#CalP Confinadas en París [MAITINO]

#CalP Confinadas en París P.3

AH! Surprise! ^^ He vuelto pronto esta vez jajajaja

Preparen la jarrita o el ventilador, igual les hace falta ;)

Día 7

Despertar en el nuevo día tenía un poco de todo, un poco de cansancio corporal, otro poco de novedad y una pequeña parte de familiaridad. Despertarse en el sofá que de la sala, desnudas y apenas cubiertas por una manta era una de las ventajas de estar solas. Podían tomar la casa por dónde quisieran, podían hacer en ella cuanto se propusieran, en cualquier sitio. La cuarentena tenía sus ventajas, nadie las perturbarían si decidían jugar más de la cuenta. Como en la noche, después de la cena.

Camino se despertó de su ensueño alocado de colores cuando el aroma de la comida invadió sus sentidos y su tripa rugió por primera vez en la tarde.

-¿Camino? – la voz de Maite le llegó desnivelada por la música que seguía sonando en el ordenador así que ella lo apagó.

-¿Qué? – cuestionó en voz alta y al ver que su móvil marcaba casi las 21 horas agregó - ¿necesitas que te ayude con la cena?

-No, ven a cenar, ya está todo listo – Maite no se acercó a hablarle directamente, todo lo dijo levantando el tono de voz desde lo que ella suponía era la cocina, pero no, allí no había nadie.

-¿Dónde estás? – preguntó.

-Sigue mi voz – dijo Maite – y ven a cenar conmigo, por favor.

Más lejos y a la derecha. Así la escuchó y hasta allí se dirigió. Pensó que la encontraría delante de la Tv esperándola para ver una serie o algo, pero no, estaba en la mesa y la mesa estaba impresionante. Camino sonrió los cubiertos, las velas, las copas, la botella de vino.

-Y yo que pensaba que te encontraría allí – dijo señalando la parte de la habitación que era su sala y luego mirando la mesa del comedor nuevamente - pero ¿qué es esto? – preguntó con los ojos enormes.

Maite le sonrió – Esto es una cena para mi novia y para mí, una especial – dijo.

-¿Cumplimos mes o algo? – Camino hizo memoria, pero no le cerraban las cuentas y además ellas nunca había oficializado una fecha para recordar.

-No, no creo al menos – la morena reflexionó - ¿Cuándo cumplimos mes?

-No lo sé – la joven se cuadró de hombros – deberemos escoger un hecho para celebrar – mientras lo decía se acercó a su novia ya la abrazó – entonces, ¿a qué se debe esta sorpresa?

-A que tú eres tú y estás conmigo – afirmó Maite – no tiene una razón particular, sólo que te amo.

Camino sonrió y meneó la cabeza encantada - ¿Puedes acaso ser más hermosa, mi amor?

-Eso me lo tendrás que decir tú con el paso del tiempo, ¿no? – la morena se dejó besar una vez en los labios aprovechando la cercanía – no me atrevería a aseverar que puedo serlo.

-Y yo no me atrevería a dudarlo tampoco – Camino suspiró y descansó su frente en la de su mujer.

-¿Quieres probar a ver qué tal me quedó la cena? – preguntó Maite y su avecilla asintió de inmediato – he aquí una ensalada fresca con toques agridulces y una lasaña vegana para el placer, espero, de mi comensal favorita.

Camino soltó una risilla visiblemente impresionada por la combinación de ingredientes que había escogido la pintora y por el aspecto estupendo que tenía todo.