Sólo Debes Escuchar.

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Estaba sólo

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Estaba sólo. Sentado en una de las bancas cerca de los juegos y de la salida del parque, trazando líneas en una de las hojas de su nueva libreta.

Dibujaba a una chica que había visto el día anterior.

Le había parecido linda. Tenía grandes ojos color avellana y unas pestañas finas y delicadas. Mejillas redondas, rojas y piel blanca. Su cabello era corto por detrás y largo hacia adelante. Lo recordaba perfectamente. Tenía un lindo color caoba claro.

No miró bien lo que traía ese día. Sólo pudo alcanzar a ver entre la multitud una bufanda rosa alrededor de su cuello y la parte de arriba de un abrigo café.

También podía recordar su sonrisa, cuando se dio cuenta que la estaba mirando.

«Eso fue un poco vergonzoso.»

Delineó una firme y suave línea en el rostro de la chica. Una sonrisa tenue, pero deslumbrante y cálida.

«Desearía sonreír como ella.»

Sus amigos le decían que con ellos siempre sonreía de una manera única. Y que no eran sonrisas forzadas o fingidas.

Y aunque les creía, quería otra cosa. Quería sentir a su corazón latir y retumbar en su pecho, como cuando vio a esa chica dedicarle una sonrisa tan hermosa a un desconocido.

Suspiro.

«Tal vez cuando mi problema se resuelva, pueda sonreír como ella.»

—Dibujas bien.

Se exaltó y chillo al percatarse que no estaba solo.

—T-tú eres… —Tartamudeo.

Era el niño que le había subido el ánimo cuando Katsuki lo golpeó por primera vez.

No podía olvidar unos ojos fieros y fuertes tan fácil. Ahora que le prestaba atención, podía notar que su cabello era desordenado y negro. Tenía una gorra con dos picos al frente. Su piel está levemente bronceada y llevaba una camisa negra y unas zapatillas rojas.

Su semblante era rígido, pero a la vez infantil.

«¿Por qué tiene que parecerse tanto a Kacchan?»

—Sí. Soy yo —El niño se acomodo a su lado y ladeo la cabeza—. Eres Izuku, ¿verdad?

—¿Eh? ¿C-cómo sabes mi nombre?

Nunca le dijo como se llamaba. Sólo lo había visto una vez.

—Mi tía y yo nos mudamos hoy. Y somos tus vecinos. Tu hermano nos recibio hoy en la mañana.

Ahora tenía sentido.

Los Monoma se habían mudado a quien sabe dónde hace tres semanas. Estaban bastante agradecidos de no volver a ver a ese niño engreído otra vez.

Me vuelves loco [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora