CAPITULO 5

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—¡Vamos Lu! — Mi hermano mayor me gritó desde el inicio de las escaleras. —¡Vamos a llegar tarde!

—¡Ya voy! — Le contesté. Agarre mi cabello en un moño alto. Tomé el primer suéter que encontré y recogí mi mochila del piso. Me desperté un poco tarde. Además, eran los efectos del lunes por la mañana. Odiaba los lunes.

Bajé corriendo las escaleras y encontré a un André muy furioso esperándome en la puerta de la casa. Le brinde una pequeña sonrisa de disculpa cuando me vio.

—¡Adiós mamá! — Grité. No espere respuesta de su parte y salí de la casa.

Nos subimos al auto de mi hermano, rumbo a la escuela. Desde que André obtuvo su permiso de conducir se convirtió en mi chófer personal, estaba obligado a cumplir mis deseos y si se negaba, lo acusaba con mi mamá y ella le quitaba el auto. Que buenos tiempos, pensé. Ahora que tengo 16 años y puedo conducir, mi querido hermano se ha librado de mí, ya no tenía la obligación de llevarme. Solo nos íbamos juntos a la escuela. A veces se olvidaba de mí en la salida y me tocaba caminar. Odiaba no tener auto propio. Odiaba compartir auto con mi hermano.

—¿Pasaremos por Abigail? O te volvió a dejar plantada — André se burló.

—Me planto — Me limité a decir. Ya había pasado una semana. Y esta era la cuarta vez que mi amiga me daba una excusa muy mala para no pasar por ella. No quise indagar en busca de respuestas, sabía que tarde o temprano me iba a decir que estaba pasando.

Mi hermano dejó salir una gran carcajada, burlándose de mí.

Estábamos a punto de entrar a la calle donde vivía Abby. Cuando a lo lejos, divise un coche aparcado fuera de su casa, entrecerré los ojos para obtener una mejor visión, por desgracia falle. Odiaba tener miopía. Al parecer odio muchas cosas.

—¡PARA! — Mi grito resonó por todo el auto.

—¡Que! ¡¿Que paso?! — Mi hermano me respondió también gritando.

—¡Dije que pares!

Mi hermano se orilló y hundió su pie en el freno, provocando que casi me estrellara con la guantera el auto, por suerte alcance a frenarme con mis manos. Una vez que me estabilicé, coloqué mi mochila en mis piernas, la abrí y saqué el estuche de mis lentes. Me los coloque y me enfoque en aquel auto fuera de la casa de mi amiga. Sin duda ese no era el auto de su papá. Aquel auto era negro y se veía muy moderno. ¿Qué está pasando aquí?

Observé como Abigail salía de su casa con una sonrisa plasmada en su rostro, justo en ese momento la puerta del misterioso auto se abrió, de él salió un muy apuesto sujeto de cabellera rubia. Vestía con unos jeans negros y llevaba una chaqueta de cuero negra. Él era muy alto, verdaderamente alto. Se acercó a mi mejor amiga, la rodeo por la cintura y la beso. Si la beso.

—¡Aahh! — El grito de sorpresa de mi hermano hizo que volteara a verlo. El estaba tan impactado como yo. Se encontraba mirando la escena. —¿La beso? — Me preguntó con incredulidad volteándome a ver.

—La beso — Afirme.

—No sabias de esto ¿Verdad? — Negué con la cabeza. Volteé de nuevo hacia el frente. Mi amiga y su misterioso "novio" se subieron al auto, a los pocos segundos el auto se puso en marcha dejándome atrás en completo shock.

Mi hermano prendió el auto y continuamos nuestro camino. Estábamos en completo silencio, yo aún trataba de asimilar lo que acababa de ver. 

—Él es muy apuesto — Opino mi hermano rompiendo el silencio.

—Lo es — Coincidí con él, aun mirando al frente con la mirada perdida.

—Se viste muy bien.

¿Por qué a mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora