VII

471 51 2
                                    

ᴇɴᴄᴜᴇɴᴛʀᴏ ɪɴᴇꜱᴘᴇʀᴀᴅᴏ | VII

"¡ Moon Taeil !"

No sé en que momento, pero terminé uniéndome al juego.

Después de un largo rato, Johnny y Taeil se cansaron.
Se sentaron en el sofá observando como competíamos Lisa y yo.

— No lo haces mal para ser una mocosa de 14 años — dije burlona.

— Me sorprende que una abuela como tú pueda seguir mi ritmo — respondió de la misma forma.

La canción llegó su final.

— ¡No me lo puedo creer! — exclamamos a la vez.

El juego nos había dado la misma puntuación.

— Has sido una buena rival, a la próxima ganaré.

— Es sorprendente que hayas estado a mi altura, sin duda has mejorado — dije revolviéndole el pelo.

Me giré para enfrentar a Taeil y Johnny.
Se les notaba cansados pero tenían la boca levemente abierta.
Por el reflejo del cristal pude ver como prácticamente babeaban por mis movimientos.

Estoy acostumbrada, es el efecto que causo en la gente.

Volví de mis pensamientos cuando recordé que Taeil estaba en mi casa.

— ¡Moon Taeil! — grité asustando a los presentes por mi cambio de actitud — ¿Qué narices haces en mi casa?

El mencionado se rascó la nuca nervioso.

— Bueno... quería hablar contigo — respondió evitando mi mirada.

Fruncí el ceño.

— ¿Que parte de no quiero verte no entiendes?

— B-bueno yo...

— Sigo enfadada — dije totalmente seria.

Miré la hora en el móvil y suspiré.
Busqué un número específico en mis contactos y lo marqué.

Los demás me miraron curiosos.

— ¡Sra Moon! — Taeil abrió los ojos en grande.

— Está conmigo... — dije mirándole de reojo —. Mmju... sí, se queda a cenar... no, no... gracias y saludé a su familia de mi parte, adiós — colgué.

— ¿Qué ha sido eso?

— Cállate — dirigí esta vez mi mirada a Johnny y a Lisa —. Decidle a Seulgi (la cocinera) que preparé la cena para cuatro.

— ¿Te vas a quedar a dormir? — le pregunté a Taeil.

—¿Cómo en los viejos tiempos? — preguntó sonriendo.

— Ni creas que te dejaría dormir con mi hermana — contesté.

— Bueno, quizás otro día, mañana hay clase y yo debo llegar antes.

— Lo siento, pero no me pienso levantar 2 horas antes para ir a ese infierno como el señorito presidente — dije con burla.

— Al menos yo llego puntual y no mando a nadie al hospital — enfatizó la última palabra.

Johnny y Lisa me miraron con una ceja alzada.

Sonreí nerviosa y agarré a Taeil del brazo.

— Que gracioso eres — le golpeé suavemente —. Nosotros nos subimos a mi habitación, avisad cuando esté la cena — dije llevándome casi a rastras al rubio.

Mine, The babysitter  - 『Johnny Suh』Where stories live. Discover now