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Alguna vez estuvieron comprometidos con algo?
Adictos a una especie de droga o persona?
Pues, mis amigos, yo me consideraba todo un adicto a ella, a mi Evangeline. A su perfume, su sonrisa y su hermosa voz.
Cinco años pasaron desde la última vez en que la vi, en que su mano tocó la mía y en que tuve la dicha de decirle "mi amor", pero, no a pasado un solo día sin que yo piense en ella.
La empresa de su abuelo pasó a ser mía y obviamente, Ian y Lucio se convirtieron en mis manos derecha e izquierda. Ahora estaba más capacitado de lo que jamás estuve para algo, ahora, era invencible.

-Entonces...- le hable a alguien frente a mi, un joven para ser exactos- tú no sabes nada de lo que trama la empresa Morgan?- de nuevo negó- pero tú eres empleado de su tan dichosa Arena de pelea.

-Ss.. si- me respondió nervioso- p..per.

-Shhh tranquilo- me levante de mi silla y le empecé a dar masaje en los hombros- aquí nadie te va a matar, no a menos que lo ordene, así, que si cooperas podrás irte.

-Esta todo demasiado oscuro- fue lo único que salió de su boca.

-Créeme mi amigo que es mejor que este así- le aconseje,  ya que en este cuarto casi completamente oscuro, habían 10 personas esperando su respuesta, para inmediatamente ponerse a trabajar.

-Los Morgan...- empezó a hablar.

-Cuenta mejor- lo interrumpí- todo lo qué pasó desde hace 5 años atrás hasta ahora cualquier cosa, cualquier cambio que viste- me volví a sentar pero ahora con un vaso de Wisky en mi mano y  sacándome mi máscara que utilizaba para que el no me reconociera.

-5 años?- asentí debido de un "aja" -Mnnn bueno es maso menos cuando ellos me contrataron para empezar a trabajar- hablo más tranquilo- por lo que me enteré la empresa cambió por completo al igual que la competencia en si.

-Como?- acaso nada era igual?

-El señor Morgan y la señorita Alice, estuvieron un mes sin aparecer en la arena y supuestamente se fueron a una isla los dos juntos para tomarse unas vacaciones- apreté mis puños con fuerza, " si claro vacaciones".

-Prosigue- le ordene.

- Bueno al volver muchos empleados fueron despedidos y con los pocos que me hablaba que ya estaban trabajando allí me dijeron que el comportamiento de Alice es muy distinto, que ahora casi no socializa con nadie a menos que sean personas cercanas a su padre, no sale de la empresa casi nunca y solo se la ve públicamente en las peleas.

- Dejó de hacer las otras cosas que su padre le hacía hacer?- pregunte curioso.

Que le habrá hecho su padre, para cambiar así?

- Correr en motocicleta y  bailar? Si, eso lo dejo-  hablo confiado el joven que ahora estaba mucho menos nervioso-  yo pude hablar con ella una vez y es muy amable, más allá de su mirada triste.

Una mirada que conocía a la perfección.

-Muy triste?- mi tono de voz salió más preocupado de lo que debía.

-Si, pero la entiendo, no es su culpa que su padre la allá comprometido con alguien- y en ese momento el mundo se paró, fue cuando mi vaso se estrechó en el suelo y ahora yo era quien sentía una pizca de nervios en lo que este muchacho podría seguir hablando.

-C..como?- por obvias razones el joven me miró desconcertado ya que mi tono de voz cambió por completo al escuchar lo ultimo que había dicho.

MI CHICA MALA 2: volver a verteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora