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Yoo había pasado la noche en vela, pensando en qué y cómo decirle a Jimin lo que pasaba realmente.

Aunque por su lado, Jimin había descubierto un sinfín de sensaciones nuevas con Min Yoongi, el primo de su novia. Él sabía que estaba mal hacer eso, pero aún así su corazón le dictaba hacer lo incorrecto.

Ahora Jimin podría considerarse oficialmente un chico bisexual, y estaba realmente feliz sobre ello.

—¿Jimin?—Yooryeong tocó su puerta. Él empezó a temblar.

Podía haber descubierto que en realidad era Yoongi a quien le pertenecía su amor, podría querer tomar venganza y beber toda su sangre.

—Ábreme, es Yooryeong.

Jimin abrió la puerta, temiendo de su novia. Podría sonar ridículo, pero ella era realmente imponente cuando se lo proponía.

—Hola, Yoori.—Saludó.

—He venido a hablar de Yoongi.—Dijo ella sin ningún rodeo. Él tembló.

—Amor, yo...

—No es necesario, él me lo ha dicho todo. «¿Todo?» Pensó Jimin.—Tú y yo no estamos destinados a estar juntos, en cambio Yoongi pudo ver en ti algo que yo no.

—¿Te refieres al rollo de las almas?—Preguntó Jimin, recordando su larga conversación con Yoongi, que había dejado más que claro lo que en realidad sentían.

Yooryeong asintió.

No podía sentirse afligida, supo que sus sentimientos hacia Jimin no tenían nada que ver con el llamado amor.

—Espero que sean felices.—Sonrió la chica, saliendo hacia su casa con una velocidad inhumana.

(...)

—¡Tienes doscientos ochenta años, Kim Seokjin!—Celebró Namjoon, quien estaba junto a Jin celebrando el cumpleaños del mencionado.

—Yuju...—Pronunció sin gran emoción.

—¿Qué pasa, Seokjin?

—Estoy realmente afligido y preocupado, Namjoon. Lilith me contó que habías ido con ella.

Namjoon se tensó. Siendo un vampiro muy curioso, decidió bajar al hogar de los demonios para consultar al más sabio de los objetos.

—¿Qué dijo exactamente?—Preguntó Jin.

—Jin... yo...—Dijo nervioso.—Una pareja, su descendencia... el bebé...

—Kim Namjoon, te ordeno a que me digas que demonios está pasando.

—El bebé de esa pareja traerá muchas guerras entre todo tipo de especies.—Explicó esta vez sin titubear.—Las peores criaturas del inframundo se desquitarán con todo ser vivo, y puede que nada sea tan fuerte para pararlo.

—¿Y qué tiene que ver eso conmigo?—Rió.

Namjoon decidió callar, no podía evitar un destino tan cierto como ese.

Jin no debía saber que Yooryeong era su destinada.

(...)

Yooryeong miró con desprecio al humano que yacía muerto en su salón.

—Min Yoongi, no puedes traer gente muerta a la casa. Es realmente asqueroso, ya la nobleza no hace este tipo de porquerías.

—Ven y aliméntate, estoy harto de la sangre fría de tu nevera.—Insistió Yoongi, quien daba mordiscos y succionaba la piel del joven.

Yooryeong bufó acercándose, y levantando el cuerpo con tal fuerza descomunal. Pasó su lengua por un tramo de piel y mordió, clavando así sus fuertes colmillos.

Yoongi sacudió sus manos y tocó su estómago, claramente satisfecho.

—¿Yoori?—Habló el pálido.—Creo que oficialmente puedo comenzar a salir con Jimin.

Yooryeong sonrió, acabando con su labor de succionar. Tomó el cuerpo deshidratado y lo dejó caer al suelo.

—De verdad, espero que puedan crecer felices.—Rió.

—Yooryeong, pero creo que tengo un problema. Nunca había escuchado sobre la relación de un vástago con un humano, no sé si al consumar el acto de amor, podré morderlo.

Yooryeong soltó un bufido, pensando en lo que había dicho su primo.

¿Si mordía a Jimin, se convertiría en uno de ellos?

—Puedes matarlo, Yoongi.—Susurró Yooryeong.

—Quiero hacerlo mío. Si muere no sé qué haré.

—Inténtalo como tú sabes hacerlo, si lo amas, no sucederá nada malo.

Y así fue como Yoongi sonrió, corriendo hacia el apartamento de su amado.

Vástago → Kim Seokjin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora