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Se miraba una y otra vez en aquel espejo y no podía creer aún que ese reflejo fuera el de ella.
Después de tanto... Al fin sería feliz?
Sí, aquel vestido blanco que ahora cubría su cuerpo era la señal que necesitaba para saber que de ahora en adelante todo sería diferente.
Ya no sabría lo que era sentir miedo... Ni mucho menos asco de la vida.
Por qué? Porque tendría a ese ángel con ojos felinos y divertidas pecas, a su lado...
Y pensar que tuvo que esperar casi media vida para encontrar el amor? Era irónico, no?
El universo prácticamente las colocaba una y otra vez en el camino de la otra. Y aún así tuvieron que esperar más de 20 años para encontrarse. Para saber cómo amarse.
Ahora ya se tenían... Y nunca jamás se alejarían una de la otra...

...

Un año antes...
Una enojada Raquel salía hecha una fiera de aquel cementerio. Había olvidado por completo todo, hasta su madre e hija que la seguían totalmente confundidas.
Necesitaba salir de ahí. Alejarse de ella.
Cómo podía haberla engañado?? A ella??
Joder, que pensaba que estaba muerta!!
Será imbécil...
-Hija- trató de hablar Mariví una vez logró llegar a su lado
-Ahora no, mamá- espetó la castaña abriendo la puerta de su auto -Entra. Paula, tú también por favor-
-Pero tía Alicia...- dijo Paula mirando a la pelirroja que cada vez estaba más cerca de ellas.
-Tía Alicia nada. Entra, por favor- pidió tratando de no sonar demasiado agresiva. Pero es que estaba enojada.
Se sentía engañada... No sabían cuales habían Sido los verdaderos motivos de aquella mentira, pero sin duda no serían lo suficientemente fuertes como para justificar el dolor que había sufrido.
Arrancó su auto lista para salir de aquella farsa, no sin antes mirar por última vez los ojos verdes de su amada.

...

Dos toques en su puerta la hicieron apartar la mirada del espejo. Llevaba ya casi media hora viéndose aún sin creerse que esa era ahora su realidad.
-Se puede?- al escuchar aquella voz y ver cómo se abría la puerta, Raquel prácticamente voló de lo rápido que fue hacia la puerta para volver a cerrarla.
-Pero qué...?- dijo la otra persona totalmente confundida al ser expulsada de la habitación -Pero qué haces loca??-
-Qué haces tú??- dijo Raquel con un tono de regaño
-Casi me rompes la nariz, Murillo- se quejó Alicia al otro lado de la puerta sobándose la nariz
-Es lo mínimo que te mereces. Qué haces aquí?-
-Quería verte- dijo Alicia sonriendo -Pero no sabía que me ibas a romper la cara con la puerta, joder. Si salgo mal en las fotos es tu culpa-
-Es de mala suerte ver a la novia antes de la boda. O acaso no sabes eso?- dijo Raquel poniéndole el seguro a la puerta
-Ah, yo no creo en esas tonterías, Raquel- se quejó Alicia -Solo quiero verte- tratando de abrir la puerta
-Pues no- sentenció la castaña afianzando la puerta -Te aguantas hasta que llegue la hora-
Un suspiro se escuchó desde el otro lado de la puerta, haciendo que una sonrisa se escapara de los labios de la castaña.
-Yo también me muero por verte- confesó Raquel -Pero es mejor no tentar a la suerte-
-Yo no creo en la suerte- dijo Alicia sentándose en el suelo, recostándose a la puerta -Creo en nuestro amor-
La sonrisa de tonta que se dibujó en el rostro de Raquel fue inevitable.
Dios, como amo a esta mujer; se dijo internamente haciendo un esfuerzo sobrehumano por no abrir la puerta y comérsela a besos.
-Raquel, quiero verte... Es lo mínimo que me merezco-
-Puah, quién dijo?- rió Raquel
-Yo- sentenció Alicia -Y tengo testigos-
-Sí, quién?-
-Toda tu familia- resopló Alicia -A parte, tu eres consciente del trabajo que pasé para que este día se hiciera realidad? Para que aceptarás mi propuesta??-
-No fue tanto... Yo cedí demasiado rápido-
-Sí, ahí tienes razón- sonrió Alicia recordando aquel momento -Es que estabas perdidamente enamorada de mí-

...

-Raquel!! Raquel, abre la puerta!!- la voz de Alicia se escuchaba por toda la casa.
Estaba desesperada. Sabía que había cagado todo, pero ella debía entenderlo. Lo había hecho por su bien... Por salvarle la vida.
-Vete de aquí!!- gritó Raquel poniendo todos los seguros de la puerta -No quiero verte!! Para mí ahora sí que estás muerta!!-
-Raquel, no seas cabezona. Abre!!- pidió una vez más Alicia asomándose por una de las ventanas, pero la castaña tan pronto como la vio cerró las cortinas en su cara -Lo hice por nosotras-
-Por nosotras?? Déjame reír- dijo Raquel sintiéndose cada vez más enojada -No seas cara dura-
-Raquel, por favor!!-
-Vete a la mierda, Alicia!!- gritó la castaña con todas sus fuerzas.
El enojo era muchísimo más que cualquier cosa que podría estar sintiendo en esos momentos.
Estaba agradecida con todos los angeles del cielo por el hecho de que ella estuviera viva. Pero no podían evitar sentirse traicionada
Por qué la había engañado así??
Un silencio hizo que Raquel frunciera el ceño confundida. Y Alicia? Se había ido??
-Tan pronto te rendiste?- murmuró al observar como la pelirroja ya no se encontraba fuera de su casa
-Nunca- la voz de Alicia se escuchó más cerca de lo esperado, asustando a la castaña
Al girarse, se topó con el cuerpo de Sierra entrando por la ventana de la cocina.
-Ah, joder- se quejó al caer al suelo
-Vete- exigió acercándose a ella
-No, no. No entrado por ahí- señaló la ventana -Por gusto- completó -Ahora me escuchas-
-Qué te escuché para que?? Para que me mientas de nuevo??!!-
-No, para decirte la verdad. Cómo siempre he hecho- dijo Alicia mirándola directamente con esos ojos que ablandaban cualquier alma.
Raquel analizó la situación durante unos segundos, antes de asentir no muy conforme. No quería oírla, pero como resistirse a esa mirada. A ese rostro angelical.
-Habla- soltó lo más seco que pudo
Alicia asintió más para sí misma que para ella. Y tras tomar aire se dispusona explicarle toda la locura por la que había pasado
-Macarena descubrió que Tamayo era el que está a detrás de todo. Lo sabía desde aquel día en comisaría, pero no podía enfrentarse sola a él. Necesitaba el respaldo de inteligencia- comenzó a relatar la pelirroja -Por eso, cuando lo tuvo me localizó y me dijo todo su plan. Fingir mi muerte y así  atrapar  a  Tamayo  y al  sicario que  supuestamente iría a  matarte a ti  en el cementerio-
-Será hija de puta. Por qué no me dijo que...? Y un sicario?? Pusiste mi vida en peligro??!- dijo molesta
-Qué? No, nunca. Ese sitio estaba repleto de policías- dijo Alicia con rapidez -Ese tipo no tenía ni un solo chance de llegar a ti, ni a tu familia-
-Por qué no me lo dijiste, Alicia?? Por qué mierda no me dijiste que todo era una falsa?? Qué estabas viva!!-
-No podía. Si te hubiera dicho la verdad no... No hubiera sido creíble mi muerte-
-Fui parte del teatro- murmuró Raquel dándose cuenta de todo -Eres una hija de...!- alzando su mano para golpearla
-Sí, lo sé- deteniendo el golpe -Soy una grandísima hija de puta. Pero una hija de puta que te  ama con todo su corazón- agarrando su mano para acercarla a su cuerpo -Y que se muere por pasar el resto de su vida contigo-
-Deja esa palabrería. Eres una imbécil- escupió Raquel tratando de zafarse -Y una insensible-
-Raquel...- tomó aire, pues lo que venía era quizás la cosa más difícil que iba a ser en su vida. Se moría de miedo -Cásate conmigo-
-Qué?- la voz de Raquel salió casi en forma de grito -Pero qué dices??!!!-
-Qué... Qué si te quieres casar conmigo, Raquel??-

...

La risa de Alicia se escuchó tras la puerta, haciendo fruncir el ceño a la castaña
-Y ahora de qué te ríes loca?-
-De qué aún no me creo que me hayas dicho que sí-
-No, no. No te dije que sí- señaló Raquel recordando el momento
-Me dijiste que me amabas, que es más o menos lo mismo-
-No, no lo es-
-Sí, es lo mismo. Para mí- sonrió Alicia recordando el beso que se habían dado aquel día -Y si piensas lo contrario que hacemos entonces aquí las dos?-
-Vete a la mierda- rió Raquel
-Yo también te amo, cariño-
-No puedo creer que estemos a punto de hacer esto-
-Oye, ese día si que me dijiste que si, no?- preguntó Alicia dudosa
-Pues claro, tonta-
-Ah, no, pregunto por si las moscas. No vaya a ser que me hagas un novia a la fuga-
-Nunca- sonrió Raquel cómo tonta -Sí alguien tendría que preocuparse esa sería yo-
-Por qué?-
-Porque tu tienes a tu ex es el público sentada-
-Qué?- confundida
-Ferreiro- murmuró con odio. Aun no le perdonaba a la rubia aquel engaño, y menos al descubrir la relación que había tenido con Alicia.
-Ah, celosa- susurró Alicia -Tú eres la única mujer con la que me fugaría-
-Sí?-
-Sí, hasta el fin del mundo-

...

Raquel ni siquiera supo en qué momento sus labios se juntaron con los de Alicia, pero cuando se vino a dar cuenta ya estaban las dos tiradas en el sofá comiéndose a besos.
Aún seguía cabreada, pero nada que no quitarán un par de besos
-Eso es un sí?- preguntó Alicia entre besos
-Eso es un tal vez- murmuró Raquel para volver a besarla
-Pero...-
-Alicia!!-
-Qué?-
-Cállate y bésame-

...

-Raquel- habló de vuelta, dando dos golpecitos en la puerta que continuaba separándolas
-Qué?-
-Dame un besito... Solo uno- pidió acariciando la puerta como si pudiera tocarla a ella
-No, no me puedes ver-
-Cierro mis ojos. Lo juro- soltó de una. Se moría por un beso suyo -Cierro mis ojos, abres la puerta y me besas. Ya listo. No te jodo más-
-Mmm- pensando
-Mmm? Eso que significa? Qué sí??- dijo ilusionada
-Pero debes mantener cerrados los ojos- advirtió la castaña
-Sí, mi amor- sonrió Alicia sintiendo como el cerrojo de la puerta se abría.
Raquel abrió la puerta dudosa de la palabra de su prometida, pero no pudo evitar reírse al verla parada ahí delante de ella con sus ojos cerrados.
Tan linda...
Vestida con ese traje tan blanco que la hacía parecer un ángel.
Te amo, le dijo internamente Raquel a medida que se acercaba a ella
Tomó su mejilla, y lentamente colocó sus labios sobre los suyos.
No era un beso pasional, ni brusco... No, era uno único. De esos que no se dan con los labios sino con el alma
-Alicia, te amo-
Y ahí estaba Raquel... Completamente pérdida de amor por aquella mujer que una vez fue su némesis.

Némesis // Alicia y Raquel (Ralicia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora