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Mire cada parte del rostro del blanquecino, no encontré forma de negarme a esta salida, primero porque uso su voz de mando en mi, segundo porque algo en mi interior luchaba por verle.

Trate de vestirme lo mejor posible, casi decente, quería impresionar a este hombre, pero no contaba con que su sola presencia me hiciera sentir tan nervioso de mi, de sí me veré lindo ante el y es que como no dudaría si este hombre es tan perfecto en lo que cabe la palabra tiene una belleza tentadora, el me estaba llevando a las afueras de la ciudad no sabía el porqué ni tampoco preguntaría por miedo.

-jimin- dirigí mi mirada visualizando un hermoso perfil, su piel era tan pálida que parecía una muñeca de porcelana.

-mm.. ¿Si? - respondo con cierto miedo.

-¿cuantos años tienes?- lo mire un poco dudoso.

-tengo 17...y usted tiene... - pregunté tímidamente.

-19¿jimin alguien te acompañó en tu celo? - sus preguntas no son meticulosa son más bien exigentes, preguntas que carecían de sentimiento alguno, lo mire incrédulo que poco tacto tenía para hablar pero su voz sonaba rasposa, mis mejillas se tiñeron de un leve rosa.

-hyun yo no he tenido mi celo aun- respondí tímidamente, apartando la mirada de su rostro.

- tu olor es muy fuerte, muy dulce, siempre lo sentí así, es muy puro- lo mire nuevamente, recuerdo que la última vez mencionó algo así.

-hyun en serio, es usted la única persona que dice sentir un olor en mi - dije mirando lo, quería ver una expresión de sorpresa pero no había nada a cambio.

-siempre que te encontraba estabas presentado- dijo más para si mismo que para mí, pero me confundió un poco.

-¿siempre que me encontrabas? A que te refieres hyun - el auto paro, el se desabrocho el cinturón saliendo así del auto el cual rodeo lentamente con elegancia  para llegar a mi puerta y ofrecerme la mano, su cara de desinterés tiende a incomodarme.

Seguimos por un sendero de árboles, era un panorama muy hermoso y me sentí desfallecer al llegar a un hermoso lago  si bien ya he venido aquí pues la casa de taehyung queda cerca de este lago, creo que en la otra esquina subiendo, su tacto en mi mano me distrajo de mis pensamientos era muy frío pero embriagador.

Mi mano sintió la ausencia de su mano, sentí una pequeña opresión pero minimice mirando a otro lado para luego acaparar mi vista de nuevo a él. Sus ojos me miraban fijamente, algo dentro de mi se retorcio, sus ojos negros cual noche, sus pómulos niveos resaltando es a belleza única
, sus labios con un brillo natural muy provocativos para mí tanto... que estoy diciendo, aparte mi mirada apenado.

-no rehuyas de mi mirada jimin- levantó mi mentón haciendo que nuestras miradas chocarán, tengo la necesidad de sentir esos labios.

-No respondiste... Hyun- dije entre suspiros por la cercanía de nuestras caras.

El se retiro un poco haciendo mi corazón doler.

-porque no es la primera vez en mi vida en encontrarte, no es la primera vez que interrogas a tu lobo porque me pide, no es la primera vez, que no lo ves- dijo acercando se lentamente al punto de sentir su aliento chocar con el mio, mis latidos se aceleraron.

-se.. Se... Que... Somos pre... Destinados- digo perdido en su mirada, en las emociones, en la información, pero aún así porque mi lobo me gritaba que besara a su pareja.

-así es jimin, somos destinados, pero te sorprendería que tanto - lo mire aturdido, me separe un poco de él para poder controlar mi respiración.

Tears of blood <<yoonmin >>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora