cuarenta y cuatro

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Hoy ha sido un día normal, como cualquier otro. Hemos elegido las actividades de estas dos próximas semanas y, además, hemos conocido a la gente nueva que se ha unido al campamento en el segundo mes. Niall se ha encargado de hablar con cada uno de ellos en el tiempo libre después de comer, así que yo he ido con él, aunque haya sido solo para hacer el cuadro, ya que apenas he abierto la boca.

En fin, nada fuera de lo común. O casi, pues sí que hay una cosa que ya no es como antes: supuestamente, Harry y yo hemos roto. Es la versión que hemos hecho pública y que nuestra condición como seres humanos que morimos por curiosidad se ha encargado de esparcir por el campamento. Creo que hasta las cocineras se han enterado.

Por supuesto, Niall sabe la verdad, tanto por ser el hermano de Harry como por ser mi mejor amigo. Shawn también está enterado, pero ya está. Nadie más puede saberlo, porque cualquier comentario que se vaya de la lengua puede empezar a correr como la pólvora, y no queremos arriesgarnos a que llegue a oídos del señor Riggs, el director del campamento. El señor Styles lo llama una vez por semana —y estoy seguro de que a partir de ahora lo llamará cada día— para que le informe de la actitud de Harry.

Así pues, Harry y yo hemos decidido no compartir todas las clases de ahora en adelante, de modo que sea mas difícil sospechar algo. Pero eso solo hace que por dentro me muera de ganas por que sea la hora de comer, o cualquier momento, por corto que sea, en que nos podamos ver. Me conformo con una mirada, una pequeña señal de que estamos juntos en esto.

Después de salir de clase de tiro con arco —me he vuelto a apuntar solo porque el señor Payne es mi monitor favorito—, Harry y yo hemos quedado muy discretamente en vernos esta noche, tras la cena, como en los viejos tiempos. Sinceramente, creo que Liam se ha dado cuenta de que Harry y yo seguimos juntos, pero no es algo que me tenga preocupado; es una persona discreta y sé que no se lo diría al señor Riggs. De hecho, la forma en que nos sonríe a cada uno por separado me hace pensar que está de nuestro lado.

Me dispongo a salir de la cabaña para encontrarme con Harry, así que le lanzo una última mirada a Niall para que me cubra ante cualquiera que pregunte por mí. Sin embargo, no llego lejos. Justo cuando tengo un pie fuera, la sirena del megáfono de Sonrisa Emocionada empieza a sonar como si no hubiera mañana. Quizá sea por el hecho de que yo estaba intentando hacer el menor ruido posible y ahora el campamento esté inundado en este ensordecedor pitido, pero el ruido se me mete hasta lo más profundo del cuerpo y unas terribles ganas de lanzar el megáfono fuera del país comienzan a acecharme.

—¡Es momento de juego nocturno! —nos anuncia Sonrisa Emocionada. Ni siquiera lo estoy viendo y ya me lo imagino dando saltitos. No puedo evitar poner los ojos en blanco—. ¡Todos fuera de las cabañas, los quiero en el auditorio en diez minutos!

Por un momento, se me ocurre que podría darme prisa y escapar rápidamente por la parte trasera para ir adonde he quedado en reunirme con Harry, pero, de repente, un brazo rodea el mío y tira de mí. Miro hacia la persona en cuestión y me encuentro con Eric, que nos introduce en el gentío de chicos —en el cual se me hace imposible encontrar a Harry— que salen de sus cabañas para ir al auditorio. No hay escapatoria: esta noche tendré que jugar.

Una vez allí y cuando estamos tanto los chicos como las chicas, nos explican cuál va a ser el juego de hoy. Se llama Atrapa la bandera y consiste en dividirnos en dos grupos, cada cual tendrá una bandera que proteger. Estratégicamente, hay que encontrar y robar la bandera del equipo contrario sin ser descubierto, pues si te pillan quedas "encerrado en la cárcel" del otro equipo hasta que alguien del tuyo propio te libera chocando tu mano. Sin necesidad de darle muchas vueltas, sé con bastante seguridad que voy a estar en esa cárcel en los primeros diez minutos, pues mi torpeza no es compatible con ese juego.

this is our summer | larry stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora