CAPITULO 19- Aconteció en mi sueno ideal

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El cielo carecerá de luna esta noche, mientras que una brisa otoñal transportará toda partícula olorosa que el aire pesque a lo largo del mundo. En algún almacén se abastecen de la tan ansiada moda invernal, las cafeterías preparan promociones que atraerán a los clientes hacia la cálida instalación y las farmacias se vuelven productoras de dinero gracias a los betas, quienes desarrollan muchas alergias durante el comienzo de la estación.

En un pacifico vecindario, dentro de una maravillosa casa que me encantaría habitar, padres e hija están por culminar su cena.

- Ya va a terminar de ocultarse el sol ¿No ha salido tu hermano? -Se gira sobre su asiento para mirar con aflicción la puerta que da al cuarto de su hijo, no se enteró de él en toda la cena. -
- No mama. No le he visto salir.
- Hmn. Mi niño.
- Está bien. "Debe estarla pasando bien..." – Indignada, su madre golpeó la mesa para llamarle la atención. -
- Rin, sabes lo incómodo que resulta ser el celo.
- Solo cuando no consigues controlarlo ¿Qué tan difícil puede ser con sus nuevos-...?
- Rin. -Masculló al mismo tiempo que hacía referencia a la presencia de su esposo, un alfa, lanzando una rápida mirada con sus bellos iris azules. - No se habla de eso en la mesa.
- ¡Tú sacaste el tema!
- Vamos hija, no provoques el pudor de tu madre. -Sugirió su padre, totalmente indiferente a que comenzasen a hablar "cosas de omegas" enfrente de él. -
- Psh. Iré a darle un vistazo. -Dejó caer la servilleta que ensució con brillo labial y la poca salsa que empapó su boca, poniéndose de pie para dirigirse a la habitación del Kagamine menor. -
- ¡Señorita! -Quiso detenerla, pero la mano de su marido le detuvo. -
- Déjala Lily, hay mucha confidencia entre ellos.

Sin escrúpulo, Rin dio unos sonoros toques a la puerta. Ella sabía que no sería escuchada por Len con solo unos golpesitos a modo de llamado, no cuando el chaval se encontraba encerrado con el propósito de masturbarse.

- Len~ ¿Sigues ocupado hermanito? Tu "amigo" no se va a ir a ningún lado si lo dejas un ratito, debes comer algo. -Tal como lo esperó, no recibió respuesta. – Beber algo caliente también te ayuda a lidiar con los escalofríos. Ya relájate con ese método ¡Te vas a deshidratar! -Aun no recibía una respuesta, a través del rabillo del ojo observó lo que hacían sus padres, quienes ocupados con la tarea de levantar la mesa no prestaban atención a sus acciones, con descaro sacó la copia que poseía de la llave que abre la puerta de Len, pretendiendo para sus progenitores que le habían dado el paso. – "Oh, al fin abres hermanito ¿Qué? Que ¿Quieres hablar de algo? ¡Ok! – ¡Pum! Cerró la puerta, apresurada. -
- ¿Se da cuenta de que no engaña a nadie? -Cuestionó Leon a su consternada mujer con una sonrisa enternecida. -
- Déjala ser, sus formas han mantenido vivo a nuestro hijo después de todo. -Respondió resignada, amontonando los platos para fregarlos. -

Ya estaba dentro de la habitación, giró su cuerpo con lentitud, recargándose sobre la pieza de madera, precavida al posible desmayo que causaría el asombro de ver algo perturbador con sus ojos sacros al inmiscuirse de esa forma, respiró con alivio cuando descubrió que, esta vez, su hermano estaba cubierto por una manta.

Len cubría la parte superior de su rostro con un brazo, removía sus extremidades inferiores contra la cama y emitía suaves gemidos. Durante su celo, Len padece una gélida sensación que persistía en invadir su cuerpo pese a los esfuerzos hechos por mantener sus piernas abiertas y así recibir el estímulo del juguete erótico en su interior, el muchacho consolaba la ausencia de compañero sexual para lidiar con su celo. Jadeaba por el cansancio, su mente ya contemplaba la rendición más sin embargo su cuerpo aun pedía por el superficial placer que las vibraciones le daban en su intimidad.

- ¡Cielos! ¡Sudas como dumpling en olla!
- Hah... ¿De nuevo a arruinar...Mi apetito?
- ¿Cómo puedes sudar tanto si tienes frio?
- E-es... Estoy caliente ahora, pero... Hah... Si me detengo volverá.
- No pensarás en dormir con eso dentro de ti ¿Oh sí?
- No lo sé Rin. Me restan 2 días de celo, es peor que la última vez...
- Definitivamente no irás a la escuela.
- Claro que no... Ah-hah...Ah... Y-ya mandé una notificación... A mi líder de cur-so...
- Se apresura a ponerse al lado de la cama a la vez que dirige sus manos contra su pecho. - ¿Quieres que te ayude en algo?
- ¡Ah-ahléjate, pervertida!
- ¡Ayyyyy! ¡Algo más! ¡Traerte tu cena aquí por ejemplo! Si te da pena salir con eso dentro de ti puedes comértelo aquí a tu tiempo. Así dejarás de angustiar a nuestra madre y te mantendrás nutrido.
-Justo en ese momento sufrió un pequeño orgasmo, cuando se despabiló del evento, respondió hastiado a su "molesta" hermana. En estado de celo, cualquiera que no fuese su alfa no era bien recibido, pero apenas pasado el estado irracional, agradecía que ella estuviese ahí para él. – Bien, bien. S-sí.
- Evitó mirarlo con lastima, palmeó su cabeza con la distancia necesaria. Habló con su mejor tono maternal y su debido toque sarcástico. - Te traeré un garrafón de agua y un poco de media olla de verduras. -El chico se giró de lado, escondió su rostro en la almohada humedecida por el sudor, ya le había consentido traerle algo ¿Qué más quería de él? ¡Le interrumpía la imaginación! Orgullosa, la joven expresó otra broma. – LenN KuUun~, ¿Tienes llamada? Algo hace "Bzz-bzz", oh, no es tu alfa~, es tu dil-...
- ¡RIN! -El gruñido le asustó, haciéndola pegar un brinco hacia atrás y correr despavorida a la salida. -
- ¡También te amo! -Sin más, se lanzó a cumplir su misión. -

Aquella vez que estuvo en casa de Kaito, lo único que le dejó experimentar fue la ansiedad de no conseguir meterse a la cama de peli azul (con el fin de doparse con su aroma, como alguna vez lo hizo) ni tampoco poder presenciar el torso desnudo del mayor, nada de eso pasó. En cambio, fue tal y como lo habían acordado, se hicieron compañía para realizar sus deberes, más tarde, Kaito lo acondicionó en una habitación extra, para después quedarse a solas hasta la madrugada, terminados sus pendientes pasó a su habitación, a la que Len no pudo colarse porque le había puesto llave. Jamás había sentido tanto coraje porque no le faltasen al respeto, pero tampoco tenía las agallas para decirle ¡Ey tú! ¡Te deseo, házmelo ahora!

Respecto a su hermana: La adoraba, okey, debía admitirlo, aunque de no ser porque el celo nublaba su raciocinio estaría echándola a patadas gracias a la vergüenza, jamás permitiría que su hermana le viese hacer tan embarazosa actividad con sus 5 sentidos despiertos. No era lo mismo con su madre, incluso detestaba verla, algo en él se retorcía porque dijera algo como "te entiendo" ¿Cómo lo entendería? Ella si tenía un alfa con quien pasar su celo ¡Ni siquiera tenía celo ya! Al menos Rin pasaba por algo similar en sus celos, cuando la omega se negaba a ser activamente sexual con su novia de 3 meses y recurría a usar sus propios juguetes para secundar sus supresores. Por alguna razón (Anda, su alfa destinado mandándolo por un tubo cada que le quería besar) sus periodos de celo eran más intensos y sofocantes que los de su melliza.

Sin percatarse de cuando sucedió, cayó en un sueño pesado. Así fueron los días restantes, no abandonó su habitación por ningún motivo, su gata quedó bajo el cuidado de sus padres y su hermana cumplía el papel de proporcionarle comida y agua. Al concluir su celo, esta le ayudó a hacer el aseo de todas las piezas del set de cama, incluso fregaron el piso juntos, además de ponerle una nota en su agenda que le recordase comprar baterías nuevas para su vibrador.

Al fin podría volver a clases, sería un regreso agotador pues sus simpáticos compañeros estarán llenándolo de preguntas sobre el tema.

- ¿Enfermaste? ¿Saliste de la ciudad? ¿Te fugaste con alguien? ¿Te duele algo? Parece que no puedes sostenerte de pie ¡Debiste descansar un día al menos!
- Estoy bien. Gracias por preocuparse.
- ¡Oye pero que cara! ¡Sin duda no la pasaste nada bien!
- ¡PUES NO! ¿COMO SE SUPONE QUE TE LA PASAS BIEN CUANDO SOLO QUIERES HACERLO Y NO TE DAN BOLA? -Consciente de lo que su omega decidió expresar, lanzó con fuerza la puerta de su casillero para escapar a gran velocidad, había dicho eso con irritación, honestamente, estaba avergonzado. -

Necesitaba el aroma de su alfa, requería saber algo de él, exigía escuchar su voz un poco. El sonido de una llamada entrante le crispó, preguntándose si era tan digno de que su capricho se cumpliese de inmediato.

- ¿Ho-hola?
- Len. Soy Kaito.
- Lo sé, por eso contesté tan rápido.
- ¿Qué?
- Ig-ignórame, soy un idiota.
- Okay... ¿Cómo has estado?
- ¿Yo? Uhm... ¡Bien! He estado bien.
- Te llamé hace unos días, pero no contestaste. Después no pude insistir y pensé que enviarías cualquier cosa para contactarme de vuelta ¿Seguro que estás bien?
- (¿Llamó...? ¡No revisé mi teléfono en absoluto desde que comenzó mi celo!) ¿E-enserio? No me di cuenta. Disculpa.
- ¿Entonces estás bien?
- Si. Solo un poco ocupado. Ya sabes, la escuela, jajaja, es muy exigente ¿Cierto?
- Si... Bueno, si te sientes bien entonces creo que puedo hacerte una invitación.
- ¿Invitación? ¿Por qué debería decirte que sí?
- Hace mucho no te veo, pensé que accederías sin preguntas. No sabía que eras desconfiado Kagamine.
- Guh... También quiero verte, pero hoy no puedo.
- No te he dicho un día...
- Ah, sí, por supuesto que no, que tonto ¿Qué día dices que es?
- El día en que estés libre.
- Hmn... Yo tampoco sabía que tenías un lado cínico.
- ¿Qué quieres decir?
- ¡Está bien! Puedo verte el fin de semana.
- Excelente ¿Puedo verte en la ciudad?
- Si, dime en donde y te veré ahí.
- Maravilloso. Hasta entonces.
- Oye, pero me dirás en dónde o-... ¿Colgó?

Algo en él reconocía lo que andaba mal con Kaito, lástima que gracias a su inseguridad ese tema quedó silenciado, excelente, no pensaría en eso hasta tener otro tipo de alarma. Pasó los días adquiriendo conocimientos sobre las artes, discutía con su infantil hermana por cosas absurdas y era paciente con los sermones diarios de su madre. Además, meditó acerca del día en que hablaría con Kaito sobre su rutina de medicación hormonal.

Quizá, si el asunto que el mayor quería hablar no era tan serio, podría revelarlo en la próxima cita.

Quedaron de acuerdo en verse frente a una tienda de ropa, una tienda donde su hermana solía adquirir sus conjuntos, el sitio donde estaba la banca preferida del alfa para degustar un bubble wafle con helado. Al divisar la presencia de su alfa no se contuvo el ir a su encuentro para abrazarlo con todas sus fuerzas. Caminó a su lado sin preguntar absolutamente nada de su destino, tan solo lo seguía.

- Ugh ¿No habría sido más rápido si hubiésemos tomado un transporte?

✨Once upon a dream, my dear✨|KaiLen| •Omegaverse•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora