#CalP Confinadas en París [MAITINO]

#CalP-Confinadas en París P.12

Vale, aquí estamos con más.

Un capítulo muy tranqui, creo, bastante reflexivo y sin jarritas, pero que tiene algún que otro aliciente. Creo.

Por cierto, mi pre-lectora tiene un nuevo shippeo jajajaja a ver si alguien coincide.

Día 34

Camino pintaba en su lienzo con una sonrisa que no la abandonaba desde la primera pincelada. Maite la estaba observando sin poder evitarlo. Tendría que haberse concentrado en trabajar en el plan de estudios y en las bases del nuevo programa en el que ella participaría de la mano de su avecilla. Con Jacques como soporte, con Julio, apoyándole y, por supuesto, con la nueva y vibrante combinación que eran Agnes y Genoveva. Habían pasado parte de la tarde de ayer hablando los 6 sobre el futuro, sobre lo que los chicos esperaban de ser alumnos en París, aun con todo lo que había por modificar de las ideas que habían tenido antes de la pandemia. Para Maite y Camino las cosas estaban más claras. Ellas tenían una rutina bien adquirida que podían gestionar para agregar las exigencias del programa de movilidad internacional. Jacques y Julio lo tenían más difícil porque debían esperar a las novedades de cómo se realizaría el regreso a aulas del que dependía el que pudieran pasar tiempo como mentor-discípulo. Misma cosa para Agnes y Genoveva.

Maite los exhortó a comenzar el uso de las redes y las plataformas por si había que introducir un plan alternativo virtual. Jacques era más pragmático y recomendó que hablaran con Felipe y Amparo para que compartieran con él y Agnes la mentoría, por si los muchachos no podían trasladarse a París. La reacción de Agnes dejó ver su negativa antes de que la expresará verbalmente, fue muy clara. No era personal, pero no quería que nadie, ni Amparo siquiera, se convirtiera en la maestra de su querida. Ella iba a hacerse cargo porque lo estaba deseando, incluso necesitando. Lo definió como el siguiente paso en su evolución como artista. Así que, sin preocuparse por consultar, le ofreció a Genoveva un lugar dónde quedarse en su propia casa.

Por supuesto, Jacques le advirtió que la universidad no lo vería del todo claro y que se estaba apresurando, pero la mujer fue contundente. Genoveva venía o venía a París en septiembre. La detuvieron de su carácter impulsivo revisando los informes de la OMS para septiembre y los reportes de las autoridades francesas. Ahora la situación estaba difícil, pero poco a poco se estaba transitando hasta el descenso de la curva de contagios y para finales de mayo se preveía que la situación estuviera controlada. No había que ponerse en lo peor, pero intentarían encontrar ese plan que los ayudará a llevar a cabo sus deseos. Agnes se sosegó finalmente y pidió disculpas a Genoveva por agobiarla, si es que lo hubiera hecho, con su ímpetu. Camino y Julio reprimieron sus sonrisas porque sabían que más que agobiarla, Agnes había conseguido dejar en completo éxtasis a su nueva compañera. Verla tan decidida a traerla consigo debía ser uno de los mejores cumplidos que hubiera recibido nunca.

Camino envió un mensaje con su móvil a su amigo.

-Porque está casada, que si no yo no sabría decir como acaba esto.

Maite la observó de reojo y meneó la cabeza al ver a Julio tomar su móvil al cabo de unos segundos y teclear.

-Yo así como están las cosas no me atrevería a decir como acabara esto, amiga mía.

Los dos se sonrieron y Genoveva, que lista era y un montón, les dirigió una de sus miradas de muerte que los hizo abandonar sus móviles casi al momento.

Maite sonrió mientras recordaba aquel momento de la tarde y veía su avecilla pintar totalmente concentrada.

-¿De que hablaban? – preguntó entonces - ¿Julio y tú? Ayer, en la reunión general, los vi intercambiando mensajes y también que Genoveva se disgustó levemente.