Faute ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ

07

Finalmente se había terminado aquel fin de semana en el que pretenderían ser pareja, las maletas estaban dentro del auto rentado de YoonGi, se sentía extraño. JungKook no sabía realmente qué esperar de todo eso a partir de que entraran de nuevo al avión. ¿Darían fin a eso que habían hecho durante esos días?

El solo recordar las manos de TaeHyung alrededor de su cintura, sus labios por el cuello y toda esa conexión en la que se sentía tan bien a pesar de que sabía que no era conveniente. Ahora tendría que simular que aquel hombre de cabellos rubios no había sido su primer hombre, su primer amor y quizá su último.

—JungKook...—escuchó la voz de aquel dueño de sus pensamientos cerca a su oído—. ¿Estás listo para irnos?

—Sí, cuando usted lo ordene—notó como el contrario fruncía el entrecejo molesto, lo que le hizo que JungKook se cohibiera un poco—. ¿Sucede algo malo? ¿es la agenda? Traté de dejársela de buen modo y legible más fácil...

— ¿Por qué me hablas de esa manera?

— ¿A qué se refiere?

—JungKook, creo que con lo que hemos estado teniendo desde este fin de semana...—lamió sus labios, mientras su vista se iba a los ajenos—. El hablar formalmente es raro, a pesar de que soy consciente de que soy tu jefe.

—Creí que nosotros...—bajó la mirada avergonzado—. Bueno, que solo sería como por el fin de semana.

El mayor sonrió ladino, mientras negaba con la cabeza y miraba a donde estaban ya esperándolos YoonGi y un animoso JiMin.

—No creo que después de este fin quiera dejarlo pasar tan fácil—no hasta que sepa todo lo que pasó en ese momento y con ello poder vengarme del culpable, pensó mientras miraba como JungKook se sonrojaba de nuevo—. Vamos, que nos esperan y nos espera un largo viaje.

Ambos entonces se adentraron al auto, para ser inundados por la playlist de JiMin, quien cantaba animoso y poco a poco, ese ánimo se pegó a JungKook, quien olvidando con quién estaba, se puso a cantar al mismo tono de voz alto que el más bajo. Siendo solo visto por un sorprendido TaeHyung, pues había olvidado esa parte del chico castaño.

El oírlo cantar, de verdad que le traía demasiados recuerdos de cuando lo hacía solo para él en esas escapadas a la playa que daban. Mientras se musitaban cuánto se amaban y todo parecía realmente un cuento de hadas. JungKook ajeno a los pensamientos ajenos, pronto se dio cuenta de lo que estaba haciendo, callando de golpe, para carraspear y tomar la tableta que era de su trabajo.

TaeHyung lo miró con curiosidad, pues no había esperado para nada que el menor se detuviera tras aquella pasión con la que interpretaba la canción. Incluso cuando sacaban las maletas para llevarlas a equipaje del avión, el menor permanecía en silencio, con un semblante demasiado extraño pero que sabía que no era realmente de su incumbencia. Abordaron el avión, notando cómo el menor parecía estar pensando en muchas cosas menos en lo que pasaba en ese momento; carraspeó, tratando de ese modo de llamar la atención contraria.