De donde menos te lo esperas » HP Ships

5.

Cuando entraron en la clase se encontraron con Robinson. Era un hombre bastante alto, de ojos marrón claro y pelo del mismo color. Su piel era bastante pálida y vestía con unas túnicas verdes y moradas.

- Hola a todos, como ya bien sabréis yo soy Tomas Robinson, vuestro nuevo profesor de pociones y nuevo profesor de la casa Slytherin. Pero quiero que sepáis que no tendré preferencia a esta- dijo el novato profesor- Para empezar quiero que elaboreis una poción, me da igual cual sea, la que se os de mejor para ver vuestro nivel.

Cada estudiante empezó a elaborar su poción, algunas más complejas que otras. Hermione estaba poniendo especial empeño porque pociones no se le daba muy bien y quería demostrarle al nuevo profesor que valía la pena. Seamus Finnigan y Neville también ponían especial empeño en la elaboración aunque sabían que todo sería en vano.
La gran mayoría de las serpientes completaron su trabajo sin dificultad pero sin embargo los leones no podían decir lo mismo.

Cuando ya quedaba poco tiempo para que finalizasen los cuarenta y cinco minutos que tenían, el caldero de Hermione comenzó a burbujear y a derramar su contenido. El profesor la miró, le preguntó su apellido y apuntó algo en su libreta mientras en sus labios había una pequeña sonrisa de maldad.

Después de revisar los calderos de toda la clase se dispuso a finalizar la clase.

- Bueno, hasta aquí llega esta interesante clase- dijo mientras miraba con cierto desprecio a la castaña leona- ya podéis recoger e ir a la próxima clase.

Todos comenzaron a recoger hasta que Tomas se volvió a pronunciar.

- La próxima clase y durante todo el curso nos sentaremos por parejas, que vosotros mismos escogereis. Ahora si, podéis salir- terminó diciendo el profesor con cierta expresión en su cara indescifrable para todos.

Al terminar las clases todos fueron directamente al comedor.

- Draco tienes que comer- le dijo Pansy a su amigo preucupada por él.

- No tengo hambre Pans- le respondió el chico sin ánimos.

- ¿Pero que te pasa?- le preguntó Blaise.

- Pues lo que me lleva pasando todo el verano, Blaise- le contesto la serpiente de una manera un tanto agresiva.

- Pero que sepas que si alguien te dice algo nos lo digas- le dijo Theodore. Y Draco asintió con la cabeza.

En la mesa Griffindor el trío dorado hablaba.

- No puedo más Herm- le dijo Harry a su amiga mientras apoyaba su cabeza sobre el hombro de la chica. Pansy desde el otro lado del comedor contemplaba la escena.

- Pero no te sientas así, ya te lo he dicho un millón de veces. Sabes que no es cierto, nada de eso fue tu culpa de hecho tu nos salvaste- dijo Hermione tratando de consolar a su amigo mientras enfrente de ella Ron devoraba su comida.

- Esta buenísima- dijo Ron mientras saboreaba un trozo de pollo.

- ¡Ronald Weasley!, tu mejor amigo está asi y tu comiendo como un cerdo- le dijo la chica mientras lo mataba con la mirada, y Harry no pudo evitar reírse.

- Hola chicos, ¿qué pasa?- preguntó Neville mientras se sentaba al lado del pelirrojo.

- Estamos contemplando la educación de Ron- le contestó Harry riendo olvidando por un momento todolo que le rodeaba.

Los chicos volvieron a su habitación para descansar antes de las pruebas de Quidditch que eran esa misma tarde.
Tendrían que repetir las pruebas ya que mucho de los antiguos integrantes ya no estaban en el colegio.

-Harry, preséntate el equipo no va a ser lo mismo sin ti- le decía Ron a su azabache amigo.

- ¿Por qué das por hecho de que vas a entrar, o de que yo entraría?- preguntó Harry.

-¿No lo sabes? - le preguntó sorprendido Ron. Y el otro lo miró con cara de confusión- Ginny es la capitana asi que seguro que entramos- le dijo contento a su amigo- ¿Y tú Neville vas a presentarte?

-Que va- contestó Neville sin levantar la vista de su libro de herbologia- No quiero acabar en San Mungo- continuo con una sonrisa.

De pronto entraron los Slytherin hablando animadamente y todo se saludaron con un hola. Los serpientes también tenían la prueba esa misma tarde y estaban igual de emocionados que los leones.

Horas después ya estaban las dos casas en el campo.
Estas después de la batalla no se llevaban tan mal como antes, no eran amigos pero tampoco enemigos.
Hermione se sentó en las gradas para ver como sus amigos hacían la prueba y cómo su amiga dirigía a los participantes. La prueba comenzó y ambas casas estaban muy emocionadas. La leona miraba como Ron hacía la prueba cuando alguien se le acercó.

- Hola, ¿te importa si me siento?- preguntó una voz bastante agradable.

Hermione se giró para ver de quien era esa bonita voz.

- Claro- le respondió Herm con una sonrisa a Pansy.

-¿Por qué no te presentas?- preguntó la serpiente.

- Los deportes no son lo mio- respondió la castaña.

- Ni las pociones- dijo Pansy entre risas.

- Que vergüenza- le contestó la otra llevándose las manos a la cara para cubrirsela.

- No pasa nada, solo quería hacerte una propuesta- le dijo Pansy.

- ¿Cuál?- preguntó Hermione con curiosidad.

- Yo soy buena en pociones y tu en todo lo demás, así que... Yo te puedo ayudar en pociones y tu a mi en historia de la magia- le propuso esta.

La leona se quedó pensando hasta que al fin contestó.

- Vale- le dijo con una sonrisa y tendiendole la mano para cerrar el pacto. Pansy se la dio y ambas chicas se despidieron.

Cuando terminaron las pruebas Hermione bajó rápidamente a felicitar a sus amigos ya que ambos habían vuelto a entrar al equipo. Ron cómo guardián y Harry cómo buscador.

-No sabía que al final te ibas a presentar Harry- le dijo la chica.

- Ni yo, Ron me convencio en el último momento- le respondió Harry y ella le contestó con una sonrisa.

Hermione volvió a su cuarto donde se encontró con Luna y Ginny hablando de Quidditch, la primera le estaba preguntando que como le había ido y la última todavía tenía la adrenalina de toda esa tarde el el cuerpo. Mientras Ginny se duchaba Hermione le contaba a Luna lo que le había pasado con Parkinson.

- Me parece genial Herm. Así puedes conocerla mejor- le dijo Luna mientras se recostaba sobre su cama.

- Creo que es hora de dar nuevas oportunidades- le dijo la leona con una sonrisa.

Cuando los chicos llegaban a su habitación se encontraron a los serpientes aplaudiendo a Blaise. Los otros tres se fueron hasta sus camas y fue entonces cuando Blaise se acercó a Ron. Harry fue inmediatamente pero alguien lo cogió de la muñeca y cuando se giró Draco le negó con la cabeza indicándole que no iba a pasar nada.

- Será un gusto competir contra ti- le dijo Blaise al pelirrojo.

- ¿A qué te refieres Zabini? - le preguntó Ron.

- Soy el nuevo guardián de Slytherin- le contestó este.

-En ese caso... Que empiece la competición - dijo Ron mientras le tendía la mano al moreno, y este se la aceptó.

Ron no sabía porqué le había tendido la mano a Zabini pero lo había hecho y le alegró saber que no era tan malo como pensaba.