016: tormenta de celos

25 2 0
                                        

I R R E A L

Karol

— Enserio, amor.. tengo que ir a grabar. — insistí, habíamos estado toda la mañana discutiendo porque él no quería que me fuera a grabar, porque según él, quería pasar más tiempo conmigo.

Obviamente que es solo una pelea absurda.

— Está bien, pero regresás pronto, ¿eh? — se acercó a mí y dejó un corto beso en mis labios, yo sonreí y salí del camerino.

Hoy grabaría la escena de cuándo Michel le roba un beso a Luna. La verdad es que Esteban era buen amigo, me la pasaba muy bien con él.. aunque procuro no hacerlo tanto.

Al llegar, repasamos nuestras líneas y después escuchamos el típico, "¡Acción!" de parte del director, ya comenzaríamos a grabar.

Después de unos minutos, terminamos y a lo lejos pude ver a Ruggero, quién me miraba con la misma expresión de cuándo una madre regaña a su hijo después de haber echo alguna travesura, tenía las manos en forma de puños y cómo era de esperarse, se fue corriendo.

Espera.. ¿se fue corriendo?

Le susurré algo a mi mamá y le pedí que me excusara un momento con el director. Busqué a Ruggero por todo el set de grabación, hasta que lo vi en la cafetería, abrazado con Valentina.. ¿qué era esto que comenzaba a sentir?

De pronto sentí que me hervía la sangre, sentí unas ganas de golpear y destrozar todo a mi alcance.. jamás me había pasado algo parecido, esto es nuevo para mí. Era cómo sí todo mi interior estuviese hirviendo en yamas.

Ese sentimiento: Celos.

Los celos, es un sentimiento que te ciega la razón y te impide ver las realidad que las cosas. Te hace crear historias en tu cabeza sobre algo que está pasando, empiezas a imaginarte las peores cosas sin darte la oportunidad de saber la verdad del asunto. Ese sentimiento te hace sentir que esa persona a quién tú amas, siente atracción por otra, o simplemente empiezas a ver cosas que no son. Es de muy mal gusto..

Ruggero me observó de reojo e iba caminar hacia mí, pero yo lo esquivé y me fui directo a mi camerino. Sentí que alguien me seguía, pero ignoré ese hecho, los celos se habían apoderado de mí y ya no podía reaccionar correctamente.

De pronto sentí que alguien me haló del brazo y me volteó, era Ruggero. — ¿Por qué huyes de mí? — preguntó, yo me solté de su agarre y crucé los brazos, mientras arqueaba una ceja.

— Yo no huyo de ti, tú eres él que está huyendo de mí. ¡Te fuiste corriendo! — le reclamé, el se pasó las manos por el cabello, aparentemente frustrado.

— ¿Y que acabas de hacer vos ahora? — me quedé callada, odio cuándo se empeñan en hacerme entrar en razón.. — Exactamente. — añadió, yo solté un suspiro y lo arrastré conmigo a mi camerino.

Al entrar, me senté en el sillón que yacía dentro del camerino, él hizo lo mismo.

— ¿Estás bien? — preguntó después de unos minutos de silencio.

— Sí.

Él frunció levemente el ceño. — Pues no parece.. ¿segura que está todo bien? — volvió a preguntar y yo me reí.

— ¿Nunca te haz puesto a pensar entre sí eres bipolar, o no? — él me miró confundido. — Ósea, hace unos minutos me estabas gritando y ahora te estás preocupando por mí. — volví a reír, él me dió un golpecito en la cabeza.

— No, pero podría ser.. — dijo — En realidad estaba molesto porque me dieron celos al verte besar a Esteban, perdóname. — se disculpó, yo solo le sonreí..

Después de unos minutos, me eché a reír a carcajadas, él me miró de forma extraña, cómo si estuviese loca. — Que raro, porque a mi también me dieron celos al verte abrazado con Valentina. — confesé, y entonces él también se puso a reír.

— Bueno, entonces.. la tormenta de los celos terminó atrapándonos a los dos. — ambos nos reímos, somos unos mensos.

Lo cierto es que los celos entre pareja son inevitables, solo hay que saber controlarlos.

Lo cierto es que los celos entre pareja son inevitables, solo hay que saber controlarlos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—n;

IRREAL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora