IRREAL

017: vamos de joda

I R R E A L

Karol

Estábamos todos los chicos del elenco, reunidos en la cafetería del set de grabación. En éste momento nos encontrábamos pensando en algo para celebrar que nos acabábamos de enterar que tendríamos una gira por Latino America, al terminar las grabaciones. Ha pasado ya casi una hora y no se nos ocurre nada.

— ¿Qué hacen, chicos? — preguntó Jorge, ha sí.. me había olvidado mencionar que él era el único que no estaba presente, puesto a que había llegado un poco tarde, cómo siempre..

— Estamos pensando en qué hacer para celebrar lo de la gira. — respondió Michael, todos asentimos.

El hizo un gesto medio raro y se puso a bailar, muy típico de Jorge. — ¿Nos iremos de gira? Que divertido.. — dijo muy emocionado — Y bueno, vámonos de joda. — sugirió, todos nos miramos.. no es mala idea.

— Hecho. — dije yo y todos nos reímos. — Nos reuniremos en el club, a las 22:00hs, ni un minuto más. — añadí, ésta sería una noche muy interesante.

La verdad yo nunca había estado en un club, ni mucho menos me había ido de joda, pero para todo hay una primera vez.. ¿no? Siempre es bueno probar cosas nuevas, te hace sentir una adrenalina inexplicable.

— Amor.. ¿vos estás segura que querés ir a un club? Digo, nunca habías ido a uno y no quiero que te pase nada. — se le veía un poco preocupado.. yo solo rodé los ojos.

— Ruggero, ya no soy una niña a la cuál tienes que cuidar, ya tengo 18 años. Además, tú eres mi novio.. no mi papá, así que no quieras venir a cuidarme de tal forma. — le dije, él bajó la cabeza y suspiró. Creo que me pasé, ¿no?

— Bueno..

Comenzó a alejarse de mí y yo procedí a correr hacia él y tomarlo por el brazo.. cosa que hizo que se molestara un poco. — ¿Qué querés, Karol?

— Perdón, no quise hablarte así.. Yo te agradezco que me quieras proteger, enserio, pero ya no soy una niña.. ¿sí? — le tomé la mano, el me sonrió y posó su mano libre sobre mi mejilla, acariciándola.

— Tenés razón, perdón por ser así.. es que me da miedo que te llegue a pasar algo. — acarició lentamente mi mejilla con su pulgar, cosa que hizo que me ruborizara.

— ¿Confías en mí? — le pregunté

— Sí.

— Entonces todo bien, vayamos ésta noche a divertirnos.. ¿dale? — alcé mi mano y la posé frente a él, la tomó y entrelazó nuestros dedos.

— Dale.

•••

Había quedado con las chicas para alistarnos juntas en mi casa y después irnos todas al club, dónde nos encontraríamos con los chicos.

Ya todas habíamos terminado, yo me había maquillado de forma ligera, y llevaba el cabello suelto en ondas. Llevaba puesto unis jeans azul oscuro, un poco rasgados con unos botines de tacón de color negro y para finalizar, llevaba puesta mi campera negra de cuero. La verdad es que me veía realmente bien, un muy buen outfit para una noche cómo está. La neta estaba pensando en usar un vestido, pero no me pareció adecuado, puesto a que iríamos a un lugar no muy apropiado.

— Bueno, ¿nos vamos, chicas? — les pregunté, fijando mi mirada sobre ellas.

— Sí. — respondieron ellas al unísono.

Pasaron alrededor de treinta minutos, nosotras ya habíamos llegado al club y a lo lejos pudimos divisar a los chicos, puesto a que estaban todo sentados en una sola mesa que quedaba casi a la entrada del lugar.

Caminamos hasta donde estaban ellos y todos nos saludaron, mientras yo iba a donde Ruggero y lo saludaba con un beso en la mejilla.

— Y.. Karol, ¿cómo se siente haber perdido la virginidad de un club? — se burló Agustín, todos nos reímos por su comentario.

— Pues, se siente de lo más cool. — dije, haciendo un gesto extraño con la cabeza, ellos se rieron.

De pronto empezó a sonar de fondo una canción súper chida y de un cantante que me encanta. Todos procedimos a ir a la pista de baile y era ahí cuándo había empezado la joda de verdad.

"Mami, ¿qué tú quiere'? Aquí llegó tu tiburón.
Yo quiero perrearte y fumarme un blunt, ver lo que esconde ese pantalón."

"Yo quiero perrearte, y perrearte, y perrearte.
Yo-Yo-Yo quiero perrearte y fumarme un blunt."

Sonaba la canción de fondo,  no me di cuenta en qué momento fue que empecé a tomar unos shots de vodka, pero se sentía súper bien. Me tomé uno, tras otro, tras otro.. ya había perdido la cuenta. La mejor sensación era sentir el líquido arder en mi garganta. Sí Agustín me viera en tal estado, ya me hubiera dicho que perdí la virginidad con el vodka.

Me tambaleé para un lado de la barra en dónde estaba y me topé con algo, o más bien con alguien. Mi vista se había nublado y no logré distinguir quién era, así que supuse que era Ruggero. Procedí a acercarme a la persona  desconocida y pegué mis labios con los suyos. Era un sabor peculiar, distinto..

Espera.. éste no es Rugge.

Me alejé del chico y al separarme, me di cuenta de que se trataba de un morocho, de ojos color café claro, alto y muy fit por cierto. Volteé a mi derecha y ahí estaba Ruggero quién veía la escena con una expresión de espanto en su rostro. ¿Qué acabo de hacer?

Caminé hacia él, pero se alejó. — Rugge.. — me pegó un fuerte dolor en la cabeza.. llevé ambas manos hacia ésta, y entonces perdí la noción y caí al suelo.. de pronto, todo se tornó negro y no supe nada más.

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