IRREAL

025: aceptar la derrota

I R R E A L

Karol

Hoy celebraríamos que sería el último día de grabaciones de Soy Luna.

Estábamos todos un poco nostálgicos, yo ya había llorado mucho. Aún falta lo de la gira, así que esto no acaba aún, pero es triste ver que ya terminará la serie..

Ya me había acostumbrado a despertarme temprano todos los días y venir a las grabaciones.

Cómo pueden imaginarlo, hoy grabaríamos las escenas del cumpleaños de Luna, uno de mis capítulos favoritos. En éste momento estábamos ensayando con la "Roller Band".. haciendo un sound-check, principalmente.

Estaba yo sentada en el suelo, moviéndome al ritmo de la música, mientras sonaba de fondo la canción Soy Yo. Una muy buena canción, por cierto.

"Ahora sale el sol para mí, y todo tiene sentido.
Soy lo fui, soy, soy, soy."

"Ahora sale el sol para mí, y todo tiene sentido.
Soy lo fui, soy, soy, soy.. soy yo."

Cómo solamente era una prueba de sonido, no hacía falta que yo cantara, pero aún así me puse de pie y baile al ritmo da la música, mientras cantaba. Daba saltos y vueltas, estaba de muy buen humor, pero esa felicidad no duró tanto, puesto a que se me borró la sonrisa al ver a Ruggero y Candelaria muy juntitos y abrazados.

Algo dentro de mí se rompió, y mi mundo se detuvo. Todo era en cámara lenta. Me comenzaba a faltar la respiración, mi respiración agitada y mi corazón latía con fuerza. Sabía que esto pasaría, pero jamás pensé que llegaría a afectarme tanto el verlos juntos de ésta manera.

Escuché cómo alguien me llamaba, pero no pude distinguir quién fue, puesto a que todo para mi era nublado, inaudible.

De pronto se cortó la música, Gastón se acercó a mí, tenía el ceño levemente fruncido.

— Karol, Karol, Karol.. — escuché que me decía, volví a la realidad.

Sacudí mi cabeza y centré mi mirada en él. — ¿Q.. qué pasó?

— No lo sé, te acabas de quedar paralizada. — en ese momento el volteó en dirección hacia donde mis ojos estaban dirigiéndose, justo dónde estaban él y la serpiente.. — Ah.. ya veo.

Y pasó lo que más temía, se besaron.. o más bien ella lo besó a él.

Eso me cayó encima cómo un balde de agua fría. Bastó ver esa escena para entender que yo ya había perdido, no tiene caso estar así por alguien que realmente no vale la pena, por alguien que jamás me valoró.

¿Pero entonces por qué siento ésta punzada en el pecho? ¿Por qué me causa tanto dolor?

Mis ojos se clavaron en los suyos, había algo distinto en su forma de mirarme. ¿Odio? ¿Desprecio? No sé, pero me desagrada..

Y cómo sí por instinto, mis piernas cobraron vida y me fui de ahí corriendo, por suerte no tenía puesto los tacones.

Escuché cómo alguien venía detrás de mí.. Me detuve en el pasillo y me dejé caer al suelo, recargando mi espalda en la pared. Llevé ambas manos a mi cabeza, estaba frustrada.

— Koalita.. ¿qué pasó? — me preguntó, Lío.

Se sentó a un lado mío, en el frío suelo.. y me rodeo con sus brazos. — Me duele en el alma verlos juntos, Lío.. — confesé, el me regaló una amplia sonrisa y pasó sus dedos por mi cabello, brindándome su apoyo.

— Tenés que ser fuerte y olvidarte de él. Lamento decírtelo, pero tenés que estar preparada para lo que venga porque al parecer, ya todo acabó. — dijo, yo solté un sollozo inaudible, puesto a que había escondido mi cara en su pecho.

Iba a hablar, pero en eso escuchamos unos pasos caminar hacia nosotros. Me incorporé y alcé la mirada, era la serpiente.. o Candelaria.

A éste punto me da igual cómo la llamo.

Se detuvo frente a nosotros. — ¿Ya haz aceptado que perdiste, niña?

Me limpié bruscamente las lágrimas que caían por mis mejillas y procedí a clavar mis ojos en los suyos, la miré con desprecio. — Eres una estúpida, no puedo creer cómo alguien puede tener el corazón tan podrido.. cómo para ser capaz de hacer algo así. Eres una enferma. — recalqué, ella rió irónicamente..

— Siempre supe que vos no eras buena persona, no se puede fiar de ti. — habló está vez Lionel, tenía la mandíbula apretada.. esto no llevaría a nada bueno.

— Vos te callas, no tenés porqué opinar.. éste no es asunto tuyo. — ella le reclamó, esto ya se estaba saliendo de control.

— ¡Me meto porqué estás agrediendo a MI mejor amiga! — le gritó, remarcando la palabra "mi"

— Pues, tú mejor amiga es una niña inmadura.

— No hables así de ella.

— Entonces que deje de fastidiarme la vida.

— ¡Pero sí vos sos la que le estás fastidiando la vida a ella! — espetó, yo lo tomé por el brazo y lo alejé de ahí sin decir palabra alguna.

— Lío, tienes que tranquilizarte. Soy yo la del problema, y sin embargo, no estoy haciendo un escándalo. — dije tranquilamente, él asintió.

— Perdóname, es que perdí el control.

— Bueno, ¿vamos a celebrar? — dije, estirando mi mano hacia él.

— Sos bipolar vos, ¿eh? — se burló de mí, yo le di un golpe en el brazo.

— Cállate.

Ambos soltamos una carcajada y abrazados, nos fuimos con el resto del elenco.

Hoy sería un día muy largo.

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