Querido fan numero uno. [LaySuho]

Terminar sin comenzar.

" En comparación con el anhelo 

Date prisa para decir adiós." 

Starry Night - SuHo. 

– ¡Hyung!

Una voz suave llamando insistente resonaba entre sus sueños, su mundo parecía ser agitado enérgicamente entre la oscuridad.

–¡Hyung! ¡Despierta! ¡Hyung!

La mirada pérdida que se había mantenido en sus pies fríos se levantó siguiendo la insistente voz que a duras penas lograba reconocer, parpadeo aletargado enfocando con dificultad; Jadeó de repente resintiendo el frío clima calar en sus huesos y se aferró a las cobijas que envolvían su cuerpo más delgado.

–¿SeHun? ¿Qué haces aquí? –Interrogó, repentinamente preocupado por la presencia del chico en su habitación cuando este debería estar con su familia.

–No contestabas mis mensajes cuando pregunté si te podía visitar, tampoco respondías a las llamadas de Minho y me preocupe cuando las únicas puertas que estaban abiertas eran las de tu ventana.

Los ojos oscuros de SeHun analizaban al mayor cuando este solo asintió casi volviéndose a perder pareciendo que el suelo era la cosa más interesante de este mundo.

–Hyung. –El menor se agachó hasta quedar a la altura de su mayor llamando la atención de este.– ¿Qué fue lo que paso?

SuHo parpadeo lentamente tratando de recordar pero parecía estar en otro lado menos ahí en esa habitación sentado en la cama.– Yo, solo dormía... –Susurró aferrando sus manos a las cobijas, sus nudillos volviéndose cada vez más blancos.

Negó con la cabeza.– ¿Cinco días completos? –.Sostuvo con sus manos los hombros del mayor cuando este parecía desfallecer y abrió sus ojos con sorpresa.- Hyung, estás helado, ¿hace cuánto no cierras tus ventanas? –Cuidadosamente lo recostó en la cama y caminó hasta la ventana cerrando las puertas para luego encender la calefacción.

SuHo se hizo un ovillo cuando su cuerpo toco la cama y entonces recordó. Recordó la voz nerviosa de Lay cuando le respondía que no era su amigo, escuchó la respiración pesada de Lay, luego no hubo nada más, había cortado la llamada y después de eso no había recibido mensajes ni se había atrevido a enviar algún mensaje, ¿con que cara? Si la persona que amaba ahora sabía que era un hombre, un repugnante hombre que le había dicho en varias ocasiones lo guapo que era; era detestable, tan miserable.

–Tan despreciable. –Abrazándose a sí mismo no tardó en comenzar a temblar convirtiéndose en un manojo de lágrimas acumuladas que no había podido dejar salir en ese tiempo.

El corazón de SeHun se encogió pero sabía que si seguía insistiendo no conseguiría respuesta alguna; se mentalizó sabiendo que no era la primera vez que el mayor pasaba por un colapso como ese y estaba consciente que pasaría más en estas fechas decembrinas. Se acercó levantando el cuerpo del otro sin mucho esfuerzo cosa que le preocupó en sobremanera conteniéndose para no regañarlo, le atrajo hacia su propio cuerpo para envolverlo en un abrazo que le pudiera servir de consuelo.– Shhh, ya estoy aquí. –Murmuró SeHun y el otro pareció rendirse provocando que su llanto fuese más desgarrador, se deshizo en llanto escondiéndose en su pecho desesperadamente, aferrando ahora las manos a la espalda del menor.

Pasaron dos horas de desahogo, horas que no le parecieron suficientes pero poco a poco Junmyeon logro tranquilizar su respiración y sorbía por la nariz. SeHun no se preocupó en tomar la cobija más delgada para sonarle la nariz, torció ligeramente los labios cuando notó al otro volver a su estado aletargado, tan dócil.