CAPITULO 16- Se que lo harás, me amarás igual

65 2 0
                                    

°°°°°°°°°

- ¿Dirás algo?

- Pues... Felicidades. - Guardó silencio, jugando con los dedos de sus manos entrelazadas. – No es mío ¿Verdad?

- ¡Claro que no es tuyo idiota! ¿Qué dices?

- No entiendo el motivo del llamado para tal noticia ¿Es privado? ¿Es un delito? Es... - Su mente dijo bingo, cambió su rostro confundido por uno pasmado. - ¿Es de Yuuma?

- ¡Que no! ¡Este bebé es de mi marido! ¿Qué demonios?

- ¡Es que no termino de entender el misterio!

- Bien, solo quería decírtelo como un amigo ¿Sabes lo difícil que es reunir a más de 3 personas adultas hoy en día?

- No.

- ¡Pues claro que no! Eres un ermitaño.

- Bien. Felicidades, espero que sea un bebé sano, y que no te duela tanto cuando esa sandia salga por el hueco de una naranja.

- Se dice de un limón. - Corrigió con un tono hastiado. -

- Vamos, entre nos, sabes que no es de un limón...

- Esperaba que fueras amable, no cruel. - Se cruzó de brazos, insatisfecho. -

- Es parte de mí.

- Iba a replicarle, pero una tercera presencia le provocó un sobresalto. - Wow.

- ¿Qué? - Confundido, volteó hacia donde estaba la atención del ligeramente intimidado omega. - Oh... Hola Len.

- Hola Kaito.

- ¿Qué haces aquí? Y aquí, aquí en la ciudad. Solo. Y acercándote aquí.

- Ah, no mucho, dando una vuelta, pensando, viendo alrededor y dándome cuenta de que mis padres ¡Han estado medicándome!

- El mundo atenta contra mi sin motivo... - Dijo implorando clemencia, con un gesto de incomodidad plasmado. -

- ¿Qué hacen tú y Mikuo aquí?

- Tranquilo niño, solo conversaba con él sobre mi bebé.

- ¿Bebé? - Repitió esa singular palabra, consternado. -

- (No lo hizo...) Len. No es lo que podrías pensar.

- ¿Me están drogando para que puedas tener algo con...? ¡Este!

- ¡Hey!

- Se más respetuoso. - Pidió Kaito con un semblante inerte. -

- ¿Por qué? ¡Nadie está respetando mis derechos humanos! Te dije que debíamos acordar algo y lo que hiciste fue ir con mis padres para medicarme a mis espaldas ¿Creíste que no me iba a dar cuenta? ¡Oh sorpresa! Lo hice, perra.

- ¿Cómo me llamaste? - Le había ofendido con éxito. -

- Kaito... Creo saber lo que tiene. Relájate. - Tomó su brazo amistosamente para captar su atención, pero el gesto no pasó desapercibido por el rubio, quien lo apartó con un brusco empujón, no toleraría ver que alguien más tocase al peli azul. -

- ¡Tú no sabes nada! ¡Zorra!

- Oh no, no lo hiciste mocoso de mierda.

El recuerdo sigue con un omega exaltado por la abrupta interrupción a su medicación dando guerra a un omega impregnado, luego de que comenzara la disputa llegó la policía del centro comercial para separarlos, después Kaito trató de salvar a un policía que subestimó al joven rubio, lo mantuvo apartado hasta que llegó una ambulancia que controló su estado de histeria. Kaito lo recordó todo, hasta el momento en que pudo regresar a casa, no sin un montón de arañazos que le dio el menor mientras le ponían un calmante que lo derribase.

✨Once upon a dream, my dear✨|KaiLen| •Omegaverse•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora