008

56 7 0
                                    

Frustración.

Esa era la palabra que definía a Yooryeong en ese momento.

Siempre estuvo bajo la tutela de hombres que creían que ella era incapaz de cuidarse.

Entre ellos Yoongi.

Justo cuando quería liderarse, ser libre, poderosa y desarrollarse como ancilla y mujer, llega Min Yoongi a protegerla de un mal hecho persona.

Kim Seokjin.

—Qué harás después del trabajo, Yoori?—Preguntó Yoongi, limpiando la sangre de su boca con su muñeca.

—Vendré aquí, es lo que siempre hago en los días laborales.—Encogió sus hombros.

Yoongi asintió y fue a mirar un poco de televisión.

—Si te quedas aquí, al menos dale comida a los perros y ordena un poco la casa.—Gritó Yooryeong desde la entrada, para así salir disparada al trabajo.

—Si, si, como sea.—Habló consigo mismo.

El timbre sonó, haciendo que Yoongi maldijese.

—¡Yoori-ah!—Gritó eufórico ese chico de baja estatura.

—Soy Yoongi.—Le respondió seco.

Jimin se asombró, haciendo desaparecer su sonrisa.

Yoongi alzó una ceja, esperando a que Jimin dijese algo.

—¿Quién... eres tú?—Preguntó Jimin mientras lo señalaba con el dedo.

—Ya te dije que soy Yoongi.—Repitió él.—La pregunta aquí va sobre quién eres tú.

—Park Jimin, soy el novio de Yooryeong.

"Así que Yooryeong tiene noviecito" Rió Yoongi en sus adentros.

Y es que eso no le agradó mucho a Yoongi, pues se había dado cuenta de que el pequeño era realmente bonito.

—Soy primo de Yoo, me quedaré algunos días aquí.—Sonrió Min por primera vez en la conversación, dándole así un aire más respirable.

Luego de unas pocas palabras sin importancia, Jimin se fue a su casa para esperar a Yoo.

Preparó su preciado café de mediodía y se sentó en el sofá a pensar.

¿Por qué había ido a casa de Yooryeong?

Jimin sabía que la joven estaba trabajando, pero tenía mucha curiosidad en el hombre que se había asomado en el balcón de ella la noche anterior.

—Kim Namjoon.—Llamó el dhampiro joven a su fiel amigo.

—Kim Seokjin.—Le saludó, tranquilo.

—¿Has visto a Taehyung? Necesito hablar con él urgentemente.

—¿Ha pasado algo? Te ves algo preocupado.—Se acercó a él sigilosamente, mientras dejaba su copa en la barra.

Seokjin había buscado a Taehyung por toda la ciudad, pero sin éxito. Él sabía que se había comunicado con Min Yoongi, pero aún así quería oírlo de su propia boca.

Seokjin peligraba.

—Min Yoongi está en la ciudad.—Susurró Jin.

Namjoon palideció. No había vástago más temible que ese.

Siendo un demonio y padre de legiones, había conocido muchísimos seres mitológicos en su vida.

Y Yoongi no era uno con el que desearía toparse.

—Necesito encontrar a Taehyung.—Gruñó Jin.

—¿Me buscaban?—El recién nombrado apareció detrás de la figura de Namjoon, haciéndolo sobresaltar.

Una mujer muy bella se posó en el hombro de Namjoon, haciéndolo reír.

—¿Qué se supone que hace Lilith aquí?—Preguntó Jin. La chica rió y miró a Taehyung.

—Yo no preguntaría.—Pronunció la joven.

—Taehyung, ¿fuiste tú quien...?

—Si, he sido yo.—Rió.—Tuve que ir a Daegu para saciar mi hambre y me lo encontré en las mismas.

—Eres un...—Vociferó Namjoon.

—Silencio, Kim Namjoon.—Le dijo Lilith, haciendo que el círculo la mirara.—Había que darle algo más de que ocuparse antes de que cometiera un error.

Y con esas palabras, la súcubo salió del bar que siempre frecuentaban.

Taehyung sonrió y la siguió con un leve andar.

—¿A qué se referían?—Preguntó Jin.

—Pensé que eras menos idiota.—Dijo Namjoon, para así dejar a Jin solo.

Vástago → Kim Seokjin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora