#CalP Confinadas en París P.5

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Pues, debo avisar que este capítulo es un sube y baja un poquillo, y que de esperen muchas cosas de él. Es la cuarentena. xD *Jarrita puede que haga falta, puede*


Día 13

Camino se dejó caer sobre el cuerpo desnudo de Maite con la energía tan en cero que iba a perder cualquier batalla si fuera por sus fuerzas. Desde la hora en que decidió provocar a Maite luego de hacer aquel baile que ensayó durante casi mitad de la tarde y que le había recompensado con una morena que había perdido su capacidad de razonar, no habían parado de desearse y de tocarse, de dejarse mecer por la lujuria. Primero en el propio lavabo dónde su camiseta perdió la batalla contra las manos de Maite y ella acabó siendo poseída bajo el agua de la ducha con total urgencia porque, al parecer, el hecho de mantener a Maite apartada de la posibilidad de tocarla encendía en ella un instinto diferente, uno mucho más visceral que tendría que aprovechar en otras ocasiones. Con las piernas enredadas en la cintura de Maite y sintiéndola en su interior se dejó llevar por ese ímpetu desmedido del momento. Y luego por la calma, por la forma casi devota con la que luego de oírla gemir su nombre en medio del clímax, la bajó al suelo y se tomó pacientemente el tiempo para beber las gotas de agua que bajaban por sus hombros una vez que detuvo el agua de la ducha. La anduvo y desanduvo con los labios, disfrutando del roce contra su piel húmeda que terminó de desnudar durante su trayecto.

Se puso de rodillas ante ella y jugueteó con su boca alrededor de su ombligo, luego la miró y aunque no hablará, aunque no dijera ni una sola palabra, aunque su boca no se moviera en esos segundos, le estaba haciendo el amor con la mirada. La forma en la que la miraba era especialmente pasional, entregada, llena de una transparente huella de devoción. Soltó aire cuando la pasividad se transformó en una lengua que fue siguiendo el rastro de una gota de agua por su estómago y luego otra, una que caminaba más abajo, y así, así repetidamente. Esa lengua le daba latigazos en la piel sin la menor presión. Camino gimió cuando Maite se hundió entre sus piernas dispuesta a arrebatarla una vez más, sin soltar sus ojos volviendo su mirada más y más lujuriosa, con la respiración trémula y el sonido de sus jadeos ahogados. Para la joven aquello era demasiado sugestivo, demasiado intenso, íntimo y frenético. Tanto como para que terminará su delirio gritando el nombre de Maite con desenfreno y apretando su cabello entre sus manos.

Calmarse y desnudarla fue cuestión de dos minutos en que su mujer la sostuvo porque sus piernas no resistían los temblores. Avanzaron por el pasillo y cuando la espalda desnuda y levemente húmeda de Maite dio contra la cama, la morena supo que aquella noche no sería corta, que la visión de la desnudez de Camino encaramada sobre su cuerpo eran solo el comienzo de minutos, de horas de pasión que no cesarían así nada más porque sentía que una necesidad nueva, diferente le comía las entrañas y podía ver el mismo fuego en los ojos de su novia. Y así fue. Hacer el amor, tocarse, acariciarse, besarse y poseerse hasta perder el sentido. Durmieron unas horas desnudas y al despertarse volvieron a empezar. La morena no recordaba haber tenido un encuentro íntimo tan intenso nunca en su vida y sabía que era algo completamente nuevo para su joven amor.

Y así las pilló el sol de la mañana temprano, en el momento en que, luego de un orgasmo intenso y compartido mientras se rozaban mutuamente, Camino se dejó caer sobre ella temblando como una hoja, sin ninguna resistencia para sostenerse. Le besó dulcemente la frente en señal de protección, incapaz de hablar. Ella no estaba mejor, se sentía tan agotada como su avecilla y con una sensación de satisfacción que no había sentido nunca en el cuerpo. Se quedaron quietas unos segundos, solo respirando profundamente.

-Va a sonar a cliché, pero ha sido increíble – susurró Camino y Maite soltó una risilla.

-Creo que hemos roto un record, ¿sabes? – le respondió la morena – uno personal al menos.

#CalP Confinadas en París [MAITINO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora