XIX

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ᴀᴍɪꜱᴛᴀᴅᴇꜱ ʏ ᴄᴏɴᴄɪᴇʀᴛᴏ | XIX

"Pisa el acelerador"

Minyoon

— ¿Quieres algo de beber? — me preguntó Yeji, sentándose a mi izquierda.

— No gracias.

De nuevo aquel silencio tan incómodo.

Durante el camino había estado pensado en mi relación con Yeji y Yuna.

Lo de Yeri pasó hace bastante y en el fondo ya las he perdonado. El problema es que no sé qué hacer con ellas.

Yeji y Yuna se miraron y asintieron.

— Min — me llamó la rubia.

— Queremos que vuelvas a ser nuestra amiga — tan directas como siempre.

— Perdónanos — dijeron a la vez y se agacharon haciendo una reverencia.

Verlas en esa posición me produjo risa.

— ¿De qué te ríes? — preguntó Yuna con una ceja levantada.

— No tenéis que hacer eso, no estoy enfadada.

— ¿No? — negué con la cabeza.

— Entonces, ¿nos hemos agachado para nada?

— Efectivamente — recibí un golpe por parte de Yeji.

Ambas compartieron una mirada cómplice.

— ¿Qu- ahhh — no terminé la frase ya que me atacaron haciendome cosquillas. — P-parad...

Apenas podía hablar ya que sentía que me ahogaba. Me recosté en el sofá para tratar de liberarme pero no funcionó.

— Esto por no hablarnos en tanto tiempo.

Recuperé el aire cuando se separaron.

— Te hemos echado de menos idiota — sonreí.

— Yo también.

— Abrazo grupal— exclamó Yuna.

Estuvimos poniéndonos un poco al día. Me había perdido muchas cosas que me gustaría haber presenciado.

— Oye Min, ¿quién era el chico de esta mañana? — espetó Yuna subiendo y bajando las cejas.
Mis mejillas tornaron de un color rojizo acordándome de la escena con Johnny.

— No digas que no es nadie — se adelantó Yeji.
Precisamente iba a contestar eso.

Suspiré y aparte la mirada un poco avergonzada.

— Es mi niñero — respondí —. ¡No os riáis!

— ¿Un niñero? — dijo Yeji entre risas ignorando por completo mi mandato.

— Sí, mis padres están en una investigación por medio año y le han contratado — expliqué sin mirarlas todavía.

— Parece la típica historia romántica.

—¿Romántica? — pregunté girando mi cabeza.

— Sí, por tu reacción, es obvio que amigos no sois.

Abrí la boca para contradecirla pero de nuevo Yeji se adelantó para añadir otro argumento.

— Ni se te ocurra negarlo, tus mejillas te delatan — dijo riendo.

Suspiré, no podía mentirles a esas dos.

— Está bien — cedí —. Puede, que haya algo entre nosotros — confesé y soltaron un chillido agudo —, pero no creo que llegue a nada.

Mine, The babysitter  - 『Johnny Suh』Where stories live. Discover now