¿qué pasaría si toda la vida que alguna vez habías soñado, o vivido, resulta ser nada más que una fantasía?
toda esa vida, llena de rosas blancas. toda una vida soñada, sería arrebatada por una sola cosa, algo irreal.
los deja vu's son una especie...
Aveces me pregunto, ¿por qué tanta necesidad de querer negar algo que sientes? ¿Por qué aferrarte a una mentira? Es solo eso, una mera ilusión que quieres dejar pasar desapercibido, entre ellas.. el amor.
Lo cierto es que los seres humanos somos así.. solemos engañarnos y engañar a nuestros semejantes, y todo para tapar algo. ¿Acaso es que nos importa tanto lo que opinen sobre nosotros? Sí dejamos que las críticas nos atormenten y nos afecten, nos estaremos perdiendo de todo lo bueno que la vida nos estaría brindando. Es realmente inútil dejar pasar toda una vida de eterna felicidad, por un simple capricho.
En éste caso el orgullo, ese sentimiento tan desgarrador que nos ciega y no nos permite ver la realidad de las cosas. El orgullo es muy mal compañero, pero supongo que es normal.. ya que todos somos orgullosos. Yo lo soy, lo soy porque sí no lo fuera, en éste momento estaría en camino al camerino de Ruggero, exigiéndole una explicación sobre lo qué pasó aquel día en la rueda de prensa.. y simplemente por ese hecho, lo estoy haciendo, voy a hacerlo y lo voy a hacer bien.
Así cómo lo oyen, he decidido dejar de ser esa niña caprichosa, he dejado mi orgullo a un lado por una vez en mi vida y voy a hacer esto, aunque tal vez no sea lo correcto, pero eso ya me da igual. De esto, ya no hay marcha atrás.
Llegué a la puerta de su camerino y solté un suspiro.. acto seguido, le di dos toques a ésta, se abrió.. Lo ví ahí frente a mí, aparentemente estaba molesto, lo estaba o simplemente le molestó verme ahí, parada justo frente a su puerta. — Eh.. ¿podemos hablar? — le pregunté, eso pareció sorprenderlo ya que pude distinguir en sus ojos una pizca de confusión.. mezclada con asombro.
Se aclaró la garganta y pasó sus dedos por su cabello ruloso, característica de él que me fascina.. y se incorporó, cruzando sus brazos. — ¿Sobre qué, Karol? Vos y yo no tenemos nada de qué hablar.. Yo intenté explicarte lo que sucedió aquel día, pero vos no me quisiste escuchar.. no veo el caso ahora. — estaba molesto, y eso se notaba a kilómetros por su tono de voz y la forma en la que me miraba.
Volví a soltar un suspiro, esto se me estaba saliendo de las manos. Era obvio que no me quería ni hablar, yo lo había tratado muy mal.. otra vez. — Porfa.. solo déjame entrar, ¿sí? — volví a preguntar, el dudó un segundo entre sí dejarme pasar o no, pero al final accedió.
Entré a su camerino, el me siguió y cerró la puerta detrás de él.. ésta sería una larga charla. — Bueno, primero quiero disculparme por lo de aquel día, no fue mi intención hablarte de esa manera sin pensar en cómo te sentirías tú.. — hable rápidamente, él al parecer me escuchaba atentamente, pero sin expresión alguna en su rostro, cosa que me ponía la piel de gallina.
Suspiró y al final, su mirada se suavizó y terminó por brindarme una amplia sonrisa, esa que lo caracteriza. — Karol, vos sabés que yo jamás podría estar enojado con vos. Sí, no te niego que lo que me dijiste me dolió, pero todo pasó tan de repente.. realmente no tengo el derecho de reclamarte nada. Tal vez y vos tenías razón, solo somos amigos.. y así será. — tras decir esas palabras, pude notar algo distinto en sus ojos.. ¿tristeza? — Total, fui yo quién la cagó.. yo dije eso en la rueda de prensa sin pensar lo que vos sentirías al respecto, discúlpame. — añadió, yo bajé la mirada hacia el suelo.. en realidad no debía disculparse, él no había hecho nada malo.
— En realidad, no te tienes que disculpar.. Admito, los dos la cagamos, pero es algo que suele pasar.. nadie es perfecto y todos cometemos errores, ¿o no? — hice un gesto medio extraño con mi mano y eso causó que ambos nos riéramos. — Bueno, habiendo aclarado eso, quería saber algo.. — él me miró expectante, esperando mi pregunta. — ¿Para ti.. solo existe una amistad entre nosotros?
Y esa fue la gota que derramó el vaso.. él engrandeció los ojos, al parecer mi pregunta lo había tomado por sorpresa.. pero luego pasó algo que me dejó un poco confundida. Él había arqueado una ceja y soltó una carcajada.. ya me comenzaba a asustar. — ¿Sabés? Me leíste el pensamiento.. Justo estaba pensando en preguntarte sí no quisieras salir conmigo, cómo una cita.
Ahora la sorprendida era yo.. ¿Salir con él? ¡¿Tener una cita con él?! ¿Realmente yo quería eso?
— Sí. — respondí con firmeza, realmente quería esto.
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