La otra cara de la moneda

92 5 3
                                    

Lamento el no haber podido esciribir nada estas semanas, la razón:examenes, la buena noticia: soy un maldito genio y aprobe todo. Les dejo este capitulo y espero que les gusté

Jack seguía parado en aquel lugar, sin siquiera mirarme a los ojos, solo sosteniendo aquella mirada estúpida en su rostro.

-¿Jack?-dije botando una pizca de aire de mis pulmones-¿Por favor?-las lágrimas se me estaban cayendo de los ojos, no quería morir.

<<Él no me puede dejar morir>>

-Te lo diré una última vez maldito…

-Di lo que quieras idiota-dijo Jack- no ves que ya no importa…

-Jack pero tú ¿Que estás diciendo?

-No me creas idiota, tú y esta chica tienen una especie de trato, su cabello a cambio de protección ¿no?

-¿Y?

-¡¿Y?! Te acercas y la mato y tú no habrás cumplido tu contrato-dijo en un tono lleno de confianza

-Jjajajajajajja- Jack se empezó a reír de manera tranquila- Acaso no lo entiendes verdad….

El rostro del “hombre” se llenó de una incertidumbre total, toda pizca de confianza le había abandonado.

-… A mí no me importa que mates a esa mocosa, si vive me da su cabello, si muere me quedó yo con todo su cuerpo, vale más para mi muerta que viva si no te diste cuenta…jajajajajajjaa-siguió riendo

El doppelgänger tragó saliva, al parecer no había planeado eso

-Tu hijo de puta, desgraciado, idiota, eres una sucia rata…-dije mientras mis ojos se llenaban de lágrimas-… como pude haber confiado en ti, como pude creer que yo  te importa siquiera un poco

-Son solo negocios cariño y yo soy un hombre de negocios, nada personal… Y bien estas consiente que apenas dispares y la mates, no tendrás tiempo para correr por lo que yo disfrutaré experimentando a ver qué le pasaría a tu sombra si te parto a la mitad, crees que seguiría siendo la misma mancha sin forma o en vez de ser una se volverían dos ¿interesantes preguntas no? Y solo habrian una manera de responderlas.

-Maldita sea, el hombre me apretó más fuerte y levantó la mano con su pistola y le apuntó a Jack, en ese entonces gracias a la limitada visión que tenía observé que los pies de Jack comenzaron a correr hacia mi seguido de eso oí dos disparos y luego sentí un gran peso de mis hombros. Me levanté rápidamente solo para ver a aquel hombre tirado sobre la acera, con un hueco enorme en su cabeza y la sangre que se derramaba de esta. Una enorme sensación de nauseas me entraron y me comencé a desorientar. Pero una mano me sujeto y me enderezó calmándome. Era Jack

-¿Estas bien?-preguntó

Le quite la mano y lo miré con una furia enorme, jamás había tenido tanta furia por un hombre, aquel hombre me había vendido y le había importado muy poco mi vida. La ira me comenzó a invadir, un sentimiento muy familiar me invadió todo se puso negro y solo me concentré en Jack, de pronto sucedió lo inevitable. Jack comenzó a arder

<<Muérete imbécil, no te necesito>>

Jack se quedó parado mirándome, mientras el fuego se esparcía lentamente, cubriéndolo poco a poco, sin embargo su mirada no cambio, aun furiosa no entendía por qué hasta que de pronto en una abrir y cerrar de ojos, el fuego se fue como si el viento lo hubiera llevado como a cualquier hoja, desapareció.

-Cosas como esa no servirán para deshacerte de mí-dijo en un tono suave

-Muérete idiota, déjame sola- lo empujé y me fui corriendo a quien sabe dónde, simplemente me fui corriendo dejándolo a él tirado.

La Maldición escarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora