IRREAL

023: todo lo que empieza, acaba

I R R E A L

Karol

"Porque siempre estuve equivocada y no lo quise ver.
Porque yo por ti la vida daba, porque todo lo que empieza acaba."

"Porque nunca tuve más razones para estar sin él.
Porque cuesta tomar decisiones, porque se que va doler.."

Esa canción había estado en mi cabeza durante todo el día..

Recuerdo que cuándo la grabé por primera vez, no entendía muy bien el significado detrás de cada letra de la canción. Ahora lo sé.

La vida suele ser demasiado injusta, cuándo piensas que lo tienes todo y que no hay nada en el mundo que podría arruinar tu felicidad. Boom, llega la tormenta.. que te hace caer en cuenta de que no todo es perfecto cómo solemos imaginarlo.

Varias veces te enfrentarás con problemas, conflictos.. Te tropezarás, tendrás caídas, pero a pesar de todo eso.. seguimos siendo fuertes y enfrentando todo lo que se interponga en nuestro camino.

Toda mi vida he sido yo quién lo da todo por algo, o por alguien. Siempre termino decepcionada de los demás y eso cansa.. Los seres humanos  solemos ser un poco.. ¿idiotas? No sé, lo único que sí sé es que el sentimiento más feo es ese, saber que tú lo estás dando todo por alguien, y no recibir lo mismo a cambio.

Lo cierto es que al nacer, fuimos creados con un propósito, una razón. Dios es él que nos trajo hasta aquí y él mismo eligió cuál sería el destino que nos tocaría vivir a cada uno de nosotros. Obviamente nos tocará sufrir, llorar, reír, sonreír.. e incluso puede que algún día nos encontremos a nosotros mismos, en la posición de lastimar a nuestros semejantes.

Es doloroso, pero esa es la ley de la vida.

Dejé el bolígrafo a un lado, me limpié los ojos.. Había estado llorando durante todos estos días, ni siquiera había querido presentarme a las grabaciones. No lo quiero ver a él..

No lo había mencionado antes, pero la verdad es que yo tengo un diario en dónde suelo escribir solamente cuándo algo me pasa, cómo en ésta ocasión.

— Karol.. — entró mi mamá a mi habitación, al parecer estaba demasiado molesta. — Me acaba de llamar Martín.. dice que debes regresar a las grabaciones, urgentemente.

Solté un suspiro y bajé la mirada hacia el suelo. — No quiero ir..

— No se trata de que sí quieres, o no. Debes ir y no se discute más, ¿entendido? — espetó.. deberas que con ella no se puede.

— Está bien. — dije aún con la mirada gacha.

Antes de que saliera por la puerta, volvió a entrar. — Ah.. y éste teatrito que te haz montado, ya fue suficiente.. ¿no crees? — dijo ella.. me hervía la sangre.

¿Acaso eso es lo que piensa.. que mi dolor es un simple  'treatrito'?

— ¡No es algo fingido, yo realmente estoy muy mal, mamá! — grité, aveces me preguntaba cómo es que lo padres pueden ser tan torpes, cuándo se trata sobre el bienestar de sus hijos.

Se acercó a mí y me rodeó con sus brazos, yo a éste punto estaba llorando a mares. Sentía el corazón apagado, me dolía. — Él no merece que tú derrames una sola lágrima por él.. Tú vales mucho, hija.. mucho.

Una lágrima salió de mi ojo.. Esto me dolía, pero ella tenía razón.. él no merece que yo esté llorando por culpa suya. Debo regresar a las grabaciones y enfrentar esto, cómo una verdadera guerrera.

Aunque sí me habla, no respondo por mis acciones..

•••

Habían pasado exactamente cuarenta minutos, ya habíamos llegado al set.

Todos me veían de forma extraña, y no lo hacían por lo que sucedió con Ruggero.. sino que por mi aspecto. Me veía muerta en vida, literal.

Él primero en acercarse a mí fue Lionel, él siempre se ha preocupado por mi.. A pesar de ser mi mejor amigo, es cómo un hermano más para mí.

— ¿Todo bien, Koalita? Sé qué tal vez no querrás hablar sobre eso, pero quería saber cómo estabas. — dijo, yo sonreí.. pero más bien esa sonrisa fue forzada. La verdad no estaba de ánimos para nada.

— Sí.. estoy bien, dentro de lo que cabe.

Se me salió una lágrima.. Él me miró con compasión y se acercó a mí, limpió las lágrimas que caían por mi rostro con sus pulgares..

Sin decir nada, me aferré a él.. Escondí mi cabeza en su cuello y solté unas cuántas lágrimas, seguido de un grito ahogado por las lágrimas.. Él me abrazó cómo sí su vida dependiera de ello, mientras me acariciaba lentamente la espalda, intentando tranquilizarme.

Sé que lo voy a superar, pero ahora mi mundo se ve de color negro.  No le encuentro el sentido a la vida, al menos no por ahora..

— La escogió a ella.. a ella y no a mí. — dije después de unos minutos, Lío me separó de él y posó ambas manos en mis mejillas, limpiando unas cuántas lágrimas que salían por mis ojos.

Escuchamos un carraspeo detrás de nosotros.. Yo me separé de él y ambos nos volteamos, era Ruggero.

— ¿Qué hacés acá, tarado? Vete por dónde viniste. — Lío se había molestado mucho con la presencia de Ruggero.. creo que en cualquier momento es capaz de darle un golpe.

Yo lo detuve, jalándolo del brazo.. — No tiene caso que te ensucies las manos, Lío. Yo me encargo, ¿sí?

— Dale.. pero te cuidas, ¿eh? — me dió un último abrazo y antes de irse, le dedicó una mirada fulminante a Ruggero.

Yo entorné los ojos y me volteé en dirección de Ruggero.. Él estaba con los brazos cruzados, y la mandíbula apretada.

— Solo quiero decirte que por sí no lo haz notado aún, lo nuestro terminó, así que no te hagas falsas ilusiones porque lo nuestro no tiene más futuro. — recalcó.. sentí mi corazón latir a mil por hora.. eso me había dolido.

— Eso lo tengo muy claro, adiós. — procedí a alejarme de ahí, hasta que sentí que me tomó por el brazo e hizo que lo mirara.

Fruncí el ceño.. ¿Qué es lo que quería..?

— Eh.. no, nada.. olvídalo. — me soltó y se fue de ahí.

Vi cómo se alejaba.. Sentí mis piernas comenzando a fallarme, haciendo que cayera al suelo de rodillas.

Solté un gritó y volví a caer en la amargura del sufrimiento, una vez más.

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