Mateo
—A que no la veníamos venir eh bro, ¡vamos a tocar en el puto gran rex!— exclamó mi mejor amigo y mano derecha, Camilo. Reí ante su efusividad y nos dirigimos hacia el gran patio de la nueva casa que me compré. Últimamente mi carrera estaba subiendo como espuma, y de una vez, decidí irme a vivir solo pero siempre sin salir de mi querido barrio, La Boca. Éramos los mismo de siempre, solo que ahora con más dinero.
Nos sentamos en una de las reposeras a tomar un poco de sol y descansar para luego ir a ensayar para el show de mañana.
Mi celular dio la notificación de una videollamada entrante, cuando lo tomé vi que era Victoria, mi novia. Camilo al ver quien era rodó los ojos y me susurró un suerte.
Atendí a la llamada y al segundo el rostro de ella se asomaba.
—Hola matu — saludó alargando la u, odiaba ese apodo pero ella seguía diciéndome así, así que ya me di por vencido.—Hola amor— respondí sonriendo un poco forzado.
Últimamente nuestra relación estaba siendo un poco rara y muy pública, ya que ella era modelo y yo cantante, entonces siempre hablaban de nosotros. Aunque estos últimos meses solo nos juntábamos cuando salíamos a espacios públicos como fiestas y eso. No estaba seguro si la amaba en realidad o solo estaba con ella porque si y porque a la gente le gustaba.
—¿Estas emocionado por mañana? yo voy a estar ahí y un montón de prensa va a estar al tanto así que hay que salir divinos en las fotos.– comenzó a decir y yo tuve el impulso de rodar los ojos. Camilo bufo a mi lado y yo me limité a responder:
—Si, buenos en un rato íbamos...— no me dejó terminar ya que tomó nuevamente la palabra.
—Bueno, amorcito te dejo que ahora comienza una sesión de fotos. Nos vemos, mua— tiró un beso y cortó rápidamente la llamada. Solté un suspiro, dejé desinteresadamente el celu al costado y seguimos con nuestro descanso en paz.
(...)
Luego de volver del ensayo general en el teatro volví a mi casa para directamente tomarme una ducha. En el living me encontré a mi papá muy concentrado tecleando en la computadora. Al notar mi presencia me miró.
—Hola hijo— dijo sentado en el sillón, luego siguió con su trabajo, él era mi mánager.
—Hola, pá.—saludé ligeramente.
Me di la vuelta para subir las escaleras e ir hacia mi cuarto pero su voz me detuvo.
—Ya casi la gira por el país y por españa está terminada así que dentro de dos meses nos vamos de viaje— comentó con una sonrisa en la cara.
Él estaba muy feliz con todo lo que me estaba pasando y siempre estuvo ahí para ayudarme a crecer como artista. No quería decepcionarlo con nada asi que siempre cumplía con todas las responsabilidades de iban apareciendo aunque a veces me agobiaba y, mi tiempo libre se hacía más pequeño. Supongo que esto era lo que siempre soñé igual.
—Buenisimo— respondí y luego me fui a mi cuarto para buscar ropa y bañarme.
(...)
Hoy era el dia. El show más importante de mi carrera iba a hacerse realidad y, me sentía algo nervioso, o más bien emocionado. El gran rex va a ser el primer show más grande que voy a tener como solista, o sea, las entradas se agotaron en menos de un día y todas esas personas que las compraron van a verme a mí. Re loco.
Bajé a desayunar y no me sorprendí al encontrarme con mi papá y mi mejor amigo.
—Que onda bro— choqué los cinco con Camilo y me dispuse a sentarme a su lado.
Tomé una manzana y le di un mordisco, comenzando a comerla.
—Después del show, vamos a hacer una reunión acá hijo. No faltes porque va a venir gente importante para tu carrera así que es una gran oportunidad—comentó mi papá tomando un café. Asentí y luego terminé de comer.