Dentro de aquella habitación una enojada Alicia tiraba hacia el techo una pequeña pelota de plástico, perteneciente al Comisario.
Estaba enojada, eso se veía de lejos, pero no con la castaña. No, ella después de todo no tenía la culpa.
La única culpable en todo ese lío era ella misma... Ella y sus tontos miedos.
Si tan solo hubiera hablado en aquellos años, nada fuera como ahora
Quizás en esos momentos estaría disfrutando junto con Raquel de una hermosa noche romántica, y no ahí, tirada sobre su cama comportándose como una niña berrinchuda.
De repente dos toques se hicieron presentes sobre su puerta, haciéndola detener la pelota de plástico en el aire.
-Alicia...- sabía que era ella, quién más podría ser?
-Ahora salgo- se limitó a contestar con la mirada fija en aquel trozo de madera
De a poco la puerta de fue abriendo, mostrando a una castaña con cara de yo no fui.
Raquel se veía claramente arrepentida, cosa irónica debido a que ella después de todo no había hecho nada.
-Se puede?- preguntó tímida
-Ya estás dentro, no?- reincorporándose en la cama
-Alicia, yo...-
-No me pasó nada. Así que no insistas más con el puto tema, de acuerdo?- dijo tratando de no sonar tan borde
-No, no voy a hablar- dando un paso más cerca de la cama
-Qué traes ahí?- dándose cuenta de escondía algo tras su espalda
-Esto... Es para ti- dijo la castaña colocando frente a su rostro un chupachups de cereza
-Me estás regalando mi propio chupachups?- incrédula ante aquello, pero con un deje de humor ya en su voz
-Cómo sabes que es uno de los tuyos?-
Alicia solo se limitó a mirarla con esos ojos de felina que tanto poder tenían
-Bueno, vale. Es uno de los tuyos. Pero lo que cuenta es la intención. Toma- extendiéndole la chuche
-Gracias- tomándola en su mano -Por devolverme lo que me robaste-
-No te quedes con esos pequeños detalles- protestó Raquel
-Bueno, gracias- sonrió Alicia abriendo de a poco el chupachups -Mmm, cereza. Mi favorito, cómo sabías?-
-No lo sabía. Es solo que también me gusta mucho- sonrió victoriosa la castaña
Lo sé, pensó Alicia para sus adentros. Obvio que lo sabía.
Alicia llevó el chupachups a su boca, saboreándolo un poco ante la atenta mirada de la otra chica.
Raquel vio aquel gesto terriblemente sensual, sin embargo sólo pensaba en una cosa que la hizo reír como tonta.
-Qué te pasa?- curiosa
-Nada, nada... Es solo que recordé algo- ladeando la cabeza
-El qué?-
-Nada, es que... Una vez, luego de que nos peleamos en la academia y nos pusieron aquel terrible castigo, te acuerdas?-
Alicia asintió sabiendo bien a qué se refería.
-Pues yo me sentía fatal, pero al regresar a mi habitación Antoñanzas me llamó y me dijo que tenía una sorpresa en el tabloncillo-
-Un sorpresa?- fingiendo curiosidad. Ella más que nadie sabía de ese recuerdo.
Después de todo, había Sido ella quién lo había planificado todo hasta el último detalle.
-Sí, cuando llegué el tabloncillo estaba lleno de flores y en el medio había un chupachups con una nota que decía: "No hay día tan malo que un dulce no pueda arreglar..."
-"No dejes que nadie te robé esa sonrisa"- completó Alicia de manera inconsciente al recordar exactamente lo escrito en aquella nota
En el momento justo en que las palabras terminaron de salir de su boca, se percató de su error...
Sus ojos llenos de miedo se alzaron hasta toparse con los castaños de Raquel, quién la miraba como si fuera una especie de fenómeno.
Los ojos de la inspectora siempre fueron grandes, pero sin duda en ese momento habían duplicado su tamaño.
Mierda, mierda... Se maldijo Alicia sabiendo que la había cagado.
Con aquella frase se había delatado por completo, y difícilmente podría salir de aquello.
-Cómo...?- murmuró Raquel confundida -Cómo sabías?-
-Eh... Creo que llamaron a la puerta- dijo la pelirroja tratando de escapar, pero la firme mano de su contraria la atrapó antes de que pudiera dar ni siquiera un paso más.
Raquel la hizo volver a su posición original, para así enfrentarla cara a cara.
Ya no podía huir más...
-Alicia, cómo sabías tú lo que decía en aquella nota?-
-Yo... Yo lo escuché por ahí...- había que salvarse hasta último momento, no?
-Nunca le dije lo que decía la nota a nadie- dijo Raquel frunciendo su ceño -Así que esa frase solo la podíamos saber. Yo... Y el que la escribió-
En ese segundo el corazón de la audaz Sierra se detuvo por completo ante la mirada instigadora de su contraria
-Alicia...- insistió una vez más, pero en esta ocasión no necesitó palabras.
Raquel era una inspectora profesional, llevaba años ejerciendo su trabajo. Conocía a la perfección el lenguaje no verbal... Sabía cómo comprender aquello que estaba entre líneas.
Por eso solo le bastó ver el rostro de su contraria para saber exactamente lo que sucedía.
-Alicia, fuiste tú?-
💛💛💛💛💛
Chan Chan...
Y ahora qué?
Y si los dejo con las ganas???...
😊😅
Nah, no soy tan mala
Si este cap llega a los 30 votos en las próximas dos horas. Estoy subiendo la continuación de este.
Es chantaje??
Pues sí. Pero es que me aburro 😊
No se enojen. Solo pido 30 estrellitas
