2

2.1K 143 8
                                    

Todos aquellos malos recuerdos volvieron a Raquel de golpe, al igual que sus nervios...
Estaba segura que podía con todo... Menos con su némesis... Alicia Sierra.
Durante sus 20 años de carrera había tenido éxito esquivandola una y otra vez, no quería atravesarse en su camino ni mucho menos compartir trabajo con ella.
Era la reina de las hijas de puta... Desde la academia lo era, y ahora sin duda estaba peor
Con aquella enigmática y desconcertante sonrisa que siempre la había caracterizado, Alicia tomó asiento frente a frente a la inspectora.
Tan elegante como siempre, con su chaleco de algodón negro y su blusa blanca e impecable, marcaba una vez más que era superior a cualquiera de esa habitación... O al menos eso era lo que ella creía...
Cuando sus ojos negros verdosos se posaron una vez más en ella, se sintió como la primera vez que la vio aquel día en el instituto.

...

Madrid, 1990
En el pasillo principal del Instituto Santa Isabel, una testaruda y joven Raquel trataba de abrir su odioso casillero.
Siempre le hacía la misma gracia. Cuando joder lo cambiarán? Pensó mientras golpeaba el oxidado taquillero con la intensión de abrirlo y poder llegar a tiempo a clase.
Quizás algo se haya quedado atascado...
Uno, dos, y al tercer golpe finalmente se abrió, dejando caer en banda todo el contenido de este
-Mierda- maldició la castaña al ver todas sus cosas en el suelo
Odiaba que le sucedieran estas cosas, a pesar de que ya fuera habitual en su vida. Sí por algo se caracterizaba era por ser torpe.
Pero pronto su cabreo desapareció por completo al encontrarse con su ya habitual y misterioso regalo.
Dos meses... Ya habían pasado dos meses desde la primera vez que lo recibió...
Un chupachups de cereza, acompañado por una hermosa rosa roja...
No había nota... No había ninguna pista de quién podría ser el misterioso admirador, pero sin duda conseguía alegrarle hasta el más triste día.
Tomó la rosa y el chupachups en su mano y los observó embobada.
Quién podría ser? Quizás Alberto su compañero de química... Nah, ese era demasiado prepotente como para hacer un regalo y no llevarse el crédito.
Entonces... Quién?
Con ese pensamiento en la cabeza comenzó a caminar por los pasillos dispuesta a llegar a su clase de mates, pero con lo que no contaba era con el pequeño cuerpo que se interpondría en su camino.
-Joder!!- maldició la chica que tenía delante, aquella que había Sido la causante principal del accidente.
-Ah, lo siento, lo siento- comenzó a decir Raquel al ver como había vertido todo el refresco que la chica llevaba sobre su uniforme.
-No, no toques- dijo la pelirroja que tenía enfrente alejándola y rechazando completamente su ayuda.
-Lo siento, de verdad. Es que no te ví y...-
-No, está claro que no me viste. Nunca vez nada- exclamó la chica totalmente cabreada mientras trataba de quitar el resto de refresco de su blusa -Sos una imbécil, Raquel-
-Me... Me conoces?- preguntó extrañada.
Para Raquel el rostro de aquella pelirroja de ojos medio verdosos era completamente nuevo. Ni siquiera la había visto en la cafetería.
-Sí, obvio que te conozco. Quién no conoce a la tonta de Murillo?-
-Oye, sin faltar, eh?- dijo ya molesta por sus palabras -Pues yo no te conozco de nada-
-Mejor- espetó la chica mirándola por primera vez a los ojos -Así no te interpones más en mi camino-
-Oye, tienes algún problema conmigo?- quiso saber la castaña
-Pues a decir verdad, sí. Acabas de estropear todo mi uniforme por andar en las nubes-
-Ya te pedí perdón, de acuerdo? No es mi culpa que seas tan borde como para no aceptar que fue un accidente-
-Me da igual. Solo... Solo no te metas más en mi camino, de acuerdo?-

...
Y qué más hubiera querido Raquel que no meterse más en su camino? Pero al parecer el destino tenía otros planes para ambas, pues las puso una y otra vez en el camino de la otra
En la memoria de Raquel aún están grabadas todas las maldades que le hizo Alicia en el instituto luego de ese día.
Maldades que aumentaron al caer junto a ella en la misma academia de policías.
Por qué tuvo que coger la carrera de policía también? Acaso lo había hecho solo para molestarla?
Alicia no tenía pinta de policía, todo lo contrario. Era tan femenina y estirada que hubiera dado el papel perfecto como empresaria o quizás hasta presentadora de televisión.
Pero con el tiempo, se dió cuenta de que estaba equivocada. A pesar de sus pintas de mujer fina, Alicia demostró una y otra vez ser una de las mejores policías de la academia, por lo que no era de extrañarse que se graduará como la mejor de su año.
Y ahí estaba de nuevo... Demostrando su superioridad con esa sonrisa llena de prepotencia...
Idiota... Le dijo Raquel para sus adentros.
No podía creer que su trabajo dependiera del criterio de esta imbécil. Sin dudas estaba más que jodida.
-Inspectora Murillo, le presento al agente Tamayo, al agente Gutiérrez y a la inspectora Sierra. Ellos serán los encargados de su análisis- le informó el comisario Prieto
Raquel se levantó de su asiento, estrechando las manos de sus compañeros de forma cordial. Hasta llegar a ella. Por qué no se pudo quedar callada?
-Nos volvemos a ver, Raquel- murmuró Sierra dedicándole una de sus enigmáticas miradas.
-Eso parece-
-Bueno, agente Murillo. Podría comenzar a aclarnos un poco está situación- intervino Tamayo organizando un montón de expedientes que tenía delante -Cómo empezó todo?-
-Bueno, todo comenzó hace 7 días. Cuando llegó la llamada por el asesinato de una mujer en un callejón del centro de Madrid- relató Raquel haciendo uso de su memoria -Todo parecía tratarse de un robo que salió mal, hasta que comenzamos a investigar mejor sobre la víctima-
-Qué descubrieron?- esta vez fue Gutiérrez quién habló
-Nuestra víctima resultó ser Clara Rivero, 32 años. Y abogada de profesión. Bastante conocida por llevar casos de...-
-Narcotraficantes- completó Sierra comprendiendo por dónde iba -Rivero coincidió conmigo en uno de sus casos. Era una gran abogada a decir verdad, solo que le gustaba cazar a peces demasiado gordos. Tuvimos que ponerla bajo protección en varias ocasiones-
-Sí, exacto. Eso fue lo que nos hizo pensar que tal vez no fuera un simple robo, y que hubiera algo mucho más importante detrás de su muerte. Por eso, Ángel comenzó a buscar información sobre sus casos más recientes- informó Raquel tratando de evitar la mirada de la pelirroja
-Y descubrió algo?- preguntó Prieto
-Sí, descubrimos que Rivero estaba metida en un caso bastante grave hacia unos meses. Un caso contra Víctor D' Alessandro- al oír el nombre de aquel hombre salir de la boca de la inspectora, los dos agentes se miraron preocupados entre sí.
D' Alessandro no era cualquier mafioso, ni cualquiera narco. No, este tipo tenía tanto poder que era casi intocable. Ningún agente de la policía había logrado llevar un caso contra él a los tribunales, pues o no encontraban las pistas adecuadas, o terminaban con una bala en la cabeza
-Ya lo os dije, la chica tenía los ovarios grandes- dijo Alicia recostandose en la silla sin dejar de mirar a su contraria -Y entonces, que hiciste?-
-Cómo que qué hice? Lo comencé a investigar- al oírla una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de la pelirroja, cosa que desconcertó por completo a la otra chica. Acaso había Sido una sonrisa de... Orgullo?
Eso era raro viniendo de ella...
-Y cómo fue que todo esto llevó a la muerte de su compañero? Qué salió mal?-
Qué salió mal??
Esa era la pregunta que había rondado por la cabeza de Raquel una y otra vez...
Qué había salido mal??
Qué error había cometido??
Aún no tenía las respuestas para esas preguntas, pero sin duda estaba sufriendo las consecuencias...

Némesis // Alicia y Raquel (Ralicia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora