunca podría acercarse a ella— Es una lástima que el joven Wei haya tenido que cargar siete meses con ese cachorro para que su mocoso se pareciera a usted.
San Ren no sabía si era prudente enojarse o simplemente dejarle hablar. Yu Zishuan sabia donde y como atacarle— Wei Ying es un buen niño... tiene la bondad de su padre, eso es suficiente.
Tras un largo suspiro entraron a la habitación, Weiying soltó a Wangji y extendió sus manos hacia su madre para ser cargado por ella, al lograr su cometido hundió su nariz en el pecho de su madre para impregnarse de su aroma— Solo espero que en un par de años A-ying continué prefiriéndote a ti —se mofo la alfa y un leve gruñido escapo de la doctora.
—¿Cómo te sientes? —beso la mejilla del cachorro y este solo restregaba su mejilla contra las de su madre— ¿te duele algo?
Rápido Weiying de tan solo ocho años agito su cabeza en negación—¡¡Mira!! ¡¡Mira!! ¡¡A-Zhan me enseñó a dibujar conejos!! —soltó con alegría— A-Zhan puede quedarse con A-ying? prometo compartir mi postre! —la enfermera de fría expresión no pudo evitar sonreír al ver como el ojo de su compañera comenzaba a tener un TIC.
—A-Zhan no puede. él tiene que regresar a casa... AHORA —a pesar de las serias amenazas el alfa menor no parecía cambiar de actitud, e incluso se acercó más a su cachorro y volvió a sujetar su pequeña manita.
¿Esto es una declaración de guerra, mocoso? —pensó la alfa
—Wangji, que haces aquí? —Qiren paso junto a la habitación, sabía que su olfato era tan bueno para encontrar el sándalo entre las habitaciones. Era raro que Wangji se alejara de su lado— Como sea, vine personalmente para recoger al paciente para la operación.
Weiying no sabía lo que vendría, para él sería otro doloroso tratamiento del cual terminaría muy cansado. SanRen podía sentir como su cachorro temblaba, y haciendo uso de su aroma logro relajarlo— Estamos listos...
—A-Zhan promete jugar conmigo cuando termine?
—Hmm —El pequeño alfa se acercó a su amigo y roso su nariz contra el cuello del niño quien al momento grito por la sensación.
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Hasta que el último pétalo caiga
FanfictionAquellos que se acercaban demasiado podían jurar que se trataba de un beta, según su largo historial era tan solo un chico enfermizo y débil. Solo unos cuantos sabían la verdad que ocultaba tras esa brillante sonrisa ─Lan Zhan... cuidarías de este d...