4.- ¿Encuentro destinado?

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Los rayos del sol iluminaban a Tierra Caliente llenando de un ambiente caluroso a todo el pueblo

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Los rayos del sol iluminaban a Tierra Caliente llenando de un ambiente caluroso a todo el pueblo... sólo en un lugar corría un viento fresco, un espacio lleno de tranquilidad... es donde reposan aquellos que se adelantaron en el camino... el cementerio.

En una de las muchas tumbas se encontraba Juan, quien terminaba de colocar las flores en el sepulcro de su padre, este día se cumplía un aniversario más de su muerte... su padre nunca fue bueno con él, pero a pesar de todo era la persona que le dio la vida.

Juan es ahora madre de tres hijos y aunque su adolescencia no fue fácil, ahora vive tan feliz junto a su marido Tadeo y el resto de su familia que le agradecía a su padre por haberlo traído a este mundo... luego de orar y persignarse, Juan se dirigió a la salida del cementerio.

Casi en la salida del panteón se encontraba el mausoleo de la familia Montenegro y parado observándolo con una mirada melancólica estaba Andrés Duarte... Juan se percató de la presencia de ese hombre desconocido y se acercó.

J: buenos días joven, ¿busca usted a alguien?

El pelioscuro volteó a ver a Juan y contestó con voz ronca: ehhh no... sólo observaba que esta es una de las tumbas más bellas del lugar... debe pertenecer a una familia muy importante...

Juan sonrió y dijo: así es joven... usted no es de aquí ¿verdad?

A: no, llegué a Tierra Caliente hace pocos días...

J: pues espero que su estancia sea agradable joven...

A: es usted muy amable señor, ¿podría decirme su nombre?

J: claro que sí... me llamo Juan de Montenegro...

La mirada de Andrés cambió al escuchar el nombre, sus ojos se tornaron fríos y se quedó paralizado.

J: lo dejo joven... hasta luego...

Andrés no respondió, en su mente únicamente se repetía: Juan de Montenegro, él es Juan... él es Juan...

Una vez que el amable hombre había salido del panteón, Andrés tocó la placa del sepulcro en el que decía el nombre de Lucio Montenegro.

A: Juan también es culpable de tu muerte papá... él también conspiró para acabar con tu vida... él también es culpable de mi desgracia y al igual que todos va a pagar... te juro que los Montenegro van a caer por mi propia mano...

 te juro que los Montenegro van a caer por mi propia mano

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Los Montenegro (Tierra de Pasiones 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora