No te vayas nunca o volverán las dudas

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La mañana está aún en silencio y la rubia suspira. Kara Danvers no es una persona propensa a la negatividad. Quien la conoce, sabe que la joven se asegura de mantener una mirada optimista hacia la vida, pero en este momento, sin Lena Luthor en la oficina del herpetario, su lugar favorito en el mundo se le antoja aburrido y sin color alguno. 

El día se le pasa lento, a pesar de que lo ocupa con las obligaciones de ambas. El papeleo del día es una tortura sin la eficiencia de su amiga y mientras recorre el herpetario, no puede evitar mirar hacia la oficina, donde cualquier otro día Lena estaría sonriéndole desde la silla frente a la computadora. La extraña. Mientras intenta limpiar las primeras jaulas del día, Lena. Mientras alimenta reptiles carnívoros, Lena. Mientras intenta organizar el pedido de suplementos de higiene para la quincena, Lena. Mientras lee un artículo terriblemente equivocado que busca desacreditar la idea de que los sinfítos son himenópteros, Lena.

Lena, Lena, Lena. Ya no hay algo más en su cabeza que los ojos de Lena, la sonrisa de Lena, las manos de Lena. Kara Danvers se está enamorando y a veces, es agotador.

En el sopor del día, la rubia tamborilea los dedos aburrida en el escritorio, cuando la cabeza de Alex aparece por la puerta.

—Hey, ¿todo bien? —Kara asiente— Este lugar está muy solo, ¿no?

—El herpetario no es muy popular cuando hay show de aves —Kara se encoge de hombros, sin entender a su hermana. La joven ríe.

—Yo sé eso, Kara, me refería a Lena. Winn me dijo que no vino hoy.

—Ah, sí —la joven sonríe triste— al parecer, está enferma.

Alex asiente y se sienta a su lado.

—Jonn me dijo que viniera a ayudarte, ¿necesitas algo? —Kara niega con la cabeza.

—Todo está terminado —explica y Alex asiente.

—¡Bien! Entonces voy a —Alex comienza a levantarse, pero Kara la interrumpe.

—¿Puedo preguntarte algo?

—Claro —la joven se acomoda de nuevo en su silla y mira a Kara con atención— ¿Qué pasa?

Kara parece meditar sus palabras.

—¿Cómo invitaste a Maggie a salir por primera vez? —dice finalmente. Alex la mira curiosa. Su rostro esconde una pequeña sonrisa, pero la joven se mantiene libre de juicios.

—Bueno —Alex se rasca la barbilla, haciendo memoria sobre su ex-novia— En realidad, las cosas fueron bastante orgánicas entre las dos —explica— comenzamos a pasar mucho tiempo juntas y había mucha química entre nosotros, todo parecía ser una amistad muy agradable, hasta que... me besó —Alex sonríe, recordando— y tuvo sentido, ¿sabes? No estuvo mal, estuvo... estuvo muy bien —Kara hace un gesto de asco— ¡No así! Quiero decir, se sintió correcto.

—Ya veo... —Kara se muerde el labio, pensativa y luego frunce el ceño. Alex se echa a reír.

—Si quieres invitar a salir a Lena, solo llámala —dice, entregándole su teléfono celular, hasta entonces en la mesa frente a ellas.

Kara suelta un pequeño chillido de sorpresa.

—¿Cómo lo supiste?

Alex levanta los brazos exasperada.

—¿Por que es obvio? —contesta riendo— Nunca te había visto sonrojarte tanto como cuando estas con ella, ese día en el auto de Winn pensé que te ibas a derretir —Kara le golpea el hombro indignada— Solo invítala —Alex se encoge de hombros, riendo— ¿Qué es lo peor que puede pasar?

El momento más felizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora