#CalP Confinadas en París [MAITINO]

#CalP-Confinadas en París P.9

Bien, he regresado otra vez. Pasan y pasan los días. Hoy estuve muy tranqui, creo, un poco de rutina y algo más. Abran la ventana si quieren...

Día 25

Camino observaba las redes y se dedicaba a ver un video que se había viralizado de un jabalí corriendo por la ciudad de Barcelona que estaba desierta.

-Es increíble – comentó en voz alta para atraer la atención de Maite – los animales están tomando la escena.

La morena sonrió – si me permites decirlo - comenzó – ya les tocaba.

-Y tanto que sí – la joven sonrió – pumas en Chile, pavos reales en Madrid, un zorro en Estados Unidos, cabras montañesas en Albacete, un oso en Ventanueva y todos esos peces disfrutando de los canales de Venecia.

-Sin contar con todos los avistados de los que no hay videos – comentó Maite – o de los que ni siquiera vemos – sonrió – el tío Armando que vive en una zona más apartada de Lyon dice que vieron una liebre en la parte posterior de la casa que da a una zona no urbanizada.

-Se aventuran fuera de sus escondrijos porque ya no hay ni el ruido ni el jaleo de siempre – Camino suspiró – es formidable como a nosotros nos detienen, pero el mundo sigue girando y se recupera poco a poco.

-Me gustaría creer que durará – Maite hizo un gesto de escepticismo -, pero estimo que nos soltarán un poco la mano y volveremos a la misma – y entonces agregó – apuesto lo que sea a que la primera semana que se pueda salir de casa dejamos de aplaudir a los sanitarios y de ser cuidadosos o conscientes.

-Me gustaría poder aceptar la apuesta, pero sé que perdería si apoyará el "si" – Camino sonrió entonces a la pantalla de su móvil – un delfín, que mono.

Maite sonrió contagiándose del buen humor de su avecilla. Se habían levantado aquella mañana con malas nuevas. Germán había empeorado y no podían quedar como habían planificado. Era la segunda vez que sucedía en pocos días y a Camino no le había sentado bien la nueva bofetada del día a día. Se había sumergido en su nuevo libro de compañía sin decir una palabra hasta ver aquel video. Ella que no se sentía a gusto cogiendo los pinceles había estado dedicándose a otra cosa. A algo mucho más placentero y, al ver que Camino había mejorado de humor, pensó que era una buena idea compartirlo.

-Amor – le llamó la atención - ¿dónde te gustaría ir de viaje cuando salgamos de esto?

La joven la miró dudosa un segundo, quizás porque no se esperaba la pregunta - ¿De viaje? ¿A Madrid?

-Luego de eso quiero decir, lo de Madrid lo tengo claro – confesó la pintora – como que tenemos que ir a Pamplona a ver a mi madre – su novia asintió de hecho, se me ha ocurrido que podríamos invitar a tu madre a venir con nosotras cuando marchemos a ver a la mía.

-Pues imagino que volver a la faena será un caos luego de todo este tema – Camino valoró la propuesta poniéndose en el lugar de Felicia -, pero creo que igual podemos convencerla de venir, dependerá de cómo lo lleve con los restaurantes.

-Claro, no había pensado en eso, pero dejaremos que ella lo valoré cuando llegué ese día – Maite insistió en su pregunta inicial – pero, al margen de los viajes para reencuentro con la familia, ¿dónde te gustaría ir?

Camino sopesó un momento – Bueno, mi primera opción sería Nueva Zelanda aunque por elegir algo más cercano siempre he querido ir a Grecia.

-Elige lo que quieras – le indicó Maite – esto es sin limitaciones.