El silencio de un secreto (+18)

Capítulo 8

Daniel

2 de noviembre de 2014

Corríamos por la calle huyendo de la lluvia. De un momento a otro comenzó a llover.

-Daniel, mi ropa se mojo -me digo Noah pegada a una pared intentado huir del agua.

Su ropa estaba empapada. El pelo se le había pegado por la cara, y con sus manos intentaba quitárselo.

Me acerque a ella.

-Nuestra ropa ya esta mojada. Da igual donde vayamos -le dije con una sonrisa.

Ella me miro, una sonrisa comenzó a formarse en sus labios.

Estirando los brazos, me eche para atrás dejando que el agua recorriera todo mi cuerpo.

-¿Que estás haciendo? -la voz de Noah se escucho como un susurro lejano.

Comencé a reírme. Éramos libres, y estábamos juntos.

Escuche su risa.

Una balada romántica comenzó a sonar.

Levante la mirada, un vecino desde su balcón nos había visto.

Di un paso hacia donde estaba Noah. Estire la mano para que se acercara.

-Vamos -le dije tirando de ella.

Noah comenzó a negar con la cabeza.

Rodee su cintura con mis manos pegándola a mi torso. Podía sentir su respiración en mi cuello.

Noah subió una de sus manos a mi hombre y alargo la otra mano para que pudiéramos bailar la suave melodía.

Solamente era consciente de nuestras respiraciones, y del agua que caía sobre nosotros.

Nos fuimos moviendo sincronizados.

Íbamos bajando por las calles al compas de la música.

Nuestros ojos se miraban fijamente. Era una burbuja mágica.

-Estás loco...-los labios de Noah rozaron mi oreja poniéndome los bellos en punta.

Era tan hermosa y había caído a sus pies como un loco sediento de agua en el desierto.

Sentí como el cuerpo de Noah temblaba bajo mis manos.

-Estas temblando -le dije en un susurro mirándola profundamente.

Ella movió la cabeza asintiendo.

Agarre una de sus manos.

-Busquemos un refugio -le dije echándonos a correr bajo el agua.

A lo lejos vimos una pequeña cabaña que parecía abandonada. Empuje la puerta y entramos.

Un sofá y una pequeña chimenea era lo único que había en el lugar. Sobre el sofá había una manta de color azul, la agarre con mis manos.

-Ponte esto por encima -le dije dándole la manta a Noah mientras me acercaba a la chimenea.

Un mechero y un poco de leña estaban justo en frente. Encendí la chimenea para que calentara el lugar y a nuestros cuerpos húmedos.

-Ven, aquí se está mejor -le dije a Noah para que se acercara.

Ambos nos sentamos en el piso cerca de la chimenea, el calor poco a poco fue inundando el lugar.

Noah se acerco a mí. Abrió la manta para que los dos estuviéramos bajo ella.

Nuestros hombros se rozaban, y sentíamos las respiraciones agitadas de cada uno.

Levante la mirada y observe a Noah, tenía la vista fija en el fuego.

-Noah -la llame para que me mirara.

Ella se giro y quedamos de frente.

-Gracias por la aventura de hoy -le dije en un susurro.

No podía apartar la mirada de sus labios.

Note como un pequeño rubor cubrió sus mejillas. Alce una de mis manos y con mi pulgar acaricie su mejilla.

Estábamos tan cerca.

-Quiero que esto nunca termine -escuche como susurraban los labios de Noah.

-Nunca se acabara -le dije con fuerza y uní nuestros labios.

Nuestros labios se acariciaban sin prisas. Sentí como la respiración de Noah se acoplaba a la mía.

Le rodee la cintura con mi otra mano para acercarla más a mí.

Noah separo nuestros labios. Pego su frente a la mía. Aun tenía los ojos cerrados y yo podía observar cada expresión de su rostro.

-¿Quieres ser mi novia? -la pregunta que desde hacia tiempo vagando en mi mente por fin salió de mi boca.

Noah abrió sus ojos. Había un brillo en ellos que cuando la conocí no estaba.

Acerco una de sus manos a mi rostro. Con su dedo índice explora mi rostro.

Cerré los ojos por su roce.

Tocó mis labios con ellos. Note como se acerco a mi oído.

-Si quiero -me dijo en un susurro.

Una sonrisa se formo en cara. Nuestros labios se unieron nuevamente sellando el momento. 

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¡Hola a tod@s! Os dejo el capitulo por aquí, espero que os guste. 

El próximo capitulo lo subiré el martes. 

¡Nos leemos pronto!