Faute ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ

09

Lean la nota al final

No podía creer lo que estaba pasando, hace tan solo treinta minutos, su plan había sido descansar en casa y luego estresarse un poco con el orden de las deudas. Para nada estaba la opción en la que se encontraba ahora, donde se dirigía con la mayoría de sus cosas a la casa de su jefe, quien además, era su ex amor.

Sabía que eso cambiaba por completo la relación extraña que tenían, que lo convertía en un amante y no tenía idea de cómo es que todo aquello iba a acabar luego de un mes. Pues a pesar de que podría ahorras más, saldar sus deudas en su mayoría y poder estar con quien aún amaba, sabía que luego de eso saldría herido, mientras que para TaeHyung el dejarlo ir sería más fácil.

¿Cierto?

Miró hacia la carretera, no muy convencido de lo que había hecho, se sentía abrumado y un tanto cansado. No sabía siquiera si aquella noche pasaría algo entre ellos.

—JungKook—escuchó la voz grave de aquel hombre llamarle, lo que hizo que le mirara de reojo—. ¿Estás bien? Parece que vas a desfallecer en cualquier momento.

—Yo...—sintió su garganta seca, aún estaba un poco perdido pero sabía que tenía que ser muy sincero con el mayor—. Solo estoy pensando en cosas, la verdad es que no esperaba lo que está pasando entre nosotros.

—Ni yo, si soy sincero, me dejé llevar por algo extraño—mencionó como si no fuera la gran cosa, cosa que hizo fruncir el entrecejo del contrario—. Pero creo que es la mejor de las soluciones, además de que estarás un poco menos estresado, lo que nos conviene y no solo en lo laboral.

JungKook se sonrojó al pensar en las segundas intenciones del mayor, para luego sentirse un poco más animado a expresarse, pues no parecía estar tenso el ambiente a ese tema como pensó.

—Cuando lleguemos a tu hogar...—musitó, sintiendo el nudo de ansiedad en su estómago, ni esos cinco minutos solo en su departamento le habían podido calmar del todo—. ¿Qué va a pasar o qué esperas de mí?

—Espero de ti la entrega que has tenido estos meses, aunque quizá con más libertad—giró el volante, mientras se acercaban a una calle elegante—. Sobre el aseo y esas cosas que supongo que piensas, no te preocupes, porque tengo alguien que me ayuda un par de veces a la semana... En general el departamento está solo así que es muy limpio.

—Me refiero a que bueno—se sonrojó más, sintiéndose tonto de sus pensamientos previos, luego de escuchar aquella respuesta—. Si vamos a tener sexo llegando a tu casa.

—Oh, eso—escuchó un suspiro ronco que le hizo estremecer—. Inicialmente iba a ser de ese modo, pero ahora, creo que ambos estamos un poco desorientados de esta situación tan repentina y creo que lo que necesitamos es descansar.

Agradeció internamente que no tuviera planes sexuales para aquella noche, ya que se sentía agotado en más de un sentido. Vio un enorme complejo departamental que se notaba lujoso y por lo que sabía, al reconocer la zona, así lo era; no pudo evitar sentirse cohibido ante aquello. Aparcaron en el sótano del lugar, finalmente llegando a lo que sería su hogar un mes entero.