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El Tic Tac de aquel reloj que reinaba en la pared la estaba haciendo perder la poca paciencia que le quedaba... Y los nervios se apoderaban cada vez más de su cuerpo.
No podía creer que la estaban haciendo pasar por eso. Un análisis? Por qué? Por seguir sus instintos?
Durante sus 20 años de carrera Raquel siempre de había caracterizado por ser una de las inspectoras más capaces y perspectivas de la unidad. No había caso que ella no resolviera, sin embargo, todos se topan con una enorme roca en el camino, no?
Este caso sin duda había Sido su roca.
Cómo lo que parecía un simple robo que salió mal se había convertido en esta masacre?

...
7 días antes...
Raquel se bajaba de su monovolumen negro, justo a un metro de dónde la cinta amarilla delimitaba la escena del crimen.
Ya podía ver a su compañero, Ángel tomando declaración entre la población, mientras que la científica tomaba pruebas alrededor del cadáver...
Un callejón abandonado del centro de Madrid... Jodido lugar para ir a pasear, pero perfecto si querías realizar un asesinato sin dejar testigos.
Tras saludar a Ángel con una sonrisa, se acercó hacia donde se encontraba Alberto, el jefe del equipo de la científica,  junto al cadáver.
-Qué tenemos?- dijo al llegar junto a él
-Buen día, no?- dijo sonriéndole de medio lado.
-Buen día- resopló Raquel tratando de hablar lo menos posible con aquel hombre, quién no solo era el de criminalística, sino que también era su ex y el padre de su pequeña hija.
-Cómo está Paula?-
-Bien- corto y preciso -Alberto, no crees que no es lugar para esto?- dijo mirando el cadáver de aquella pobre mujer que yacía aún en el suelo cubierta de sangre
-Claro, perdón- volviendo a centrarse -Mujer de tez blanca, 1.65 de estatura. Aún sin identificación, no llevaba DNI consigo-
-Causa de muerte?- preguntó aunque ya era más que evidente
-Cuatro disparos en el pecho. Murió desangrada. La hora de muerte se estima entre la 2 a 4 de la mañana- dijo Alberto sin dejar de analizar el cadáver -Por lo que veo, no tiene señales de abuso ni de agresión sexual-
-No se defendió?-
-Creo que la agarraron desprevenida, Raquel. No vio ni por dónde venían los tiros... En mi opinión, debo decir que esto parece un robo en toda regla-
-Ahora sos detective?- dijo irónica. Odiaba cuando alguien trataba de hacer su trabajo sin tener ni puta idea
-No, pero mira este lugar. Es un puto callejón, perfecto para robos... Y observa, no hay ningún objeto personal, ni joyas, ni mucho menos dinero-
-O sea, que por eso, para vos es un robo-
-Sí, debo decir que sí. De seguro alguna banda de esas que ahora andan por ahí-
-Alberto- lo cortó
-Dime-
-Cuando te saques el título de detective, me avisas, vale?- sonriéndole sin humor -Mientras tanto limitatr a hacer tu trabajo, que yo haré el mío-
Y sin más se dió la vuelta para ir en busca de su compañero-

...
El sonido de la puerta abrirse la hizo volver de sus recuerdos, y toparse con la imagen del Comisario Prieto en la entrada de la oficina
-Inspectora- dijo en forma de saludo
-Señor- respondió Raquel estrechando su mano
-Antes de que lleguen los de asuntos internos, quiero saber cómo estás? Sé mejor que nadie lo difícil que es perder un compañero, y más si ese compañero es alguien tan cercano- dijo sentándose frente a ella
-Ha Sido duro, señor. Pero... Pero me siento mejor ahora...-
-Me alegro- sonrió el hombre de forma comprensiva -Sabes que si necesitas cualquier cosa y yo te puedo ayudar solo tienes que...-
-Lo sé, señor-
-Bien-
Raquel asintió conforme
-Estás lista?-
-Sí, no tengo nada que temer-
-Lo sé, pero estos pueden ser bastante hijos de puta. Te pueden hacer preguntas un tanto delicadas-
-No tendré problemas en contestarles, señor-
-De acuerdo-
De repente el viejo teléfono que descansaba a una esquina del gran escritorio comenzó a sonar
-Digame, Rosa-
-Ya están acá- se oyó la voz de la secretaria del comisario
Ya estaban acá... Sus verdugos.
Estos juzgarían con puño de acero y sin escrúpulos si ella continuaba estando totalmente capacitada para seguir trabajando en el caso, o peor, sí estaba capacitada para continuar siendo inspectora en esa comisaría.
Su error había traído grandes consecuencias... Tan graves que conllevaron a la muerte de un compañero
Eso ni ella misma se lo perdonaba.
-Hazlos pasar- ordenó Prieto no sin antes darle una última mirada de apoyo a su agente. Sí algo él odiaba era que juzgarán a sus agentes.
Raquel tomó aire tratando de ganar fuerzas para enfrentar lo que se venía. Pero estaba segura de que ningún bigotudo con traje y creencias de poder le quitaría el caso, ni mucho menos su puesto.
La puerta de abrió, y tal y como esperaba comenzaron a entrar señores de traje con cara de mala hostia.
Al primero lo identificó enseguida, era  Tamayo, uno de los de inteligencia más hijo de puta que había conocido. El otro creía que se llamaba Ernesto, según los comentarios de pasillo no era tan cruel como aparentaba. Pero el golpe definitivo entró de último...
Un golpe con forma de mujer, o más bien, de escorpión...
Joder... Había olvidado lo mucho que la odiaba...
Con esa mirada de ser la reina del mundo, su mayor pesadilla entró en aquella oficina, y de repente todo se sintió pequeño.
Es como si el lugar hubiera encogido con su sola presencia...
Y fue ahí que lo supo... Estaba jodida.

🖤🖤🖤🖤🖤
Hello, acá les traigo una nueva historia. Sé que no es Flozmín como estoy ya acostumbrada a escribrir, pero esta pareja me tiene reenganchada. Y por eso decidí subir este pequeño fic.
Espero que les guste, pues está realmente bueno💓.



Némesis // Alicia y Raquel (Ralicia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora