7 - Crisis

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Después de todo -pero después de todo- sólo se trata de acostarse juntos,
se trata de la carne,
de los cuerpos desnudos,
lámpara de la muerte en el mundo.

"La señal"— Jaime Sabines


Era lunes por la mañana, Wei ying sabía lo que vendría...

—¡A-ying, por favor sal de tu escondite! —suplico una de sus enfermeras mientras revisaba varios posibles escondites en la habitación— es momento de tus medicamentos! —Al no haber respuesta, la enfermera comenzó a temer por el cachorro— ¡Si no sales ahora tu madre se asustará y te pondremos el medicamento por tus venitas! El cachorro reprimió una ligera risa hasta que la enfermera salió corriendo de la habitación, momento en el que decidió dejar su escondite.

Lentamente abrió de nuevo la ventana debía regresar a su cama antes de que su madre se enterará que otra vez les jugaba bromas a las pobres enfermeras. Cuando estaba por ingresar escucho como en la habitación continua una mujer gritaba, e incluso el aroma a pino era bastante fuerte y le picaba la nariz. Con curiosidad decidió investigar de que se trataba, Podía detectar el aroma de su padrino y una de las enfermeras, pero había uno más que llamaba su atención.

—NO PUEDO CREER QUE A PESAR DE TODO LO QUE HIZO CONTINUES APOYANDO A ESA MUJER! —Desprendiendo un amenazante aroma a pino, Yu ZiYuan, la jefa de enfermeras, le gritaba a el que Weiying reconocía como su padrino— ELLA MATÓ A MI MEJOR ENFERMERO!

—Mi señora, no se trata de lo que ella hizo o no, tu mejor que nadie sabe lo que vivió el padre de ese pequeño, él era mi amigo de la infancia y no podía desamparar a su hijo...

—Y ELLA QUE FUE? ¿TU AMOR PLATÓNICO? ¿POR ESO LA DEFIENDES TANTO? —Sus fuertes aromas comenzaban a inquietar al cachorro, tal vez no fue buena idea explorar la habitación de un lado— ¿cuánto es lo que se le está cobrando a la doctora San Ren?

—Lo justo —soltó el alfa con tranquilidad, sin embargo, su aroma se volvió más fuerte Weiying al escuchar el nombre de su madre se detuvo a escuchar un poco más.

—Esa habitación es exclusiva para la familia directa... Ese mocoso no puede estar allí. Tu hijo debería ocuparla —Weiying estaba tan absorto de la conversación que nunca noto que bajo la ventana estaba sentado un niño de su edad, este pretendía no escuchar a sus padres discutir, pero se veía triste.

—Mi señora, A-Cheng solo tiene varicela, no es necesario estar aquí.

—Estará mejor atendido aquí que en casa, pero vaya sorpresa me lleve cuando dijeron que la habitación ya estaba siendo ocupada.

— Será hasta su recuperación tras la operación.

—Debiste dejar que el viejo Qiren se llevara al chico a su hospital —sentencio la mujer— Pero decidiste hacerle caso a esa mujer.

—Esa mujer es su madre, ella tiene la última palabra del caso.

—TU ERES SU MEDICO DE CABECERA! —Tratando de calmarse, la enfermera toma un gran bocado de aire antes de continuar— Fengmian... Habla ahora o atente a las consecuencias —Wei ying no quería saber más, pero no quería dejar solo a ese niño.

Miro a su alrededor y a sus pies encontró varias hojas y pequeñas ramas para llamar su atención.

El joven alfa bajo la ventana deseaba irse, su cuerpo deba comenzó y sentía su frente caliente, pero sabía que cuando sus padres peleaban podía llevarse horas, por lo que rendido se quedó en el fresco suelo. Una pequeña hoja entró por la ventana atorándose en su cabello ¿No estaba la ventana cerrada? —Pensó, Su atención se fue a aquel lugar y vio como entro otra hoja, una más, y esta se abría lentamente.

Hasta que el último pétalo caigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora