Desde el imperio Min, el gran rey del infierno, el gran juego entre la vida y la muerte, los tres reyes se alzarán ¿podrás luchar contra esto? ¿Descubrirás la verdad? ¿Dejaras salir tu verdadero ser?
Me encontraba con suga en el auto, teníamos que llegar con jaebum cuanto antes. la búsqueda debía terminar pronto, faltaba 1 mes para la gran luna sangrienta y aún faltaba el. diría que fue coincidencia pero para nosotros no, es destino o una maldición como le quieran decir.
Mire las calles es impresionante actualidad, recuerdo que a mis 10 años de llegar a Delaxios la academia para alfas de guerra suga llegó a la semana. nosotros chocamos al principio suga era un niño que buscaba problemas ganando se los castigos más crueles, por una pequeña pelea que tuvimos con suga fuimos llevados al gran orcolepto. el orcolepto era una especie de lago grande con temperaturas altas que hacían imposible la entrada en ellas, recuerdo muy bien el como colocaron collares de acero apretados en nuestros cuellos, nos costaba bastante respirar, mi garganta ardía, la presión y escasez de aire me hacían ver todo casi negro.
Suga tenía su cara roja supongo que en ese momento estaba igual, nos metieron en unas cajas de hierro , la caja tenía en las paredes agujeros pero era muy estrecha, nos metieron y cerraron con llave privandonos de la luz, la caja fue lanzada al lago sentí el terror mismo y por primera vez quería ver a suga otro poco más quería seguir peleando con él, tenía miedo de no verlo más de no ver a mamá, a papá, a mochi , quería llorar pero me ardía el si quiera intentarlo más cuando el agua comenzó a entrar hasta llegar a nuestras bocas.
Fue una noche desesperante no sentía mi cuerpo y estaba apuntó de dejarme vencer hasta que algo en mi subconsciente me habló, me decía que tenía que cumplir el pacto no entendí nada pero el frío fue desapareció de mi cuerpo, mi respireciendo y se reguló por si sola, Ermidon nos sacó confiado en encontrar cadáveres pero su sorpresa fue que aún estuviéramos vivos.
Ermidon tuvo una obsesión con notros en el querer experimentar con los únicos sobrevivientes al orcolepto, suga y yo nos convertimos en un experimento y torturas, cada noche atravesaban nuestras piernas, brazos, costados, partían cada hueso pensando que así llegaría nuestro fin.
El terror que corrió por la venas de Ermidon al ver que no había ni una sola cicatriz y el que nos regenerabamos más rápido que cualquier lobo ese fue el detonante de su locura, pasado 3 meses en la segunda luna cuando se alzó en todo su esplendor un pequeño rayo rojo se asomó. suga empezó a tener su presentación esa misma noche como alfa, se transformo en un gran lobo negro de un aproximado de 1.70m de alto, casi como una persona de alto. su aullido llegó a mi como voces trastornadas generando un dolor en mi vientre.
No recuerdo parte de mi transformación, solo recordé mi verdadero nombre, quien soy y lo que vengo hacer, sentí como esa parte humana se iba de mi, como si nunca hubiera existido y solo quedara la sed de sangre, de venganza.
Hasta que encontráramos al tercer príncipe del infierno no podríamos hacer nada, lo localizamos con facilidad es curioso ya que lo tendría muy cerca, mi omega también estaba cerca solo que esta vez haría caso a las ordenes de mi hermano mayor, esta vez no lastimaria al hijo supremo de la divinidad solo importaba la maldición y cumplirla.
El que no tenga sentimientos o emociones no quiere decir que no tengamos necesidades en especial por el apetito sexual que desarrollamos, suga no necesitaba de un omega o p r razones que no conozco el jamás aceptó a su omega ni a ningún otro.
Mi apetito sexual solo lo controlaba con jaebum solo por ser mi discípulo sabia y soportaba mis deseos, jaebum no era alguien que me pedía darle algo que no tengo, aun así nuestros encuentros eran meramente sexuales yo sabía los sentimientos de él y sus celos incontrolables hacia mí omega pero a quien le importa eso los años siguen pasando y eso nunca iba cambiar. Pequeño y hermoso endemoniado jaebum era delicioso en lo que respecta en el sexo aún así no es quien necesito.
Mire lentamente las calles ya estábamos en la casa de mi pequeño demonio, desde que vi a mi omega quise hacerlo mi perra personal, su aroma me voló la razón, quería entrar en el sentir su calor, sus paredes, escuchar sus gemidos, su llanto, el que suplicara como en el pasado, solo que con suga no se jugaba lo sabia bien el dejó una orden, en todos los años taehyun se veía más hermoso.
-Suga,lo llamaste o sentiste-sus ojos cambiaron a negro completamente, cualquiera sentiría miedo pero ante mis ojos sólo podía ver a mi hermano.
-el se presentara mañana, nos reconoció muy rápido- asentí lentamente y es que todo el camino el se llevó nuestra mirada, sabíamos que nuestro hermano el tercer príncipe nos sintió, solo era cuestión de tiempo.
. . . . . . . . . . . . Padre, está bien esto. ¿Esta bien que tú mentiste? . . . . . . . . .
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