Este Fic esta echó con el fin de entretener, escogí esta pareja ya que a pesar de ser fan de los cannon, a veces me gusta hacer fics de parejas muy poco ó nada probables, admiro mucho el trabajo de Rumiko Takahashi a quien pertenece la obra Inuyasha y por lo mismo se tratara de usar los nombres originales de los personajes (Lo digo por Kagome), asi que espero puedan disfrutarlo
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Parecía un día casi como cualquier otro, caminaban tranquilamente por el bosque en dirección al pueblo de la anciana Kaede, había sido un viaje largo, aprovecharon que Kagome estaba de vacaciones en su escuela para realizar un viaje mas largo de lo habitual, querían recuperar la mayor cantidad de fragmentos de la perla de Shikon que fueran posibles, lo que provocó un viaje al norte de Japón, aun ahora tardarían una semana más en volver, el cansancio era evidente en todo el equipo, parecia que esa decisión no habia sido tan acertada, ya que al final, de los 4 fragmentos que trataron de recuperar, solo consiguieron 1, perdiendo los demas ante Naraku, asi que derrotados y con la moral baja regresaban a su hogar, deseando reponerse para volver a intentarlo, mientras caminaban en silencio, el monje Miroku fue quien rompió el silencio
Miroku: cerca de aquí hay un pequeño pueblo, porque no pasamos la noche ahí? -decía sonriente, eran obvias sus intenciones -
Shippo: estaría bien, ya me duelen mis patitas -se quejo el pequeño zorro-
Kagome: y yo necesito un baño caliente y una cama de verdad -apoyó la sacerdotisa sonando cansada y triste al mismo tiempo-
Sango que sabía las intenciones del monje solo agacho la mirada y pronunció un muy triste "suena bien"
Inuyasha por alguna razón noto la tristeza de Sango, por alguna razón los ultimos dias se sentia molesto en el modo como la trataba el monje pervertido, así que replicó contra la idea propuesta por esté
Inuyasha: debemos avanzar más, aún hay luz y no tenemos tiempo para las mañas de Miroku -sus palabras sonaron con mas enojo del común-
Kagome: pero ya estamos cansados y hambrientos, nos quedamos -respondió molesta contra el mitad demonio-
Inuyasha: cuando lleguemos con Kaede podrás bañarte -trato de convencerla en vano-
Miroku: sabes bien que no llegaremos en varios días, lo mejor es descansar -indicó el monje tratando de convencerlo-
Inuyasha: lo sé, pero podemos acercarnos mas y acampar, tú solo quieres andar de mañoso como en cada pueblo que pasamos - respondió aun mas molesto, sorpendiendo a Sango por el ataque al monje, pero eso no basto-
Kagome: dije que nos quedamos y si no te parece entonces ¡abajo! - dijo colėrica para ganar el argumento-
Así comenzaron a caminar rumbo al pequeño pueblo que estaba ubicado a la orilla de un río, dejando atrás a Inuyasha que trataba de levantarse, la única que lo esperó fue Sango, que le ayudó a ponerse de pie
Inuyasha: no hacía falta que me ayudaras,- dijo con su habitual tono mal humorado -
Sango: solo pasaba por aquí, por eso lo hice - dijo restando importancia a la acción-
Una vez se levantó, caminó junto a la cazadora hasta el pueblo, cuando llegaron, Miroku ya había usado su charlatanería para convencer al jefe del pueblo que necesitaban un exorcismo y que él haría el trabajo a cambio de su hospitalidad por una noche, el jefe aceptó sin pensarlo, al ser un pueblo pequeño, solicitó que algunos aldeanos abrieran las puertas para hospedar a las chicas, mientras los hombres dormirían en una cabaña especial donde se quedaban todos los hombres solteros.
Después de instalarse, acudieron a cenar, en esa aldea todos los habitantes realizaban juntos todas sus comidas del día alrededor de una hoguera en el centro del pueblo, lugar donde Miroku aprovecho el momento y solicitó a varias señoritas que tuvieran un hijo suyo, situación que hacía que Sango se sintiera mal, ya que recordaba como el monje le pidió tener sus hijos una vez acabaran con Naraku y que le sería fiel, promesa que parecía no importarle, al ver esto, la cazadora se levantó y se retiró
Sango: Ya me llene, gracias por la comida, - se notaba la tristeza en su voz-
Se levantó y se fue a la choza donde dormiría junto a Kagome, acción a la que nadie le tomo importancia, excepto Inuyasha, que aunque no dejo de comer sin dar espacio a respirar, veía con enojo al monje pervertido, que manoseaba a las chicas que estaban alrededor suyo, últimamente parecia haber mejorado su suerte con el sexo opuesto y no dudaba en aprovechar esto, pero una vez acabada la cena, debían ir a dormir a la dichosa cabaña, aunque cierto hombre demonio decidió que no dormiría junto a los demás hombres y salió del pueblo argumentando que volvería por la mañana.
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Sango X Inuyasha, Mis verdaderos sentimientos
FanfictionEs una historia alternariva con una pareja poco común, Sango comienza a dudsr de su relación con el monje Miroku, mientras Inuyasha ya no esta agusto con el modo en que lo trata Kagome