Faute ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ

10

Los labios de ambos chicos se unieron, mientras el olor a hombre, jabón y sexo se percibía en el ambiente. TaeHyung con deseo, empezó a explorar la boca de JungKook, este creía que moriría de placer. La lengua de aquel rubio le hacía enloquecer y por una buena razón, su lengua no se paraba quieta no un momento y le devoraba con avidez, tal como la primera vez.

—TaeHyung...—susurró recibiendo el placer de los labios ajenos sobre su cuerpo—. No...

—JungKook.

Las manos de TaeHyung recorrían la desnuda espalda aterciopelada del menor, recorriendo cada parte del menor que podía con sus amplias palmas y largos dedos. Era un manjar para cualquiera, pero solo era de él, aquel chico que había creído amarlo hasta la muerte hace tiempo, lo tenía para él solo; pero aquello se sentía diferente, era como si mucho de lo que pasaran no fuera claro. ¿Qué era lo que le pasaba?

—Hazlo TaeHyung...—escuchó la voz suplicante y excitada del menor.

JungKook tampoco perdió el tiempo cuando aquel juego de seducción empezó como siempre, había pasado sus brazos por el cuello de TaeHyung y le obligaba a seguir pegado a él. Era como si ambos no tuvieran otra cosa en su mente que entregarse a aquella pasión, llevaban cerca de mes y medio envueltos en las sábanas y la oficina; pero parecía que el fuego pasional se aviva más y más en vez de que cese.

—Tae...

A JungKook le tomó por sorpresa la fuerza del rubio y las sensaciones que tenía, pero luego empezó a gemir sin poder evitarlo ante los deliciosos besos que le estaba dando. Empezaron a besarse los labios con desespero y ansiedad, con pasión que desbordaba cada poro de su piel.

Entonces se adentró en el menor, sintiendo la calidez ajena apretar su miembro de manera deliciosa. Empezando el aquel vaivén que los haría sentir tan bien, siendo secundado por las caderas de aquel chico hermoso que estaba un poco corrompido de todo lo que habían hecho hasta el momento en la cama... y en otros lugares.

Cada vez más, el menor se volvía más y más apasionado, entregándose por completo aunque ese toque de que era el único hombre estaba presente a pesar de que ya empezaba a tener experiencia. Sintió los besos del castaño en su cuello, para luego cambiar las posiciones, siendo JungKook quien lo montara.

—Vamos JungKook.

Entonces deslizó su mano al miembro ajeno, mientras el castaño se movía encima para sentirlo por completo, y aquello era demasiado para él, podría jurar que estaba en el mismo cielo.

Siguieron con su danza placentera hasta llegar al clímax, uno seguido del otro, con sus respiraciones agitadas, frentes sudorosas y sus cuerpos pegados, tratando de regular sus corazón de todo aquello que los hacía sentir cuando estaban juntos. JungKook no pudo evitar dar un pequeño beso en el pecho contrario, para luego sacar a TaeHyung de su interior y colocarse al lado de aquella cama.