¿Por qué a mí?

CAPITULO 13

—Lu ¿Puedo pasar?— André me preguntó desde el otro lado de la puerta.

—No tengo opción, igual pasaras si te digo que no.

 —Tienes razón— Mi hermano abrió de golpe la puerta y entro a mi habitación como Pedro por su casa. —Pero soy un chico muy educado— Dijo con soberbia. Yo solo rodé los ojos como respuesta.

Sabia a que había venido; trataba de sacarme información del porque ignore a Dan y a John toda esta última semana de clases, no había contado nada de lo que paso en la casa de Emma excepto a Abby, ella noto lo triste que estaba el lunes y me insistió todo el día hasta que me rendí y le conté lo que paso. Terminé en los brazos de mí mejor amiga llorando como una bebé.

Karla y Emma también notaron que estaba muy triste, y me preguntaron por John todos los días de la semana, pero evite el tema a toda costa.

—André, ya te dije que no estoy lista para hablar de eso, no sigas insistiendo— Le reproche con molestia,

 —No hace falta, ya lo sé todo— Menciono, mientras se sentaba en mi cama.

—¡¿Qué?!— Pregunté sobresaltada, me reincorporé hasta quedar sentada en mi cama frente a mi hermano, quien estaba por soltar una carcajada.

—Tu cara es tan graciosa cuando te sorprendes, desde que eras una bebe me gustaba asustarte para reírme de tu cara... que buenos tiempos— Culmino con un suspiro, recordando nuestra infancia.

—Sí, lo recuerdo, era yo esa pobre niña asustada— Dije de mala gana. Mi hermano se acostó en mi cama y se quedó unos segundos en silencio. 

—Dan me lo contó todo— Su voz era suave.

—Que chismoso— Bufe.

—De hecho yo fui quien le insistió, era obvio que el también tenia algo que ver, esta semana estuvo muy raro y distraído, el entrenador lo regaño en frente de todos. Se llevó una paliza en el entrenamiento y apuesto lo que quieras a que su papa le dio otra en su casa— Los dos reímos por eso, su papa es un gran tipo, pero cuando se trataba del fútbol se ponía muy estricto con Dan, una vez nos contó que lo persiguió con su zapato en mano por toda la casa por faltar a un entrenamiento. Nada de qué preocuparse el entrenador Rodríguez es inofensivo.

—Y ¿Qué opinas de esto?— Le pregunte temerosa después de un rato, me asustaba su respuesta. 

—Que Dan es un completo idiota, ¿A quién se le ocurre mandar notitas? ¿Cuántos años tiene, 12? Pudo confesarte sus sentimientos desde un principio y no hubiera pasado nada con John, el pobre también la ha de estar pasando muy mal.

—¿Que sabes de el?—Le pregunte en voz baja.

—Nada, pero no fue a clases en toda esta semana— Eso explicaba porque no lo había visto por los pasillos, pero lo relacione con que ambos tratábamos de no toparnos en la escuela.

Me sentí peor al escuchar eso, él debía de estarla pasando muy mal por mi maldita culpa, mi vista se comenzó a nublar, pero me restregué los ojos tratando de evitar que el líquido salado recorriera mis mejillas. 

—Me siento un asco de persona André— Confesé después de unos minutos de silencio. Mi hermano se aproximó a mí y me envolvió en sus fuertes brazos, haciendome sentir protegida, lagrimas silenciosas salieron de mis ojos.

 —Hey, no digas eso, porque no lo eres. Tu eres una gran chica, una muy hermosa con un corazón hermoso, y ¿Sabes que más eres?—Pregunto, yo negué con la cabeza hundida en su pecho. —Eres una humana, y todos los humanos cometemos errores, errores de los cuales después aprendemos y nos llevamos una maravillosa lección. Tomate tu tiempo, piensa bien las cosas y veras como todo se arregla— Sus palabras tuvieron un gran efecto en mí, de inmediato me sentí un poco mejor. Trate de tranquilizarme y me limpie las lágrimas y los mocos en la camisa de mi hermano.