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Desde que Paula llegó a la vida de la inspectora, todo lo demás quedó en un segundo plano.
Ese pequeño ser de ojos verdosos se había convertido en lo más preciado de su mundo... Y por el cual haría cualquier cosa.
Por ella aguantó todo lo que aguantó... No quería que su hija se diera cuenta del infierno que realmente se vivía en casa.
Por ese motivo hizo silencio... Cada vez que Alberto la golpeaba, la humillaba... Ella solo hacía silencio.
Lo último que deseaba es que su hija se diera cuenta del monstruo que era su padre...
Pero un día yo no aguantó más... Y decidió acabar con aquello. Pues sabía que en el fondo, las cosas ya no tenían solución y que lo mejor para su pequeña era estar lejos de ese demonio.
-Mamá, mira. Es una casa- dijo Paula sacándola de sus pensamientos
Llevaban ya más de una hora sentadas juntas sobre aquella cama de hospital, donde Paula le enseñaba uno de sus tantos dibujos.
La nena siempre tuvo un gran talento con los pinceles...
-Es hermoso, cariño- acariciando sus suaves cabellos -No tienes hambre?-
-Nop- negó con la cabeza la niña -Antes de venir la abuela me compró una pizza-
-Ah, ya- asintió Raquel, aunque no muy conforme. Una pizza no era del todo un almuerzo para una niña de su edad. Pero, qué se le va a hacer?
Antes de que la castaña pudiera decir una palabra para convencer a la pequeña de que comiera algo más, la puerta de la habitación se abrió, mostrando a aquella pelirroja de mirada penetrante.
Para sorpresa de la inspectora, Alicia ya no llevaba la bata ya característica del hospital, al contrario, esta vez venía vestida con unos jeans azul oscuros y una chaqueta negra. Le habían dado el alta? O es que se iba a escapar? Ella era muy capaz de eso
-Hola- sonrió Alicia mirándolas a ambas
-Tía Alicia- gritó Paula bajandose de la cama para saltar sobre ella
"Tía Alicia", ahí estaba de nuevo aquel apodo... Debía recordar hablar con su compañera sobre ese tema. Cómo había conseguido que Paula se encariñara tan rápido de ella??
-Auch- se quejó la pelirroja al recibir el impacto de la niña contra su cuerpo
-Ah, lo siento- dándose cuenta
-Paula, ten más cuidado. Qué Alicia aún está lastimada- la reprendió Raquel al ver como la otra chica ponía unas caras graciosas tratando de aguantar el dolor
-Lo siento- repitió Paula sintiéndose culpable
-No pasa nada, pequeña- murmuró Alicia acariciando su cabeza -Solo ten más cuidado a la próxima, vale?-
-Vale- asintió Paula sonriéndole
-Y eso?- preguntó la castaña señalándola por completo
-Eso soy yo- bromeó Alicia con ese tono chulo que ya la caracterizaba
-No, tonta- rodando los ojos -Hablo de qué haces vestida así. Te dieron de alta?-
-Ajam...- asintió -Nos dieron de alta a las dos-
-Cómo?-
-Cómo que nos vamos de acá- caminando hacia ella y lanzándole sobre los muslos una pequeña bolsa, en la cual Raquel comprobó que se encontraba una muda de ropa.
-El médico vino recién y no me dijo nada de que...- comenzó a hablar la castaña
-Ey, hazme caso a mí- la interrumpió Alicia -Ponte esta ropa, y vamos-
-Alicia...-
-Hazme caso por favor- pidió la pelirroja mirándola directamente a los ojos
"Qué demonios sucedía?"; Se preguntó Raquel ante aquella situación, pero sin poder hacer nada más decidió confiar en la mujer que tenía en frente
-Paula, por qué no vamos a comer algo en lo que mami se viste?- preguntó Alicia notando como Raquel acotaba su orden
-Pues vale- asintió la nena sin darse cuenta de nada.
Una vez sola, Raquel comenzó a sacar con dificultad aquella horrible bata de hospital. No sabía bien qué sucedía, pero agradecía poder librarse de esa ropa.
-Auch- protestó debido al roce de la ropa sobre su herida... Se le hacía bastante difícil maniobrar con las prendas en esas condiciones.
Pero cuando ya estaba a punto de darse por vencida, unas manos pálidas y un tanto fría sujetaron las suyas sobre la bata
-Yo te ayudo- murmuró Alicia sujetando la prenda con más fuerza
En qué momento entró de vuelta?!, Se dijo Raquel a sí misma un tanto asustada por la presencia repentina de la chica
-Yo puedo sola...- murmuró tratando de salir de esa situación
-Qué vas a poder? Estás echa una mierda- bromeó la pelirroja insistiendo con la prenda
-De acuerdo- suspiró dándose por vencida y dejando que la prenda saliera de una vez de su cuerpo
Sin duda con ayuda era mucho más fácil aquello...
Pero en el momento en que la bata estuvo fuera, ahí fue cuando se dió cuenta...
Estaba casi desnuda frente a Alicia...
-Mierda- maldijo avergonzada tratando de tapar sus pechos, los cuales estaban totalmente al descubierto, provocando que Alicia soltara una carcajada al verla así -No mires... Y no te rías- sintiendo como sus mejillas se calentaban de la vergüenza
-Cómo no voy a reírme? Te viste?- señaló Alicia -Pareces una suricata escondiéndose en su hueco de vuelta al ver a una hiena-
-Qué...-
-Raquel, cuál es la vergüenza? Ambas somos mujeres... No tienes nada que yo no tenga, o que ya haya visto-
Buen punto...
Ambas eran mujeres. Por qué tenía tanta vergüenza entonces de ser vista?
Bueno, quizás por el hecho de que la pelirroja que tenía delante no era cualquier mujer... Era Alicia... La misma Alicia con la cual casi se besa hacia menos de una semana...
De ahí su vergüenza...
-Es que... Solo te puedes dar la vuelta- tapando sus pechos
-Podrás sola?- dudó la pelirroja señalando su herida
-Al menos hasta que me ponga el sujetador- pidió la castaña mirando hacia otro sitio
Sintió los ojos de Alicia recorrer su cuerpo descaradamente por unos segundos. "Será aprovechada" se dijo a sí misma, pero antes de poder regañarla o decirle algo, ya la chica se estaba dando la vuelta
-Sos una niñata- murmuró Alicia una vez de espaldas
Sí, niñata pero bien que me estaba mirando, zorra; si tan solo pudiera leer sus pensamientos.
Raquel colocó cómo pudo su sujetador, y cuando llegó la hora de sus jeans ahí sí tuvo que pedir ayuda
-Alicia...-
-Sí?- dándose la vuelta -Ya puedo?-
-Dale, ven- rodando los ojos y señalando el pantalón gris que esta le había traído
Alicia caminó hacia ella con una sonrisa de medio lado, y en menos de un segundo ya estaba frente a ella sujetando la pieza de ropa
La mirada de la pelirroja sobre ella, de alguna forma la hizo sentir más desnuda de lo que estaba hace un rato.
Cómo hace para mirar con tanta intensidad?? Joder...
-Puedes apurarte?- murmuró Raquel tratando de no mostrar sus nervios
Sierra solo asintió sin borrar su sonrisa, para luego acercarse más a ella...
Qué hace?
-Por cierto, tengo que decirte algo- dijo con chulería
-El qué?- mirando de una vez su rostro
-Tienes unos muy bonitos pechos- dijo en casi un susurro antes de comenzar a descender frente al cuerpo de Raquel, la cual tuvo que hacer hasta lo imposible por no morir de la vergüenza ahí mismo
Sí se los había mirado... Será bruja...
El roce de las manos de Alicia por sus piernas al comenzar a ponerle el jeans, hicieron que algo en Raquel comenzara prenderse nuevamente. Cómo aquel día en el muelle...
Qué mierda la sucedía con esta chica?
Pero la cosa empeoró...
A medida que Alicia subía el apretado jeans, sus atrevidos dedos sobresalían un poco más allá de la tela, rozando así la piel de las largas piernas de la castaña.
Su toque era tan ligero, pero a la vez tan intenso, que cuando llegó a la parte de los muslos, Raquel tuvo que removerse en la cama para tratar de controlar lo que estaba sintiendo en su zonas más íntimas.
En serio se estaba excitando con Alicia? Pues sí... La humedad que sentía cada vez más presente entre sus piernas se lo confirmaba.
Mordió con fuerza su labio inferior, al ver como la pelirroja no detenía la curiosa caricia, la cual ahora se estaba haciendo más presente...
Ya las manos de Alicia prácticamente no sujetaban la tela de los pantalones, solo se dedicaban a explorar la suave y delicada piel de su contraria.
Una leve sonrisa llena de orgullo se dibujó en el rostro de la pelirroja al notar aquella pequeña humedad que se hacía evidente en las bragas de su compañera.
"Se está excitando" se dijo mentalmente mientras observaba la piel erizada de Raquel.
Solo tenía que besarla y acabar con todo este suplicio... Pero... Acaso era el momento?
-Alicia- logró hablar Raquel cómo pudo, llamando su atención
Los ojos verdosos de Alicia buscaron los marrones de la inspectora, y al encontrarlos ya no pudo más...
De golpe se levantó de su sitio en el suelo, colocándose frente a ella... Y en menos de dos segundos ya la tenía bien cerquita de su cuerpo
-Ya no puedo...- murmuró Alicia acercándose cada vez más a los labios de la chica, quién dejándose llevar cerró sus ojos esperando el deseado contacto.
Los labios de la pelirroja rozaron los suyos...
Pero como siempre, la suerte no corría de su lado y la puerta de la habitación se abrió de golpe mostrando al pequeño terremoto de cabellos castaños.
-Tía, que no había chupachups!!- dijo Paula mientras entraba a la habitación ajena a cualquier cosa que estuviera pasando en esta
De golpe, Alicia se separó de Raquel, quién tuvo que respirar profundo una y otra vez para tratar de controlar la excitación del momento.
Qué había pasado?
Paula seguía hablando sin parar, mientras que ellas dos no podían dejar de mirarse un tanto nerviosas.
Casi se habían besado... Ahora sí que no había espacios para la equivocación.
En el muelle, puede que Raquel pensara que habían Sido ilusiones suyas o tal vez su imaginación... Pero ahora?
Ahora estaba más que claro... Se iban a besar.
De no ser por la vuelta de Paula a la habitación, en esos momentos se encontrarían una sobre la otra comiéndose los labios.
Por qué tuvo que llegar? Pensó Raquel mirando a la pequeña, la cual gracias a Dios no había notado nada.
Cómo le explicaría aquello si llegaba a verlas?
Mientras Alicia solo trataba de controlar aquella tonta excitación que estaba sintiendo, y el cosquilleo que ahora era inquilino permanente entre sus labios...
Joder... Maldijo para sus adentros a medida que el calor subía por su cuello
-Eh, yo...- señalando la puerta -Yo voy a llamar a tu madre- anunció la pelirroja -A ver si ya tiene listo todo-
-Sí, vale- asintió Raquel sin comprender del todo sus palabras
Listo el qué?
-Mamá, tienes manchado acá- señaló Paula tocandose ella misma la comisura del labio, y haciendo que ambas adultas se miraran asustadas.
Le había dejado marcado el carmín? Cómo? Si no había pasado de un leve roce de labios... Sin embargo, ahí estaba... El carmín que hace unos minutos solo cubría los labios de Alicia, ahora se encontraba adornado la comisura y parte de labio inferior de la castaña, quién en esos momentos se estaba muriendo de vergüenza delante de su hija.
-Estabas comiendo chuches?- preguntó Paula estrechando sus ojos. Bendita inocencia de los niños
-Sí, Paulita. Estaba comiendo una rica chuche- intervino Alicia con una sonrisa pícara en su rostro, para luego salir de una vez de la habitación, no sin antes dejarle un pequeño guiño a su compañera.
Las mejillas de Raquel no podían estar más rojas en esos momentos, mientras que su mente no paraba de reproducir los momentos vividos hacia un rato
Qué hacía ahora? Le decía algo? O que...? Cómo seguiría todo apartir de acá?
Miles de preguntas y ni una sola respuesta... Quizás porque no era el momento de contestarlas... Quizás no le daría tiempo debido a lo que se les avecinaba.

💛💛💛💛💛

Un poco de calor a la historia no le vendría mal? 😅
Esto solo es el principio. Ahora la cosa se irá complicando un montón.
Comenten si les gusta la historia y dejen un like si desean más capítulos.
Sorry que solo sea uno, pero es que estoy hasta el cuello de tareas de la uni.
Ah, se me olvidaba. Qué saben sobre eso que dicen que la Casa de Papel la compró Marvel para hacer una peli?? Es cierto o es bola??
Y chicas... Para la Marea Amarilla... A agarrarse en sus asientos el lunes que por fin nos llega el momento #Zurena!!! 😉😘😘
Ya era hora!!!
A ver qué pasa...

Némesis // Alicia y Raquel (Ralicia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora