Prólogo.

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Noah

25 de febrero de 2015

Mis manos agarraron la caja de cartón, era azul con flores dibujadas en ella, que estaba debajo de mi cama. Quite la tapa, y con furia coloque cada pequeña cosa que Él me había dado.

Dos meses sin saber nada, había provocado que me volviera loca. La única vía posible que mi cerebro imaginaba para que hubiera desaparecido sin dejar rastro, es que estuviera muerto, aunque mi corazón sabía que eso no era cierto pero era la única manera de no romperme aún más de lo que ya estaba.

Cuando mis manos cogieron la foto que nos habíamos sacado, me quede quieta, no podía respirar y necesitaba oxígeno para poder sobrevivir.

Miré fijamente la pequeña imagen donde ambos aparecemos. Sus manos rodean mi pequeña cintura, mientras, yo sonrío a la cámara. Era tan feliz en ese momento, y ni siquiera era consciente de ello.

Acerque la foto a la caja y la coloque allí. Luego, respirando profundamente, me quite la sudadera que tenía puesta, aún conservaba su olor, la doble cuidadosamente y la puse dentro de la caja también.

Al cerrar la caja, fue como si una parte de mi le estuviera hablando al oído. Despidiéndose para siempre.

Deje de buscarlo ese día. No había encontrado las respuestas para mis preguntas, quizás nunca lo haría.

Me rendí esa noche, deje ir ese amor que me consumía. Me prometí a mi misma que esta seria la ultima vez que lloraría por amor.

Con fuerza coloque la tapa de la caja, cerrando la caja con los últimos recuerdos que me quedaban. Volví a colocar la caja debajo de mi cama para nunca más sacarla, o eso creí en ese momento, sin saber que luego de un tiempo, los recuerdos volvieron, Él volvería.

El silencio de un secreto (+18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora