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Shawn Morgan

– Es un honor para nosotros que decida inscribirse al colegio señor Morgan– una mujer de cabellos negros con unos cuantos mechones canosos se encontraba sentada detrás de su escritorio fentre a mi, la oficina era digna de una arquitectura barroca.

Una puerta por detrás de nosotros se abrió y por ella entró una chica con la mirada inexpresiva.

– Señora Watt me han dicho que quería verme– dio un par de pasos hacia nosotros y pude detallar bien sus facciones, su cabello café caía suelto por su bonita espalda, su nariz fina y perfilada terminaba de adornar su delicado rostro, tenía los labios finos y carnosos. Pero lo que más me cautivó fueron sus ojos grises, no era un gris humo, no, era un gris brillante que podía confundirse con verde. Probablemente era la mujer más bella que había y vería en toda mi vida.

– Princesa Kaitlyn, el es el señor Morgan duque de Wellington– me levanté del sofá dónde me encontraba sentado e hice una reverencia a la princesa siguiendo los protocolos.

– Es un placer conocerlo señor Morgan– dijo posando sus ojos un microsegundo en mi para mirar expectante a la directora.

– Ella es la presidenta del comité estudiantil, Kaitlyn necesito que lleves al señor Morgan a servicios escolares y le proporciones lo correspondiente– Kaitlyn asintió ligeramente con la cabeza para luego girarse y empezar a caminar en dirección a la puerta por donde entro, no sin antes ordenarme que la siguiera.

– Fue un gusto señora Watt– le dije cortésmente a la directora.

– El gusto es mío y bienvenido al internado Crown College– dicho eso me di la vuelta para seguir a la castaña quien me estaba esperando con brazos cruzados en la puerta mirándome sin emoción alguna en su rostro, cuando estaba a unos pasos de alcanzarle dio la vuelta y empezó a caminar mientras fijaba sus ojos en papeles contenidos en una carpeta café que nunca vi que tomó.

– Wellington– me miró un segundo apenas sonriendo ligeramente con los labios cerrados –¿Cómo va todo en Nueva Zelanda?– Wellington es un ducado en Nueva Zelanda perteneciente a la corona británica.

– Bien, realmente vamos prosperando princesa, es pequeño pero es hogar– ella asintió con la cabeza sin dejar de ver el contenido de su carpeta así que me tomé el tiempo de detallar su vestimenta. Portaba una bonita falda púrpura por arriba de sus rodillas, nada revelador, un saco femenino del mismo color de su falda, bajo de esta una camisa un tanto escolar de un rosa pálido, bajé mi mirada por sus piernas para encontrar  unas calcetas blancas con una pequeña franja morada marcando la unión de su piel con la prenda, por último portaba unas bonitas zapatillas con un tacón realmente pequeño.

– Es el uniforme– me miro a la cara –. El de hombres es mejor – se dio la vuelta para abrir una puerta con pinta de oficina haciéndose a un lado invitandome  a entrar y así lo hice.

Era una pequeña oficina con un escritorio pequeño en el centro rodeado de muchos papeles desordenados y a cada lado de este escritorio habían otros dos aún más pequeños, en el izquierdo se encontraba un chico pelirrojo con gafas redondas leyendo algo en un libro, en su mano izquierda sostenía un lápiz con el que daba pequeños golpes al escritorio.

Del lado derecho había una chica de cabellos negros atados  con un listón azul.

Kaitlyn pasó de mi lado y se acercó al escritorio principal.

– Llevarás 11 materias, al ser duque compartes algunas con los príncipes, aquí está tu horario– me extendió un papel pequeño, lo tomé al instante y ella se recargo en el escritorio con las piernas extendidas y los brazos cruzados sobre su pecho, hecho una mirada molesta al pelirrojo quien estaba absorto en su libro para luego mirarme – ¿Qué talla eres?– antes de que pudiera contestarle miro al pelirrojo de nuevo – Joe ¿Qué carajos estás haciendo? – el pelirrojo levantó asustado la mirada del libro.

Kingdoms || Shawn Mendes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora