Mine, The babysitter - 『Johnny Suh』

XV

ʏᴏ ᴛᴇ ᴘᴏᴛᴇɢᴇʀÉ  | XV

"Es increíble"

Sonó el timbre indicando el descanso.
Salí del aula en busca de Ryujin  (la habían vuelto a echar de clase).

La busqué por todos los lados pero no la encontré.

"¿Dónde se habrá metido?"

Suspiré rendida.

Me encontraba en el patio, concretamente en el campo de fútbol, dónde el equipo del instituto entrenaba.

Estaba dispuesta a marcharme de ahí pero visualicé tres siluetas detrás de las gradas.

Me acerqué encontrándome con Winwin, Lia y Chaeryeong.

— Venga Winwin — ánimo la castaña.

— N-no puedo, ha sido una mala idea.

— Oh vamos.

— ¿Interrumpo algo? — pregunté divertida.

— ¡Minyoon! —me saludaron. — Lo que pasa es que WinWin es un cobarde.

—No es verdad — se defendió.

—WinWin quiere entrar en el equipo de fútbol — eso explicaba su vestimenta — pero luego siempre se echa para atrás porque le da miedo.

— ¿Miedo? — pregunté confundida.

— Es que Ten y Taeil imponen mucho — no pude evitar soltar una carcajada.

— ¿Esos dos? Pero si son incapaces de matar a una mosca — me burlé.  — ¿Y vosotras porque vais de animadoras?

—Se burlan mucho de mí , pero a ellas les dan miedo Yuna y Yeji — contestó el castaño.

— No me lo puedo creer.

¿Mis antiguos mejores amigos les intimidaban?

Por favor.

— Seguidme — no muy convencidos me hicieron caso.

Pasé por todo el medio del campo de fútbol deteniendo el juego.
Ten me miraba molesto. Al parecer había fastidiado una buena oportunidad para anotar.

Le ignoré completamente y fui con Taeil.

— Sabes que Ten te va a matar— dijo señalando al pelinegro, quién venía hacia nosotros con cara de pocos amigos.

—Taeil, este es WinWin — el mencionado sonrió nervioso.
— Quiere unirse al equipo, es muy buen portero.

— Soy delantero — me susurró.

— Quiero decir delantero, el mejor que he visto nunca. Así que podrías darle una oportunidad.

— Claro, nos vendrían bien nuevos jugadores — respondió sonriente.

— ¡TÚ! — gritó Ten a escasos metros de nosotros.

— Bueno os dejo — me giré en dirección a Ten .— Nos vemos en el club de teatro CERO — grité enfadándole aún más.

Retomé mi camino, esta vez hacia las animadoras.

Estas, habían dejado de ensayar puesto que veían entretenidas la escena que acababa de montar.

— ¿Cuántas escenitas piensas hacer hoy?

Rodé los ojos. La imbécil de Joy formaba parte del grupo.

No me molesté en contestarla puesto que Yuna la mandó callar.

— ¿Yeji os puedo pedir un favor?

Creo que era la primera vez en cinco años que les dirigía la palabra.