19.- Veneno

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En la Hacienda Montenegro se celebraba el compromiso de Rafael y Francoise cuando Ángel dio un anuncio que sorprendió a toda su familia

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En la Hacienda Montenegro se celebraba el compromiso de Rafael y Francoise cuando Ángel dio un anuncio que sorprendió a toda su familia.

Á: yo también voy a casarme... Abel está esperando un hijo mío y me casaré con él...

Damián fue el primero en intervenir: ¿qué dices hijo? pero te has vuelto loco...

Helena, la madre de Abel, contestó: su hijo no está loco, está actuando como un caballero... acepta su paternidad y tiene que cumplirle a mi Abel...

Ángel se dirigió a la mujer: señora, le pido que usted y Abel se vayan... esto es algo que sólo yo tengo que hablar con mi familia... ya hemos llegado a un acuerdo y le aseguro que cumpliré mi palabra...

H: así lo espero Ángel... vámonos Abel...

Abel con voz temblorosa se despidió de todos diciendo: buenas noches, hasta luego...

Una vez que ambos salieron de la casa, Damián volvió a cuestionar a Ángel...

D: ¿de qué se trata todo esto? no entiendo nada...

Á: es muy simple, Abel está esperando un hijo mío y tengo que aceptar mi responsabilidad...

D: y celebro que así sea, pero no estás obligado a casarte... ese muchacho ya es mayor de edad y sabía lo que hacía...

Gabriel intervino: tu papá tiene razón hijo... piensa que el matrimonio es algo que debe hacerse no por obligación sino por convicción, de lo contrario será un matrimonio condenado al fracaso...

También Rafael dio su opinión: hermano, si te casas con Abel cometerás la peor tontería del mundo... tú no lo amas y él es un chiquillo caprichoso y mimado, además ¿qué garantía tienes que en verdad el hijo que espera sea tuyo?

Ángel respondió: ese niño tiene que ser mío porque Abel no ha estado con ningún otro hombre más que conmigo, estoy seguro de eso... y tú no puedes asegurar que no lo amo...

El musculoso pelinegro dirigió su mirada a Francoise, que sentado observaba y escuchaba todo lo que pasaba.

Á: en los últimos días me he dado cuenta que Abel me ha demostrado un afecto absoluto, quizás parezca obsesivo, pero para él soy el hombre más importante de su vida y ahora que está esperando un hijo mío todo cambia...

El francés sentía que le dolía el pecho al escuchar las palabras de Ángel, no entendía por qué, pero decidió no continuar en la sala, por lo que poniéndose de pie dijo: lo siento, pero será mejor que me retire, este es un asunto más familiar y yo no tengo nada que hacer aquí...

Los Montenegro (Tierra de Pasiones 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora