La Maldición escarlata

La verdad en los ojos

Me levanté del frío piso, sentía la parte posterior de mi cuerpo apoyada en un superficie lisa pero con algunos huecos, me levanté para mirar el lugar y me di cuenta que estaba sentada en una enorme alfombra vieja y apestosa, miré a mi alrededor y no había nada más que esa alfombra; una extraña ilumino toda la alfombra.

-¿Qué haces aquí?-dijo una voz familiar

Aterrada me sobresalte y de un salto me paré de esa alfombra, tenía miedo de quien fuese el que estuviera a mi costado

-¿Jack?-pregunte

-No del todo-exclamo-soy solo una interpretación de él que tu cerebro creó-dijo mientras me miraba fijamente

Jack se encontraba sentado en la misma vieja alfombra que yo, vestía con las mismas ropas oscuras con las que lo conocí, se veía calmado y seguro de si mismo como siempre.

-Para ser una “interpretación” suenas igual que el real

-¿El real?

-Si el Jack real, el Jack que yo conozco

-Tú no me conoces

-Jack te conozco, no perfectamente, ni en un 90% pero te conozco lo suficiente.

-Tú no me conoces-dijo molesto mientras se paraba-y lo sé porque yo soy el Jack que fue creado por tu cerebro y si tu cerebro dice que no me conoces es porque no lo haces…

Me quedé algo perpleja por su comentario.

-…toma como ejemplo lo que sucedió esta mañana, creías que iba a una cita contigo pero ¿Fue así?

-No-dije algo deprimida

-En todo caso, no eres Jack, sino una interpretación que mi cerebro hace de él

-Exacto, que rápida eres pequeña-comentó

-Entonces porque mi cerebro creo a un “Jack” para hablar conmigo ahora-dije intentando quitarle esa cara de sabelotodo de la boca.

-Dos razones: 1, fui tú primer contacto con el mundo de los ocultos y de todos allí soy el que momentáneamente te ha protegido todo este tiempo, así que tu cerebro me asocia como alguien  con el que te puedes sentir segura en muchos aspectos.

-¿Y la segunda razón?

-Yo te gusto-dijo mientras me miraba con una sonrisa pícara hacia los ojos

En ese momento mis mejillas se ruborizaron y mi piel comenzó a temblar mientras Jack se agachaba para acercarse más a mis labios, hasta que finalmente hicieron contacto en una explosión de emociones pasadas que fueron revividas en ese momentos, los labios de Jack masajearon los míos, sentía como si me estuviera dando suaves caricias y se sintió extremadamente bien hasta que…

-¡Auuch! ¡Me mordiste!

-¿Y te gusto?

-Cállate- dije mientras me enojaba con “él”, a pesar de lo que acaba de pasar tenía la sensación de que solo jugaba conmigo

-No nos desviemos del tema, estoy aquí para resolver la raíz del problema la cual evita el desarrollo de tus poderes, para eso hicieron este ritual después de todo

<< ¿Los ojos de la verdad?>>

-¿Sabes que debemos hacer?

-Ni idea, pero maso menos tengo una idea de que trata esta cosa.

-Entonces que debó hacer

-Responder ¿Por qué tienes miedo a usar tus poderes?

-¡¿Tenerle miedo?! ¡¿Yo no les tengo miedo?! Antes los he usado sin problemas