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—Tú y yo no vamos a ser amigos.—Gruñó Yooryeong, mientras veía a Jin disfrutar de una bolsa de sangre.

—Jin no es como otros cazadores.—Insistió Yoongi.

Se encontraban en casa de Yooryeong, conversando incómodamente sobre Kim Seokjin.

Yoo había cedido a una pequeña paz entre Kim Seokjin y ella, eso hasta que él diese un paso en falso.

—¿Será que puedo... puedo irme?—Dijo Jimin por primera vez en toda la reunión.

Jin miró a Yoongi y viceversa, Yooryeong asintió mirando a Jimin y este salió pitando del apartamento.

—Yoongi, te dejo.—Dijo Seokjin levantándose.—Choi Yooryeong, gracias por aceptar mis disculpas...

—No es nada.—Lo miró con desconfianza.—Adiós, Kim Seokjin.

Yoongi pudo leer la mente de Jin cuando le dijo que hablara con Yooryeong, él ya sabía lo que tenía que hacer.

Jimin era su destino.

Jin se lanzó del balcón y se camufló en la oscura noche.

—Yooryeong...—La llamó Yoongi.

Esta estaba sirviendo dos copas rebosantes de sangre humana.

—Yo... me he dado cuenta de quién es mi destinado.—Dijo él. Ella lo miró entusiasmada.—Su olor cálido, su dulce sangre y ese palpitar de su corazón fue lo que me llamó, supe que esa era la sensación.

Y lo era, Yooryeong lo llegó a sentir con Jeongguk.

La chica sonrió, felicitando a su primo.

—¿Y quién es? ¿Es guapo?—Le preguntó.

—De hecho... ahí es donde está el problema.—Dijo completamente serio.—Mi destinado es humano, y es Jimin.

—¿Cómo?.

—Yooryeong, sé que puede que te duela, pero yo... no sé cómo evitar este sentimiento, esta sensación.

Yooryeong pensó en lo que su primo le dijo, y no recordó haber sentido eso con Jimin.

Tal vez solo lo apreciaba como amigo, y no como destinado.

"Yooryeong, ¿acaso le has prestado atención a lo que realmente sientes?"

Su mente divagó en esos meses ya habían pasado; y no pudo quedar más perpleja.

—¿Yoori?—La llamó Yoongi.

—Yo no... Jimin no es mi destinado.

—No, es el mío.—Rió Yoongi.

—Yo he hecho caso omiso a mis emociones.

—¿Qué...? ¿No estás molesta?—Preguntó dudoso.

—Obviamente no, es tu destino, no el mío.—Rió levemente.—Yoongi.

—¿Si?

—¿Tú crees que pueda tener oportunidad de amar a alguien más?

Yoongi sonrió, debido a la inexperiencia de su linda prima.

—Choi Yooryeong, el destino siempre es incierto, lo único a lo que los vástagos estamos asegurados es a nuestro destinado.—Le explicó.—Las cosas pasan por algo, y si Jeongguk murió, debe ser porque debe haber otra persona esperando por ti.

Yooryeong se quedó sin palabras, escuchando a su sabio primo.

¿Podría amar a alguien más de la manera en la lo hizo con Jeongguk?

Según Yoongi, si. Y eso la ponía realmente feliz.

—Mañana hablaré con Jimin.—Avisó Yooryeong.

—Muchas gracias...—Terminó por decir Yoongi, antes de ir a dormir en la habitación de Yooryeong.

Que aunque era innecesario, actuaba como escape de la realidad.

—¿En dónde estabas metido, Kim Seokjin?—Una voz femenina habló desde el oscuro pasillo de la casa de Jin.

Había vuelto luego de esa extraña visita a la casa de Yoo. Él definitivamente no era el mismo y tendría que hacer algo al respecto.

—Lilith, cuantas veces les he dicho a Taehyung y a ti que no entren a mi casa de esa manera.—Reprendió a la súcubo.

—Oh, Seokjin...—Rió ella, apareciendo con una sensual lencería.

Jin la miró, y mordió su labio suavemente. No podrían tener sexo, era un tabú para él.

—¿No te hemos advertido suficientes veces?—Se acercó ella muy peligrosamente.

—Lilith, por favor.

—Namjoon decidió bajar y consultar al oráculo, eres el único idiota que no sabe qué pasará.

Su lencería fue cambiada por un traje negro y sus ojos se volvieron rojos cual flama.

La súcubo y madre de todos los demonios ascendió con un aleteo y vociferó fuertemente, creando una atmósfera rojiza.

—Dos clanes se enfrentarán, y ninguno tendrá victoria. Dos almas se unirán, y ninguna tendrá paz. La verdadera desgracia vendrá a este mundo cuando el heredero pise la tierra. Dos almas morirán, y se pondrá fin al terror.

Con estas palabras, Lilith despareció.

Jin estaba asustado, sin saber por qué.

Vástago → Kim Seokjin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora