this is our summer | larry stylinson

trece

—El criterio que hemos seguido para agruparlos para que pasen esta noche al raso ha sido simple —explican los monitores—. Hemos seleccionado a las personas que pensamos tienen mucho para ofrecer las unas
a las otras. De este modo, podrán aprovechar esta noche para conocer mejor a alguien que quizás tiene más en común con ustedes de lo que piensan.

Echo una rápida ojeada a toda la gente que hay en mi alrededor y me pregunto si habrá alguno solo que sea mínimamente parecido a mí en algún sentido. Resoplo y me digo que va a ser solo para esta noche, en realidad me iré a dormir en cuanto nos dejen solos y ya está. Cruzo los brazos sobre mi pecho y espero a escuchar mi nombre.

—Noah, Kelsey, Louis y Harry, son el grupo cuatro —nos anuncian.

¿Que qué? No, no, no, no, no. No puede ser. Tiene que haber un error porque el criterio ha sido que tenemos algo en común con esas personas, y es imposible que yo tenga algo que ver con Harry. Somos polos completamente opuestos y no es ningún secreto en el campamento; hasta los monitores se han dado cuenta de que no nos llevamos bien. Esto lo tienen que estar haciendo por algún tipo de castigo que no me merezco, porque si no no lo entiendo.

Miro a Harry con una mueca que él me devuele y no me lo pienso dos veces: me acerco hacia Sonrisa Emocionada y me planto ante él.

—Disculpe, creo que ha habido un error, porque es imposible que Harry y yo vayamos en el mismo grupo de forma intencionada —le explico intentando sonar lo más relajado posible.

—Louis, no ha habido ningún error —me contesta él—. Los grupos han sido premeditados, así que si te ha tocado con Harry será por algo. Aprovecha la oportunidad y conócelo, al igual que debes dejar que él te conozca a ti. Ya verás como no es tan malo como parece.

Me da una palmadita en el brazo y se aleja del lugar, dejándome con la palabra en la boca. Parpadeo unas cuantas veces mientras intento asumir que no va a haber manera de deshacerme de Harry, al menos de una manera legal. Si no lo puedo alejar del grupo por las buenas... quizás puedo conseguir que se vaya por las malas. Aunque no sé muy bien cómo hacerlo.

Resignado, me junto con Noah, Kelsey y sí, con Harry, que ya están esperandome. En cuanto llego junto a ellos, Noah y Kelsey saltan el uno sobre los labios del otro y empiezan prácticamente a comerse la boca. El espectáculo me pilla completamente por sorpresa y tengo que alejarme un paso para no sentirme tan violento.

—Estupendo —susurro para mí—. Lo que me faltaba.

Harry mueve la cabeza para mirarme y rueda los ojos.

Quince minutos después, todos los grupos nos hemos separado ya y estamos buscando un lugar donde poder extender nuestras esterillas. Encontramos una buena zona entre unos cuantos árboles y yo me tumbo boca arriba en cuanto tengo la oportunidad, unos metros alejado de los tortolitos y otros cuantos metros alejado de Harry.

Noah y Kelsey no paran de besuquearse, lo que ya empieza a resultar asqueroso. Me tapo los oídos para no escuchar sus irritantes gemidos y me doy media vuelta para quedar de espaldas a ellos. Sin embargo, la cosa no mejora mucho. Decidido, me levanto, agarro uno de los bordes de mi esterilla y tiro de ella para alejarme de ahí. Estos dos ni se inmutan, y en Harry ni me fijo.

Me detengo cuando claramente estoy fuera de la vista de cualquiera de ellos y me vuelvo a tumbar, disfrutando por primera vez de un momento a solas. Cierro los ojos dispuesto a dormirme cuando, al cabo de unos tres o cuatro minutos, escucho el ruido de otra esterilla arrastrándose hacia donde estoy yo. Sin abrir los ojos, me pongo una mano sobre ellos, exasperado. ¿Qué habré hecho yo para que me pase todo esto?

Alzo la cabeza cuando el ruido cesa para ver a Harry ante mí.

—¿Se puede saber qué haces aquí? —le pregunto directamente apoyándome sobre un codo para quedar medio incorporado.