Noah
20 de septiembre de 2014
-¿Me puedes explicar esto de nuevo, por favor? -me pregunta Amelia estresada.
Desde hace dos horas que estamos en la biblioteca.
Estamos estudiando Instalaciones II, no consigo que Amelia entienda lo que hemos visto en clase, estoy a punto de explicarle por cuarta vez lo mismo cuando algo llama mi atención.
Unos profundos ojos marrones no dejan de mirarme.
Es el chico desconocido de hace una semana.
Mis ojos le inspeccionan detenidamente. Lleva puesto una camisa blanca con mangas que se amoldan a sus brazos musculosos. Los pantalones vaqueros, las convers y la chaqueta de cuero que lleva le da un aspecto sexy.
-¿A quién estás mirando? -me dice Amelia con curiosidad.
-Nada, sigamos con esto -le digo apartando la mirada.
-Ja, no me lo creo, ¿Quién es? -me pregunta Amelia con una sonrisa fanfarrona en la cara.
-Quita esa sonrisa de tu cara, Lia -le digo estrechando los ojos.
-Y tú límpiate la baba, chica -me dice Amelia muerta de la risa.
-Estúpida -le digo riéndome.
-¿Me vas a decir quién es o no? -me pregunta de nuevo.
-Vale -le digo pero cuando voy a explicarle una sombra cae en nuestra mesa.
Al levantar la mirada, chico desconocido y un chico que nunca he visto están justo delante de nuestra mesa.
-¿Que quieres Max? -le pregunta Amelia mirando al otro chico.
-Nada, solo pasábamos por aquí -le dice el chico mirando detenidamente a Amelia.
Mi amiga comienza a recoger todo rápidamente y me da una mirada para que sepa que tengo que seguir sus pasos.
Recogemos todo y nos ponemos en pie.
-No ha sido un placer verte Max -le dice con enfado Amelia al chico.
Amelia agarra mi brazo y me empuja hacia la salida.
-¿Quien era Lia? ¿Porque hemos salido prácticamente huyendo? -le pregunto
-Ese, es el estúpido de mi vecino -me dice soltando mi brazo y cogiendo las llaves de su coche.
-¿Ese es el tío que te dio calabazas? -le cuestiono subiéndonos al coche.
Solamente con una mirada Amelia me lo confirma.
Hace como un año, Amelia estaba muy enamorada de un chico pero nunca me dijo como se llamaba solamente que era su vecino. Desde pequeños habían sido amigos, y Amelia sin saber cómo se enamoró de él.
Su vecino era el típico mujeriego por lo que Amelia nunca le dijo nada, pero una noche el llego borracho a casa de Amelia y la besó.
Provocando que Amelia se enamorara aún más pero a la mañana siguiente él dijo que no recordaba nada, y Amelia humillada decidió que lo mejor era no decir nada, desde entonces dejaron de ser amigos, y Amelia no le dirige la palabra, pero en el fondo creo que aún está colada por él.
-Estúpido -dice Amelia insultando a Max.
Después de desfogarse insultando a su vecino Amelia está más tranquila.
Aparca el coche delante de una cafetería.
-Gracias por traerme Lia -le agradezco bajándome del coche.
-No hay que darlas, chica. Avísame cuando llegues a casa -me dice Amelia dado que para volver a casa tengo que coger el autobús.
Al entrar saludo a mi jefa y voy hacia la parte de atrás donde me pongo un delantal marrón, tiene dibujado en el centro una tasa que echa humo, el símbolo de la cafetería.
Comienzan a llegar los primeros clientes y voy atendiendo y sirviendo los pedidos.
-¿Que desea tomar? -le pregunto acercándome a mi siguiente cliente.
-Un café con leche, bonita -me dice una voz sensual.
Al levantar la mirada me encuentro a chico desconocido delante.
Comienzo a ponerme nerviosa, y creo que chico desconocido lo nota.
-¿A qué hora sales? -me pregunta con interés.
Armándome de valor, consigo contestarle.
-¿Para qué lo quieres saber? -le pregunto con una ceja alzada.
Me aplaudo interiormente, mi voz sale más fuerte de cómo me siento realmente.
-Quiero invitarte a cenar -me suelta chico desconocido.
Sorprendida por sus palabras, le miró detenidamente.
-Ni siquiera sé cómo te llamas, y pretendes que salga contigo -le digo dando por terminada nuestra conversación me alejo de su mesa cuando escucho su voz nuevamente.
-Daniel, ya sabes mi nombre ¿Cuando cenamos? -me dice con una sonrisa ladeada.
"Madre mía pero este chico quien se cree"
-Ni en tus mejores sueños -le digo con una sonrisa en la cara y voy a la barra para seguir atendiendo a las personas.
-Noah, han dejado esto para ti -me dice mi compañera Sara.
Me entrega un vaso de cartón, y veo que tiene una nota.
Espero volver a verte, no me doy por vencido tan fácilmente, bonita.
Una sonrisa aparece tontamente en mis labios.
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¡Hola a tod@s! ¿Que tal estáis? Espero que os guste el capitulo. Ayer no lo pude subir por problemas con el Internet.
El próximo capitulo lo subiré mañana.
¿Que tal os esta pareciendo la historia?
¡Nos leemos pronto!
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El silencio de un secreto (+18)
RomanceNoah y Daniel son dos jóvenes que estudian en la misma universidad. El destino se empeña en juntar sus caminos provocando una fuerte atracción entre ellos, que poco a poco se convertirá en algo más. Sin embargo, no todo será fácil, porque situacion...