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Un grito agudo proveniente de la garganta de mi hermana se escuchó por casi toda la casa haciéndome despertar de mi hermoso y amado sueño. De lejos seguía oyendo como saltaba y emitía chillidos, sólo rodé los ojos tratando de ignorarla. Tomé mi celular para ver la hora y los abrí como platos cuando me di cuenta que eran las 9 a.m. de un sábado.
¿Que mierda estaba haciendo mi hermana a esta hora de un sábado? Bufé al notar que no iba a poder volver a dormirme y me limité a levantarme para acearme y prepararme un buen desayuno.

Luego de ir al baño y hacer mis necesidades, bajé las escaleras con la más paja del mundo hasta llegar al comedor donde se encontraba mi mamá. Al verme se sorprendió y pronunció:

-Me parece que alguien se cayó de la cama, ¿no?

Fruncí el ceño enojada y me senté en la mesa apoyando mis manos sobre mi barbilla.

-Tu hija mayor me rompe las bolas, todo el día gritando como una fan desquiciada, no se que le pasa.- respondí y casi como si la hubiera invocado, mi hermana mayor, Laura, bajaba las escaleras corriendo con su celular en mano como si escapara de alguien.

-¡Trueno va a dar un show el sábado en el Gran Rex!- gritó haciendo que tape mis oídos por lo irritante que era.
Vi a mi mamá sonreírle mientras la invitaba a sentarse y relajarse ya que le estaba por dar tres ataques parecía.

-Chocolate por la noticia- respondí indiferente llevándome una tostada a la boca cuando mamá puso el plato sobre la mesa.

-Sh, callate vos-dijo mirándome y luego hacia mamá- Ma, por favor tengo que ir, es muy importante para mi este evento.- hizo un puchero en sus labios y junto sus manos en rogacion.

Yo no puedo entender como le da la cara para hacer gastar a nuestros padres plata en esos conciertos del raperito ese cuando no estamos muy bien económicamente, nunca tiene consideración por nada, solo piensa en ella y sus admiraciones.

Laura y yo nos llevamos un año y siete meses de diferencia, ella era la mayor aunque realmente a veces no lo parecía. Todo el día se la pasaba escuchando a todo volumen a ese tal Trueno y hablando de él, viendo sus fotos, escribiendo su nombre por todos lados... literal una loca.
Debo admitir que no me disgustaba la música del chico pero no me sentía atraída por él ni nada. Me sabia sus canciones casi por obligación ya y, sinceramente ya me carcomida el cerebro.

La boca, Barracas, Patricio, Pompella, Comuna cuatro y su huella odiaba esa parte porque es donde más loca se ponía Laura y casi que rompe la casa de lo eufórica que se ponía.
En fin, ella estaba completamente enamorada y obsesionada con ese sujeto que no paraba de sonar en todos lados y hacerse estúpidamente conocido.

-Lo sé hija, justo con su padre íbamos a darles una noticia.- respondió mi mamá, Ana. En eso llegó mi papá y se sentó en la mesa.- Nos vamos a ir a pasar el fin de semana que viene a la quinta de su abuela, ya que es finde largo y porque hace rato no vamos a visitarla.

Laura sonrió y volvió a pegar un gritito dado que la quinta de nuestra abuela era en un barrio en capital, y por ende, cerca del lugar del show del cantante. Nosotros éramos de La Plata así que la ciudad de Buenos Aires claramente nos quedaba lejos.

-Eso sí Laura, te dejamos ir al show del chico ese,- habló por primera vez mi papá-Pero Elena te tiene que acompañar.

Al escuchar tal condición mis ojos se abrieron en grande y me levanté de mi asiento junto con Laura.

-¡¿Qué?!- exclamamos al mismo tiempo.

ay dios por qué haces esto carla si después vas a abandonar la puta historia y te van a amenazar con quemar tu rancho

vamos a ver cuanto dura, pero den apoyo o lloro dea

𝑺𝑼𝑷𝑬𝑹𝑺𝑻𝑨𝑹; truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora