017

41 5 0
                                    

—La habitación de visitas está al fondo, le diré a Yoongi que se quede con Jimin por esta noche, aún estás algo pálido.—Habló Yoo un tanto seria.

Jin agradeció con la mirada y despareció del pasillo, quería recostarse un rato.

Luego de ese beso, Yooryeong tenía la mente en otro universo distinto, al igual que Seokjin.

¿Se habían dado cuenta? Si, pero no querían aceptarlo.

Jin no amaba a Yooryeong y viceversa, pero su destino estaba escrito juntos. Y supuso Yoo, que debía hacer en ese momento.

Tratar de encontrar ese amor y aprecio hacia Jin, así como lo hizo con Jeongguk.

Porque un palpitar no significaba nada.

—Yoo.—Yoongi entró al apartamento.

—Yoongi, siento haberte echado.

—Yo me fui, sentí que necesitaban tiempo solos.—Dijo, y Yoo lo miró confundida.—Yooryeong, yo sabía que eran destinados.—Rió un poco.

Y recordó que Yoongi controlaba íntegramente las habilidades vampíricas que le obsequiaba su especie.

—No sé que hacer, Yoongi, ayúdame.

—Si que sabes qué hacer, pero eres una persona cobarde y orgullosa. No creo que después del acoso y esas noches de lucha contra Jin hayan sido de tu agrado, pero entiéndelo, él tampoco sabía lo que pasaba realmente.—Explicó—Está confundido, Yooryeong, aunque sé que sabe como funciona esto, Seokjin no es una persona tan rencorosa y terca como tú.

Yooryeong lo fulminó con la mirada y abrió la boca para contestarle, pero no pudo.

Tenía razón.

—Supongo que me tendré que ceñir a esta situación.—Suspiró ella.

—Si, Yoo.

—Le di a tu habitación a Jin, ¿podrías quedarte con Jimin?—Le preguntó ella.

El asintió, y se fue al cuarto en busca de algunas cosas necesarias para poder irse.

—Yoongi.—Lo llamó Jin.

—Oh, Jin, lo siento. ¿Te desperté?

—Un poco si—Rió roncamente. No se sentía bien del todo.—, pero tranquilo, tampoco es que me haga falta, ya sabes.

—Igual necesitas reponerte—Yoongi se acercó a la cama y lo arropó mejor.

—Gracias, Yoongi. De no haber sido por ti, estuviese muerto.—Lo miró lloroso.—Perdón por tratar tan mal a Yooryeong, no tenía idea.

Yoongi terminó de arreglar su bolso y sonrió, dándole la señal a Jin de que había sido perdonado.

El mayor pudo sentir paz en su corazón, por fin estaba tranquilo del todo.

Yoongi se despidió y salió por la puerta, yéndose a la casa de su novio.

—Yoongi.—Le saludó Jimin.—¿Qué tal está Jin?

A pesar de que Jin le daba miedo, y había tratado de asesinar a la que era su novia, sabía que ahora no había más remedio que llevarse bien con él. Tendrían que ser amigos.

—Él está bien, para mañana podrá volver a la normalidad. Estuvo así por Yooryeong.

—¿Qué?

—No lo sé, Jimin, cosas extrañas.

Los dos rieron silenciosamente.

—¿Te quedarás aquí?—Dijo el más bajo. Yoongi asintió.—Puedes colocar tus cosas en mi habitación.

Los chicos se fueron caminando hacia el cuarto, mientras Jimin hacía ruidos con su boca.

—Todo listo.—Dijo Yoongi luego de acomodar sus cosas.

Jimin solo se sentó en la cama, apoyando sus brazos detrás de su cuerpo.

Yoongi lo miró, se veía tan deseable.

El más pálido imitó la acción de Jimin, poniéndose a su lado. Jimin tragó nervioso.

¿Seria esta su oportunidad? Nunca había estado con un hombre.

—Yoongi...

—Silencio, Park Jimin, déjame admirarte.—La mirada de Yoongi se posó en el cuello de Jimin, poniendo aún más nervioso al muchacho.

Se acercó con cautela y besó su mejilla delicadamente, levantando una de sus manos y posicionándola en la mejilla del otro chico.

Jimin lo miró embobado, uniendo lentamente sus labios con los de Yoongi. El vaivén era tranquilo y lleno de amor, haciendo que Jimin se sintiera mejor con la situación.

Luego de que el beso subiera de tono, el ambiente se hizo caluroso y húmedo, haciendo jadear a los muchachos. Yoongi quitó la camisa de Jimin para después admirar el bello cuerpo de este.

—Oh, si. Tienes un cuerpo precioso.—Dijo Yoongi.

En ese instante, el recién mencionado se acercó a los pezones de Jimin, los cuales empezó a lamer y a morder repetidamente. El de los mofletes solo se limitaba a gemir y ver a su novio lamiéndolo.

El pantalón de Jimin voló por los aires, dejando ver su ropa interior negra. Jimin movió sus manos temblorosas y se deshizo de la camiseta de Yoongi. Los dos se apegaron más el uno al otro y siguieron besándose.

"Será esto lo que quiero?" Se preguntó Yoongi.

"Esto es lo que realmente quiero, gracias" Se dijo a si mismo Jimin, quitándose todo tipo de nerviosismo de encima.

Vástago → Kim Seokjin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora